Sábado 7 de Enero de 2023
Solos entre la multitud
Nos levantamos a las 8:30 con idea de aprovechar al máximo. Tenemos al desayuno así que aprovechamos, aunque es algo tirando a escaso Nos lanzamos a la carretera… seguimos… bordeamos… y cuando nos hemos dado cuenta le hemos dado la vuelta a la isla… La vegetación es una desgracia… puedes estar a 10 metros de la cosa mas linda y no te enteras, metido en muros de vegetación. Al dar la vuelta al sur de la isla, la Visio se abre algo, pero la cara este es super ventosa y no hay nda que hacer. Cerramos el círculo, y entramos a un asentamiento arqueológico. Al llegar vemos guaguas enteras de turistas bajando. Preguntamos precio, no es barato …dudamos mucho de su interés, y más después de lo que hemos visto .. pasamos olímpicamente…

























En nada hemos dado la vuelta a la isla. Y ahora? Hemos reservado 2 noches, pero dudamos si quedarnos otra noche mas y salir el lunes de aquí a las 9:30. La cuestión es que el lunes volamos de vuelta a España a las 21:45, pero el coche lo tenemos que dejar en el aeropuerto a las 13:00. Podemos quedarnos aqui hasta el domingo y dormir cerca de Cancún, o apurar aquí, en cualquier caso entre la hora de entrega del coche y el vuelo tenemos mucho tiempo. Finalmente decidimos quedarnos aquí. Encontramos un sitio que pinta bien y es más barato.
La única forma de acceder a las playas es por accesos privados. Nos decidimos a probar en Palancar. Según entramos nos dicen que la única condición es consumir algo… pos fale. Aunque según entramos nos parece una guirufada enorme, vemos que todo el mundo está frente a la zona de bar/restaurante, pero la playa se extiende muy lejos. Probamos desde allí mismo a hacer snorkel pero no vale un duro. La playa es preciosa, pero el fondo es solo arena y poco más. Desistimos. Salimos y nos alejamos del barullo y de repente estanos solos en un playón de la hostia.
Pasamos la tarde dormitando al sol en una playa casi para nosotros. El sol sale entre las nubes y los colores son espectaculares. Empiezo a verle el encanto a Cozumel… Antes de las 17:00 me siento lo suficientemente torrado como para proponer una retirada a tiempo. Nos paramos a hablar con una pareja que tropezamos. Son españoles, estan empezando sus vacaciones, pero ya han hecho el tour en Cozumel. Nos dicen que en el tour van un poco con prisas, pero parece que aún así les ha gustado. Mantas, tortugas y coral… recorre las zonas que llaman El Cielo, Colombia y el arrecife de Palancar. Charlamos un rato más con ellos, parecen buena gente. Van a estar sólo una semana, así que lo tienen todo amarrado para ir a tiro hecho. Les inquieta cuando les decimos que Chichen Itzá está cerrado por huelga de trabajadores… al menos hace unos días. Nos despedimos y al pasar por zona de restaurante/tours, preguntamos por precios y horarios del tour. Ya hoy es es tarde, pero mañana seguro que lo hacemos.
Nos vamos en busca de una playa pública a la que poder entrar a ver la puesta de sol. Preguntamos a uno de seguridad y nos dan las indicaciones para llegar al único acceso público en toda la cara este de Cozumel… Como canario, originario de tierras turísticas, donde la masificación, y estos casos de privatización de público los hemos vivido, estas cosas me dan mucha rabia. La costa es pública, pero si el territorio es privado y no hay organización ocurren estas cosas, oa propia gente del lugar se queda sin acceso a su tierra…
Damos con el acceso a Playa Mía. Hay que pasar por unas puerta apenas entreabiertas… la verdad es que en lugar de público me siento un ladrón. El camino no es largo y al llegar damos con una playa bonita (son todas parecidas, ya que no hay calas y son rectas y largas). Lo más interesante es el ambiente de gente local o como mucho turismo nacional, que le da un sabor distinto a la típica playa guiri. Nos sentamos a disfrutar del atardecer. En lo que voy a por unas cervezas, me encuentro a Sai con más gente pegada a la orilla y señalando… ya está! … seguro que han avistado algún bicho. Lo que no me esperaba es ver una aleta de tiburón según me voy acercando. Me pongo en modo foto/vídeo. Al poco se me acerca Sai, no es un tiburón, es una mantarraya, de hecho, al poco en lugar de una aleta surgen las 2… no deja en cualquier caso de ser emocionante, la gente se arracima curiosa frente a la orilla.
Cervecita en mano vemos el sol cruzar el horizonte en una puesta de sol de intensos colores rojizos. El mar es una balsa, cuesta creer que el otro lado tiene un mar tan vivo, con su oleaje continuo… aquí mientras parece una laguna… Dejamos pasar el tiempo con deleite hasta caer la oscuridad… que bonito…
Nos acercamos a la estación de ferry a preguntar como va el tema, nos preocupa no llegar a tiempo si nos quedamos hasta el lunes. Nos dicen que el billete comprado de forma anticipada es mas caro, que curioso no?, otra sacadera de pasta pa turistas como nosotros. Por suerte nos enteramos de que hay que hacerlo antes de 24 horas, y estamos al límite. Tenemos que hacerlo por internet y después de un par de intentos lo conseguimos. Ya está, deberíamos salir de aquí sin problema y madrugando menos (hay que estar antes de una hora del ferry).
Volvemos a Cozumel ciudad. Desde luego, las reticencias inicial se han esfumado. Es cierto que es una isla muy enfocada a turismo de elite, buceadores y norteamericanos en general (los precios muchas veces están en US$), pero la población se concentra solo en un punto y el resto está bastante virgen. Incluso en la ciudad, la zona pegada al mar tiene mucho restaurante guiri pero 4 o 5 calles adentro hay muchos restaurantes económicos, buenos y concurridos por nacionales. Volvemos al de anoche que nos gusto mucho y nos pedimos unas tortas a arrachera con aguacate y otra luego combianada, que nos calman el hambre y nos alegran el espíritu.
Mañana es domingo, mucha gente que ha estado de vacaciones o el finde se va. Al hacer una búsqueda en Booking encuentro un hostal muy guapo e incluso más barato, así que reservo y dejamos ya zanjadas nuestras últimas noches… Al terminar de cenar, pensabamos salir a tomar algo por ahí, pero estamos cansados así que volvemos al hostal.
A la vuelta, Sai a la cama y yo a escribir un ratito, que este viaje me está costando mucho mantener el relato. Bajo la luna llena, sentado por fuera del hostal para poder fumar, avanzo casi 2 días y ya cansado me voy a la cama.
Ya no nos queda nada… salvo disfrutar hasta el último minuto! Buenas noches!