Martes 30 de Julio de 2024
Llueve
Esta mañana nos hemos despertado con un día lluvioso… llueve con ganas y además está totalmente cerrado… no hablo solo del cielo y nubes, hablo de niebla de la que no vez a 10 metros… nos volvemos a la cama…





















A las 10 nos levantamos despacio… poco se puede hacer. Nos aseamos y bajamos a desayunar. Está toda la muchachada reunida entre el salón y una especie de comedor, sala de estar. Nos saludan todos riseños y amablemente. El dueño nos ofrece desayuno chino, aceptamos y al rato nos traen unos noodles. Desayunamos tranquilamente, a ratos cruzamos frases con el dueño, o alguna de las chicas, que son las más curiosas… cuantos días viajamos, de donde veniiiimos, a dondeeee vaaaamoss…
Cada vez entendemos mejor de que va el campo de trabajo. En la sala de estar, los jovenes universitarios están dándole clases a los niños, muy probablemente sea una especie de trabajo comunitario. Vendría a ser como una especie de campo de trabajo. El hostal ofrece a los universitarios la oportunidad de pasar unos días aquí por poco dinero, ellos aportan con su trabajo al hostal y a los niños y el hostal ofrece a la comunidad unas clases de apoyo/refuerzo así como actividades enriquecedoras a los niños de la zona. En este momento salen de la sala y van a la terraza, donde cafa niño hace una especie de jardín efimero, poniendo musgo, plantitas y flores en un tarro de crital. Al rato vuelven a «la clase» (la sala de estar) donde parece que trabajan conceptos sobre lo que acaban de hacer… nos gusta lo que vemos.
Le preguntamos al dueños si hay algo que podamos hacer con este tiempo. Nos sugiere que vayamos por la carretera hasta unas aldeas cercanas. Ok. Dejamos la ropa de ayer lavada y tendida, con la esperanza de irnos de aquí con todo limpio. Salimos, son en torno a las 12.
Nos han prestado un paraguas, no había dos, en una calle cualquiera nos hubiera valido, pero en estas vereditas, con la vista siempre al suelo para no patinar, solo vale para uno. El chipichipi arrecia y ya es lluvia. No hemos hecho más que salir del hostal y ya nos hemos vuelto a perder… pero que brujería es esta! Es cierto que solo hemos llegado de noche y mirando siempre al suelo para no caer, pero no me suele a mi pasar esto y me empieza a cabrear… arrecia, me pongo la capa, y nos quedamos bajo un alero… Respiro hondo, tengo ganas de cabrearme, pero no tiene sentido, ni objeto ni razón. Nos miramos, media vuelta? Dale… y volvemos al hostal…
Para empezar, nos subimos a la terraza-azotea, que hay una zona cubierta y desde donde podemos disfrutar de la lluvia, y a ratos ver algo entre la niebla. Nos entretenemos haciendo figuritas con material escolar que se han dejado los chicos por allí. Lo cierto es que el albergue es un poco desastre. No soy capaz de hilar una historia coherente sobre el mismo… La habitación esta bastante bien, pero hay zonas comunes totalmente avandonadas, donde parece que se puso ese cubo hace 5 años y nadie lo ha tocado. Zonas con un desorden próximo al delirio de Diógenes. Arreglos u obras que parece que empezaron y se quedaron congeladas en sus primeros estadios. Otro tipo de caos está más relacionado con el grupo de universitarios, como todo lo que hemos encontrado en la azotea al sentarnos a ver llover.
Mientras estamos arriba, los chicos empiezan a practicar una canción en inglés… hacen coros, y supongo, porque no veo, que incluso coreografías… Luego sentimos silencio y nos preguntamos si se echarán la siesta. A Sai le gusta el concepto y yo voy detrás. Total… nada mejor que hacer que descansar un rato.
Poco antes de las 6 de la tarde nos reactivamos, con la idea puesta en intentar dar con el sitio donde mañana cogeremos la van para ir hasta Xinjie. Bajamos para hacernos con unos paraguas, pero al hablar con el dueño, el nos dice que mañana nos acompañará. Se lo agradecemos mucho… no queremos estar perdidos por los vericuetos estos a las 7 de la mañana. Están empezando a servir la cena, decidimos salir de todos modos para ir a la tienda a comprar unas cervecitas para esta noche. Por fin somos capaces de hacer el recorrido sin equivocarnos! Volvemos al hostal no nos sentamos a cenar con todos.
Como en las otras comidas, sirven hondillas con distintas comidas al centro, que ahora se que hacen ellos mismos. Junto a estas unos grandes perolos de arroz salvaje e integral, perfectisimamente cocinado. La dinámica la misma, en tu pequeño cuenco te pones arroz, y con los palillos vas cogiendo de cada fuente la cantidad de un bocado. Cuando estas terminando tu cuenquito, te lo llevas cerca de la boca y con los palillos empujas resto al interior de la boca. Nos gusta todo mucho. Variado, sabroso y sano. El dueño nos dice que esa es la cena, pero que dentro de 2 horas harán barbacoa!!! Una segunda cena? Le digo asombrado, el lo confirma risueño.
Los chicos empiezan a practicar su canción, y al poco nos subimos a la habitación a preparar un poco la mochila de cara a mañana y escribir un rato. Cuando lo tenemos, bajamos. Sai se queda en «la sala de estar» y yo en el salón. Durante un rato estoy tranquilo escribiendo, aunque siempre se acerca alguno a preguntarme al ou ofrecerme un piti. Justo estaba hablando con una de las chicas que muestra mucho interés por aprender palabras en español, cuando viene un enviado de Sai, que me manda a llamar así que voy para la sala de estar.
Estan todos sentados en torno a una mesa cuadrada rodeando a Sai, que lleva ya por lo menos una hora hablando chino. Al llega me hacen sitio, al parecer tenian dudas sobre el viaje que hicimos hace 6 años, aunque en el fondo Sai quería que fuera para allá y le llevase una cerve. Después de hablar, o más bien, contestar al interrogatorio de diversas preguntas, nos proponen que cantemos algo en español. Después de darle unas vueltas, cantamos La Flaca… la ovación final se oyó en todas las terrazas de arrozales de la zona. Luego cantaron ellos, luego tocó una canción que traspasa fromteras y une almas… Titanic… bfff … madre mía que risas… luego We are the world, alguna más tradicional china, Sai se marcó un Despacito y bueno… bueno… bueno… que gente, que sencillez, que candidez… lo flipo de verdad…
Tal vez hoy nos quedamos sin seguir viendo las terrazas, pero las vivencias tan proximas con gentes de otras culturas no tienen valor.. ha sido fantástico… hemos dicho que nos vamos mañana a las 8, y todos se lamentan… pasadas las 12 no despedimos que aun nos queda… Fotos de grupo, cálida despedida…
Subimos al cuarto, remato el relato y lo que quedaba de mochila. No lo he comentado antes, el dueño me ha dicho que ha dado con un conductor que por el mismo precios que oagariamos por los 2 trayectos hasta Yuanyang, nos lleva del tirón, así que incluso oode.os salir un poco más tarde. Quedamos en el salón para mañana a las 8…. fantástico!!!
Bueno… lo dicho… a dormir!!!
Buenas noches!!!