Día 14: Triacastela – Sarria

Viernes 25 de Septiembre – 18,1 km
En que piensa un peregrino?

Anoche dormí como un lirón en la almena de mi provisional castillo, casi de continuo, ni frío ni calor, sin molestias… hasta las 8:30. Rutinas diarias + desayuno (zumo de naranja, tostadas, café con leche: 4€). A las 10 y poco estoy en marcha.

El camino hoy sube unos 340 m, para luego bajar unos 650 m hasta el fondo del valle. Hay otra variante que va por el Monasterio de Samos, pero yo opto por la tradicional, que también es bien bonita. La subida se las trae, me vuelve a dejar por encima de los valles, pero es recompensada por las vistas. Abajo, un mar de nubes cubre todo con su manto blanco. El recorrido por lo alto son falsos llanos, con subidas y bajadas alternas, pero se lleva bien.

En torno a las 13:00 llego al primer pueblo con bar donde hacer un alto. Llevo 10 km, faltan 8. Me tomo una caña y su tapa, y descanso un rato. A la media hora de continuar llego a otro y siento que debo comer algo más. Me echo un pintxo y hablo con una peregrina, mayor, de Mallorca, que empezó desde León pero tiene asistencia con las mochilas: se las llevan de origen a fin de etapa. Me dice que le limita un poco porque tiene que reservar con antelación cada final de etapa para poder indicar adónde deben…

Salgo con el café a fumar fuera y hablo con otro peregrino, un chico irlandés, Anthony. Está todo despatarrado con los pies al aire sobre las sillas. Me cuenta que empezó con sus amigos en Astorga, que hacen etapas de casi 30 km y que este es su quinto día… ha reventado… no puede con sus pies. Ha llamado un taxi que lo lleva hasta Sarria, confiando en poder continuar mañana. Nos despedimos con buenos deseos.

El descanso y el carajillo me han dado alas (va a tener razón el Paquito) y termino toda la bajada hasta Sarria sin problemas. Voy hasta uno que he visto que tiene habitaciones individuales, pero al llegar no les quedan, así que me voy al cuarto de literas… que no se diga que no lo intento… ; ))). Son las 17:00.

Ritual de llegada (ducha, lavar, tender) y salgo. Hay un paseo agradable junto al río y me siento en una terraza. Son las 6 y pico, pronto para cenar, y tampoco me apetece. Me siento un tanto abatido, así que opto por un par de colas, que me sientan genial. A las 7 y pico entro dentro a cenar de menú: caldo gallego (que me gusta a mí una cuchara ; )) y ternera en salsa, su vinito y un flan: 9€.

Son las 20:00, así que tengo 3 horitas antes de que cierre el albergue, pero quiero dar una vuelta por la parte antigua, así que dejo aquí el relato de hoy.

Ahh!!! Les iba a contar en qué piensan los peregrinos mientras andan… bueno… mañana!!!

Buenas noches!!!