Martes 11 de Enero de 2022
Un larguísimo día
Hoy ha sido un larguísimo día que de hecho empezó un lunes y terminó el miércoles… Los vuelos los encadenamos sin problemas, y también sin dormir, así que aparecemos en Nairobi a las 7:10 de la matina sin pegar ojo.








































Proceso largo el de las colas para papeleo Covid y luego para pasaporte, en una terminal que se acerca mas a una de ferris provincial que a aeropuerto internacional. Sacamos dinero de ATM suficiente para ir holgados y compramos tarjetas de datos… todo en el aeropuerto, pero salimos de allí ya a las 8:45. Hemos contratado un driver, John, con el que haremos la primera parte de parques, reservas y safaris. La furgoneta es grande, podríamos ir unos cuantos mas sin problemas y John es muy majete… me da que lo pasaremos bien con él.
Hemos quedado en acercarnos al trabajo de Elsa. Segun llegamos a la Embajada Española, donde trabaja, sale y vamos a tomar un café. Charlamos un rato, cruzamos informacion y batallitas y sobre las 10:30 cogemos camino…
Tenemos casi 4 horas hasta la reserva de Aberdare donde nos quedaremos esta noche y ya salimos tarde. El tráfico bastante espeso y cuesta salir de Nairobi. Miramos absortos a los laterales de la autopista, las hileras de personas que caminan a y desde vaya usted a saber, chiringuitos de venta de todas tipo de cosas… chavolas, tinglados y suburbios según cruzamos las zonas más alejadas de un centro urbano bastante desarrollado. Todo en obras, parece que se quiere crecer fuerte y las infraestructuras parecen ser uno de los focos.
La urbe va dando paso al los exteriores y la vegetación va ganando terreno, a la par que la autopista va haciendose se hace menos transitable en parte por la gran cantidad de obras. Una parada breve para comprar básicamente agua y tabaco y continuamos.
Las horas de no sueño pasan factura y junto al embrujo de observar el paisaje no tardamos mucho en caer fritos un rato. Al despertar aun nos que algo más de una hora, pero el descanso ha hecho efecto y la belleza del entorno también nos reaviva. Nos sorprende lo verdísimo que es esta zona, sabiendo que otras partes del país en esta época son muy polvorientas.
Finalmente llegamos. Primero pagar entrada a la reserva, luego vamos al Country Club a hacer el check-in y comer… que son casi las 15:00 y hambre ya llevamos… Llegar y quedarnos boquiabiertos… Esta primera estancia es en un sitio carete, pero vale la pena. Las casas de puro estilo colonial rodeadas de extenso jardines y… bichos!!! Zebras, monos, gacelas… todos vagando alegremente por los exteriores!!!
Resuelto el check-in, nos sirven la comida… tan colonial como deliciosa, antes de que nos tumbe el sopor, pedimos un guía para hacer un pateillo de hora y poco con un guía. Nos muestra los distintos animales de los alrededores para luego alejarnos bajando un poco hacia las llanuras mas salvajes donde damos s con una manada de más de 20 jirafas… que maravilla… nos acercamos despacio para no intimidar todo lo que podemos, hasta quedarmos a unos escasos 30 metros… miramos boquiabiertos aquellos animales que igualmente parados nos miran a su vez fijamente… me siento más observado que observador… Caminar nos espabila, aunque pone en relieve la penosa forma física en la que nos encontramos en estos tiempos post covid.
A la vuelta buscamos a John y seguimos hasta el alojamiento, The Ark, en la misma reserva, pero a unos 30 min. La última parte es todo por pista, donde flipamos al ver algunos animales grandes de la famila de los jabalíes, los búfalos de agua y elefantes!!! Wow… mola verlos entre el follaje, que en esta zona llega a ser espeso.
Sobre las 17:30 llegamos a The Ark nos apeamos. John se vuelve pues duerme fuera del allí, quedamos mañana a las 9… Entramos al arca expectantes… lo grandioso de este
sitio.es
que es un hotel integrado totalmente y al pié de unas charcas y humedales a los que toda la fauna de la zona viene en parte por las sales que consumen comiendo el barro del lugar… y al asomarnos, elefantes, muuchos elefantes y búfalos…
Pasamos un rato embobados, desde nuestra privilegiada atalaya, observando el panorama. Sobre las 18:50 casi ha caído ya la noche y nos retiramos al dormitorio. Estamos muertos, ducha y a la cama, donde dormimos un par de horas hasta que nos despiertan sobre las 21:00 para cenar. Dormir nos ha sanado y cenamos con gusto, de nuevo muy rico tooo. Luego seguimos un rato mas por allí mirando los animales ya que hay instalada suficiente iluminación como para poder verlos ya de noche.
Sobre las 23:00, más tarde de lo esperado, y con cosas aun por hacer como pasarnos las fotos y escribir algo de esta habitual bitácora…
Mañana toca levantarse pronto, así que e al menos a mi me va a costar lo suyo… así que nada…
Buenas noches!!!