Sábado 24 de Agosto de 2024
Perseguidos y corriendo
Yo apago el despertador y me doy la vuelta… por suerte Sai reacciona al suyo de modo distinto… si no, esto lo estaría escribiendo en China y no en Madrid. Las 4:30 de la matina no son horas de levantarse, debería estar incluso prohibido… Con todo preparado desde anoche, media hora era lo suficiente para estar en la puerta del hostal a las 5 en punto.







El taxi llega puntual y yo duermo hasta el aeropuerto. Llegamos las 2 horas antes de rigor. Hacemos checking, ya que no hemos podido hacerlo vía web. Con nuestras tarjetas Kunming-Shanghai y Shanghai-Madrid afrontamos los controles. Sai se parte el culo cuando empiezo a sacar mecheros, tengo 4… solo he comprado uno?. Control de documentación, ok. Vamos en busca de nuestra puerta de embarque, damos con ella y dejamos las cosas allí. Yo quiero buscar el fumadero y Sai gastarse los dineros que le quedan, a mi me quedan casi 20 € en yuanes, una sopa estaría genial, pero primero fumar. En eso que oigo a Sai llamarme, me viro y la veo que me hace señas para que vaya.
Cuando llego la veo junto a un poli con cara amable, lo que no me prepara para lo que sigue… me muestra su móvil, hay una foto mía y luego me muestra otra de la mochila, del escaner de la mochila… Uhmmm?! Me muestra en el móvil la palabra termómetro, no entiendo, no, no tengo termómetro, Sai me chilla que sí, que sí tengo, donde? replico. En el neceser. Ah.. es posible… sigo sin entender, en el fondo estoy medio tarumba todavía. Abro busco neceser, abrimos y ahí está! El poli nos pide amablemente quedarse con él. Yo ya lo entiendo, es un termómetro de mercurio, debe ser el mercurio… Ok le digo, a la par que Sai le pide que no? La miro extrañado, es de los antiguos, mi madre, mi madre lo puso… no recuerdo si me descojoné, o fue solo por dentro… tome tome… llevese el maldito termómetro, que no quiero problemas…
Ese es el momento en el que finalmente la realidad me alcanza… es como si mi ser fuera elástico y la velocidad de los acontecimientos me hubiesen estirado en el tiempo… la consciencia que había quedado atrás, una vez liberada, ha salido disparada y golpea con toda su fuerza mi ser… Madre del cordero! Esta gente, después de que hubiesemos pasado el control, de algún modo, las imágenes han vuelto a pasar un segundo control, ignoro si con supervisión humana o algún tipo de análisis automático asistido por IA… lo cierto es que ya nos habíamos ido, y en algún lugar sonaron las alarmas, alguien iba con una dosis letal de mercurio en su mochila… ?
Sai y yo hemos hablado del tema unas cuantas veces. Es interesante conocer el relato desde el punto de vista de Sai: Estabamos en que buscabamos la zona de fumadores. Sai me oierde vista, pero en esas ve a un poli y se dirige a él y le pregunta donde hay una sala de fumadores. El poli le dice que sí, pero primero lo primero, le muestra el móvil a Sai y de repente me ve en varias fotos sacadas de las camaras de seguridad, en distintos ángulos. Sai se horroriza, no solo por la mala pinta con la que salgo en las fotos, sino por que todo aquello pinta muy mal. Para su tranquilidad el poli le muestra a continuación una foto del escaner de la mochila con un círculo en torno a algo, y debajo escrito tanto en chino, como en cristiano: thermometer. Las imágenes que ha visto Sai en el móvil del poli estan en una aplicación tipo chat, en la que ella quiere entender que según se desarrollaban los hechos, diversos actores iban poniendo imágenes o dando instrucciones de por donde íbamos. No hay que perder de vista, que en el momento en el que salta la alarma es en relación al escáner de una mochila, pero nosotros ya nos hemos ido.
De este modo, la secuencia de acciones debió ser tal que:
- Escáner de mochila: Alarma
- Identificación de mochila real: Ese escáner a que mochila pertenece?
- Identificación del sujeto: Quien co*o cogió esa mochila?
- Seguimiento: Una vez identificado el fulano de tal, trazar un seguimiento basado en cámaras.
- Localizar: Enviar un agente apoyado en la información que están analizando otros para llevarlo hasta el sujeto en cuestión.
- Resolución: Obtener el termómetro o… desactivar al sujeto?!
Tal vez lo más curioso de todo, es que después de dejar las mochilas, y antes de dar con el poli, mientras subíamos las escaleras mecánicas, le iba contando a Sai algo que había leido la semana pasada: al parecer, en el aeropuerto de Tokyo desaparecieron unas tijeras… horas después se habían canselado 36 vuelos!!! Segundos después de contarle esto, ocurrió todo lo relatado, lo cual también sobrevoló en su cabeza mientras lo vivíamos…
Buehhh… el termómetro de la discordia acabó en manos del amable policia, que a continuación nos acompañó a la sala de fumadores, que no estaba allí mismo. Yo me echo un piti y luego tiro al baño. El baño son todo retretes menos 2, que tiene tazas, todos ocupados… espero delante de uno de los que tienen taza, y espero y espero, y desespero y ya le toco a la puerta… por la sombra que veo bajo la puerta el tipo está de pie… me voy encochinando… finalmente sale… a mi me urge, y aunque resuelvo rápido, empiezo a oir a Sai dandome voces desde fuera, desesperada por mi retraso. Lo cierto es que el Thermometer Event, nos había consumido buena parte del tiempo que teníamos y ya no queda tiempo para nada… salir y ligeritos a la puerta de embarque que ya van avanzados…
Son 3 horas a Shanghai… las duermo enteras… Llegamos pero no… el avión tarda una eternidad en llegar hasta el desembarque… el acceso no es por finger, montar en el bus y otra vez a esperar en medio de la pista, tenemos que ceder paso al despegue de 2 aviones antes de saltar a tierra. Las voces preocupadas de un grupo de 3 italianos, nos hacen revisar nuestros datos .. no tenemos ni 30 minutos para el embarque, tenemos que pasar mil controles y… sabemos que estamos en otra terminal!!!! Jurrrr!!!
Aprovechamos la inercia de los italianos que van gritando por delante que no tenemos tiempo, les van abriendo pasillos para adelantarnos en las colas y nosotros detrás. Pasamos los controles de seguridad, documentación y equipaje, todos a golpe de gritos y colarnos con el beneplácito de los de seguridad. En el control de equipaje me hacen pasar la mochila varias veces por el paraguas y por la bolsa negra de ropa sucia, quédate el paraguas y la ropa sucia! Que más!? Que más quieres ver?! Según sale la mochila, la de seguridad me sonríe como diciendo, anda, anda, tira…
El transito entre terminanes es rápido en el tren y yo me empiezo a relajar… Seguimos corriendo, como desde el principio, ya sean pasillos, cintas de transporte o escaleras mecánicas… hasta que por fin llegamos… no-ha-empezado-el-embarque!!!
Nos relajamos hasta el punto, de ir al baño y buscar tiendas donde gastarnos los cuartos restantes. Lo logramos… todo completado!!! Luego veríamos que el vuelo tuvo 22 minutos de retraso… tal vez ni corriendo tanto hubiéramos llegado…
Hay 13 horas hasta Madrid, yo duermo 11 porque hay que comer de vez en cuando. Sai no cuenta lo mismo, algo le sentó mal y tiene un viaje horrible, dolor de tripas y no retiene ninguna de las comidas.
Como de costumbre, la madre de Sai nos va a recoger al aeropuerto. Felices reencuentros. Besar tierra… una vez más, hemos vivido un viaje increíble y aunque batallitas hay que contar, nada irremediablemente malo nos ha ocurrido… y eso… siempre está en una de las caras de los dados del destino… de modo que solo gratitud y felicidad, por estar de vuelta, enteritos, sanos y salvos… y eso es lo único que pido, cada vez que pongo el pie el el aeropuerto de salida….