Jueves 22 de Diciembre de 2022
El Sumidero
Nos levantamos a las 7 ya que a las 8:45 tenemos que estar en la plaza para salir al tour y queremos desayunar antes, pues el día será largo. En 15 minutos estamos fuera y en otro tanto estamos en el punto de encuentro, que queríamos tener claro antes de desayunar. Lo hacemos en el mismo sitio que ayer cenamos, pero nos sale el tiro por la culata. El desayuno no es barato ni satisfactorio, pero cumple su función.




































20 minutos antes de la hora estamos en el punto de encuentro. Junto a nosotros hay un banco, y en la calle hacen cola indigenas formando una cuadrícula, muchos de ellos han dejado su bolso en el suelo y se han cruzado la calle para ponerse al sol. El día esta fresco pero no hay ni una nube y entre el sol y la sombra hay un abismo. Mr produce cierto pesar verlos así esperando, cualquiera diría que se trata de una suerte de patíbulo.
Al llegar la hora, un guía nos va nombrando a la par que nos pone una cinta en la muñeca. Cuando estamos ya todos, vamos hasta la furgo y tiramos. Son algo mas de hora y media. Bajaremos de los 2200 hasta unos 900, por lo que wl día seguramente será calentito. Yo no tardo en caer frito, aunque despierto de vez en cuando para modificar mi tetris de piernas.
Al bajar cruzamos un mar de nubes, dejando atrás el radiante día para terminar bajo las nubes, aunque poco a poco el día va abriendo hasta quedar totalmente despejado. Abajo vemos Tuxtla, capital del estado de Chiapas. Bastante más grande que San Cristóbal de las Casas, pero iguales enclavada en un valle. Salimos de nuevo hacia lo alto y entre frondosa vegetación hasta llegar a nuestra primera parada, el primero de los 3 miradores por los que vamos a pasar. Los miradores se situan sobre distintos puntos del cañon, impresionante por su majestuosidad. Es bastante angosto y alcanza en sus puntos mas altos los 1200 metros de desnivel. Es pura fotogenia. Entre parada y parada, trabamos a hablar con un mexicano de Jalisco y un italiano, que cada cual a su manera hace su viaje. Cruzamos las típicas preguntas y respuestas, según uno ha estado allí a donde tu vas y viceversa.
Terminados los miradores nos toca otro paseo de 2 horas hasta el embarcadero desde el que empieza la ruta en barca por el fondo del cañón. El embacadero está en una zona flipante. Se trata de una inmensa presa entre verdes valles rotos por colosales formaciones rocosas. Antes de arrancar, el guía nos echa una charla pomposa, sobre su título de operador turístico avalado por la marina mercante y el supremo esfuerzo que hará en mostrarnos todos los animalitos posibles… blablabla… típico guía a ratos gracioso a ratos cargante… Seguidamente, y antes de empezar, nos acercan a unas barcas tiendas que nos ofrecen refrescos y cosas de picar… me parto la caja con el tinglado.
Por fin avanzamos. Pasamos primero por un islote cubierto de árboles y estos de aves de todo tipo. Vamos dejando atrás el enorme embalse formado por la presa y nos adentramos en el cañon. No tengo muchas ganas de escribir superlativos encadenados, mejor mirar las fotos. Paredes verticales inmensas nos conducen. Vemos cascadas, de hecho pasamos prácticamente por debajo, vemos monos araña aunque vastante lejos, vemos 2 cocodrilos muy cerquita, un halcón pigmeo muy raro de ver…
Llegado un momento, el cañón empieza a abrirse y el guía nos dice que hasta allí llegaba el parque, el resto del paseo lo hacemos sin pausas, por un terreno que se abre hasta convertirse en llanura. Cuando llegamos a Chiapa de Corso llevamos casi dos horas por el río.
Encuentro cierto encanto al embarcadero de Chiapa de corso, aunque segun bajamos desaparece al instante. Nos acosan los vendedores de baratijas… entiendo que debe ser una especie de venganza histórica, por aquellos preteritos trueques de oro por baratijas. El sol atiza con fuerza. Jose, el de Jalisco, el italiano y yo salimos huyendo pero no hay adonde. Chiapa pudo tener su encanto pero no se lo vemos entre tanto abordaje de mercancía para turistas. Encima el guía nos ha dado hora y media por si queremos comer, nadie quiere salvo 2 así que esperamos todos. Después de unas vueltas el mexicano nos invita a raspados a Jose y a mi. En un cajon lleva una piedra enorme de hielo que raspa y llena cual granizada un baso al que luego le agregas lo que quieras. Yo pedí de tamarindo al cual le añaden una salsa ligeramente salada y picante… delicioso!
Tras la larga espera volvemos y a dormir vuelvo. Una horita y media y estamos de vuelta justo después de caer el sol. De cabeza al hostal, ducha, lavado de ropa y de nuevo a abrigarnos. Salgo a cenar algo, Jose se apunta luego. Con pocas ganas de dar mucha vuelta termino cenando justo al lado, y resulta estar muy rico. Quesadilla de arabe, taco pastor y tapa arabe. Jose se acerca al poco y consigue algo vegetariano decente.
Según acabamos yo me bajo a dar una vuelta, escribir y tomar algo. Jose baja luego, pero nos liamos de nuevo y casi por suerte nos encontramos. Unas birras y pa casa. Por el camino compramos cafes y chocolates pa preparar en nuestro hogar y tomar calentitos en la terraza.
Tengo muchas cosas de las que me gustaría escribir con calma y mas descansado… Son casi las 00:00 y con un pié en la cama.
Mañana sale Sai de Madrid y llega aquí a las 20:00 por Cancún. Dormirá alli y al día siguiente nos encontraremos en Palenque. Ella vía avión a Villahermosa y luego bus, y nosotros salimos mañana por la noche en bus nocturno, así que mañana a echar el día por aquí hasta meternos otras 9 horas de bus…
Buenas noches y hasta mañana!!!