Sábado 18 de Enero de 2020

Tiburón II

Con calma, despertar, desayunar mango, aguacates, bizcocho y cafelitos… con calma… Antes de que se nos hiciera tarde y marea baja salimos a nuestra sesión de snokel matutino. Nos fuimos hacia la izquierda para dejarnos traer por la corriente. El paseito dura casi una hora.

La marea mas suave, aunque la corriente tampoco ayuda mucho y hay que tirar un poco. La zona inicial ya la tenemos identificada como la mejor. El coral, las formaciones rocosas y los peces son increíbles. No vemos al tiburón de ayer, pero si a los peces enormes que hay sobre el abismo, incluido a mi amigo, pero con no sobrepasar su espacio parec ir todo bien. Y todo bien va, salvo porque al tratar de descargar las fotos de la cámara, nos ha dado un error, hemos tenido que formatear y hemos perdido las fotos de peces unicornios y otros raros que no habíamos visto. A ver que tal esta tarde…

Al poco llega la comida. Una sopa ligera de verduras, pescadito, huevos y arroz. Menos mal que ayer le pedí que nos pusiera menos comida?!. Esperamos hora y pico hasta subir la marea.

El paseo submarino de la tarde lo hacemos igual, pero ahora ayuda la corriente y vamos sin más disfrutando del paisaje y… tiburón!!! Lo tenemos a unos 10 metros, nos quedamos quietos y lo vemos perfectamente continuar hacia nuestra izquierda, tras salir de un puente de roca. Como mooooolaaa!!! Aunque ahora está el agua mas turbia la vida es fantástica. Volvemos a ver a las 2 tortugas… En la zona donde el coral se empieza a estropear, salimos y volvemos a la cabaña. Clareamos con agua dulce y a por la cámara a ver las fotos… y ahí están, tiburón y tortugas y unas cuantas fotos lindas pese a no estar muy clara el agua.

Sentados en la terraza ponemos musiquita… Enrique Morente, Stan Getz, bosa y jazz llenan un momento, del mismo modo que esas canciones se empapan de este lugar, y ya nunca sonarán igual en mis oidos. Yo adentato relato y Sai lee. Son las 17:15, no tardará en aparecer Carlos, que hemos quedado para ver el atardecer y luego ir a la barbacoa que van a hacer con lo que hayan pescado hoy… pero eso lo contaré tras el corte para la publicidad ; ).

Después de la publicidad eran las 18:00, Carlos no había venido, así que cogimos rumbo al lado poniente a ver el atardecer. Nos llevamos la música a cuestas, así que la sensación de estar en una película era arrebatadora. Dos naufraguitos a pie de playa viendo al sol meterse bajo el lecho marino. Mil y una fotos, y algún percance de la aprendiz de fotografa, que encuadrando marcha atrás se dejó un trocito de dedo y parte del culo en una piedra… nada que ella no resista.

A la hora volvemos, y puesto que no hay noticias de Carlos, no hay barbacoa, y posiblemente no podamos volver en su bote mañana. Ya que dijimos que no cenabamos, pedimos al propietario agua caliente, para al menos hacernos unos noodles que traemos desde las Kei. Al poco aparece y nos dice que mañana no hay bote, pasado sí.

Rumiamos tanto cambio… y lo digerimos rápido. Hemos dejado reservado en Banda Neira para domingo y lunes, pero si no hay bote, nadie nos afeará no llegar el domingo. Y que quieres que te diga… un día más en el paraíso no me disgusta en absoluto… El único coste de este cambio será no subir al Gunung Api y disfrutar de sus vistas… Bueno, mucha especulación, aún pueden dar muchas vueltas las cosas.

Pese a ver dicho que no cenabamos, no traen cena, que agradecemos. Menos copiosa y suave. Sopita, huevos duros, sambal y arroz. Son las 20:24, relato escrito y labores diarias realizadas, así que… desconecting people!

Dulces sueños ; )

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