Viernes 30 de Diciembre de 2022
Uxmal
Me despierto a las 2:00, principalmente porque tengo ganas de ir al baño, podría aguantar, pero despertarme me hace sentir el fresco que hace y que dos hordas de mosquitos me han crujido como no recuerdo en mi vida. Pueden ser perfectamente del orden de 40 picaduras en cada brazo. Trato de ignorar el tema y dormir, pero al poco voy al baño. Al volver ya no concilio. Ya me he rescado un poco y soy conciente de que me han hurtado algún que otro litro de sangre, estos mosquitos chingones.







































Aun así vuelvo a la hamaca y paso casi una hora antes de dormirme. A las 5:00 ya me despierto con frío. Me decido, despierto a Sai y le digo que tengo que irme sl coche a dormir y me dice que esta helada. Reconfiguramos el Jeep, inclinando los sillones de atrás hasta forma una superficie más o menos plana. Es tumbarnos allí sin más, pero pegaditos no se siente el frío ni los mosquitos.
Bufff… lo de la hamaca lo compro… dormir se duerme bien… pero meterte en la hamaca sin ton ni son no es buena idea:
- No seas iluso, si estas junto al mar va a hacer fresco. A poco que corra brisa. Si duermes en una hamaca ten a mano una mantita o algo de abrigo.
- Yucatán, trópico, jungla… si además estás en zona de rías y manglares… tío, mosquitos hay… y hay muuuuuuuuchos!!!
A las 9 me levanto. Un baño rápido en el mar. El agua no está clara y es un poquito limosa en esta zona. Ducha y cafe con la gente del camping. Jose está sentado con el que lleva el camping y una pareja uruguayo/argentina. Todos tienen muchos viajes a cuesta, y han prácticamente toda América. Después de un rato se plática, nos despedimos y cogemos rumbo Uxmal. El camino es similar al que hicimos el otro día, pero paaando por otroa pueblitos.
Nos toma 2 horas llegar a Uxmal. Inmediatamente nos sorprende la cola para comprar loa boletos y luego su precio. A Jose ambas cosas lo echan pa’tras, y decide quedarse por allí esperando. Sai y yo si queremos entrar. La cola no dura demasiado.
Recorremos todo el recinto en una hora y media sin gran prisa. Pese a la cola, no hay mucha gente en el complejo y se visita con comodidad. Nos encanta… los que hemos visto hasta ahora diría que me han gustado más, más auténticos, más Indiana Johns… este esta todo muy limpito, no hay tanta roca con musgo y líquen. También entiendo que hay mas reconstrucción. Por contra, casi la mayoría de edificaciones están acordonadas desde la base, de modo que no se puede visitar casi nada, tal y como hicimos en Palenque o Yaxchilan. Eso sí, me emociona ver por primera vez el área del juego de pelota incluyendo el aro, que hasta ahora no habíamos visto. También nos llama la atención la cantidad de iguanas que merodean. De cualquier ranura en un muro las vez asomar la cabeza, cual gárgolas maya.
Pasadas las 14:30 estamos fuera, como habíamos quedado con Jose. La idea es dormir en Mérida. Hemos estado mirando alguna opción y de camino reservamos una que pinta bien. Pese a ser una población grande, no tenemos ningún problema en llegar hasta nuesto nuevo hogar. Hemos reservado en una habitación compartida pero de solo 4, así que somos mayoría… ; )
El hostal está increíble, me sorprende, de lo mejor en estas semanas y eso que es económico. Los espacios comunes son muy acojedorea, una sala con billar, una zona de mesas al aire libre, junto a una pequeña piacina con hamacas… y un enorme jardín donde dejar el coche durmiendo. Pa’ más inri incluye desayuno, ya veremos mañana.
Nos duchamos, lavamos ropa, tender y nos echamos a andar hacia el centro. El barrio donde estamos está muy cerca del centro, sencillo, pero lindo, de casitas de colores una onda a campeche, pero mas sencillo y muy tranquilo. Segun seguimos subiendo me sorprende porque va cambiando bastante. Para empezar, de la tranquilidad inicial vamos pasando a algo mas parecido a una ciudad en cuanto a movimiento y vida. Al llegar al pleno centro, la arquitectura coje un poco de porte colonial. Yo solo veo La Lagunas, mezcladas y reconbinadas, con variaciones de las calles de mi infancia, plazas y parques. Sin embargo hay edificios con un claro sabor local. La catedral nos gusta. Deambulamos por allí hasta dar con la oficina de turismo dentro del palacio de gobierno. De todo lo que nos cuentan muy amablemente, nos quedamos con una ruta guiada y gratuita, de 2 horas mañana a las 9:30. También nos dicen que hay unas proyecciones sobre la Catedral a las 20:00. Nos bifurcamos. Sai quiere comer y ver la proyección, yo no estoy muy interesado y me apetece mas un sitio agradable para sentarme a escribir y tomar algo, Jose cree que lo suyo es dar una vuelta y volver al hostal a prepararse algo de comer. Cada cual hace un poco lo que quiere.
Yo sigo encontrando las ciudades bonitas, pero me falta un peldaño en la escalera entre lo muy económico y lo turístico. Me falta lo popular… supongo que la gentrification y una estructura social con mucho pobre y mucho rico, no favorece. Sin embargo encuentro lo más parecido a una cantina de peli de vaqueros que he visto en todo el viaje, me cautiva el ambiente y alli le quedo. Aprovecho para escribir, que en este viaje me está suponiendo un tormento. No consigo encontrar apenas mi espacio y tiempo para hacerlo con tranquilidad. Si no estoy sólo, me platican sin parar y yo, no consigo centrarme a penas. No solo voy retrasado, sino que no consigo tener la calma para pensar y desarrollar, de modo que eo diario se me está quedando un tanto vacío de análisis y reflexión…
Por otra parte, este viaje cojea desde el principo en ritmo. Lo inicié con Jose, que viaja por 3 meses, así que tiene tiempo para ir avanzando al trantrán. Si un día no hace nada, o no puede hacer lo que quiere no es un drama. Para mi con 4 semanas, no me puedo permitir el lujo de avanzar tan calmoso. Luego llega Sai, que tiene poco más de 2 semanas y necesita exprimir su tiempo, de modo que la inversión le cunda al máximo en experiencias. Yo ando atrapado en este sándwich de extremos y por momentos quisiera cojer la mochila y seguir a mi bola…
Al rato de sentarme a escribir llega Sai, que se queda conmigo cena y ya nos vamos juntos hasta el hostal. Al llegar ella no tarda en irse a la cama y yo me quedo de charleta con Jose un rato. Antes de la 1 nos vamos a dormir.
Buehhhhh… durmamos…