Lunes 29 de Julio de 2024

Terrazas de arroz

En algún momento me despierto, había corrido las cortinas, pero algo de luz se filtra, así que debe de ser ya de día. Me levanto y miro por las ventanas, ahí están la terrazas… que bonitas… Sai sigue durmiendo y lo necesita y yo sueño tengo y también me vendrá bien descansar. Me meto en la cama y duermo hasta las 11, cuando Sai revive de entre los muertos.

Arranque lento, ducharnos, y organizarnos un poco. Sobre las 12 bajamos, saludamos a la muchachada y hacemos el checking que anoche no llegamos a hacer. Le preguntamos al dueño por nuestra salida hacia Hekou dentro de 2 días, ya que tenemos entendido que el último bus sale para Hekou desde Yuanyang Nansa a las 10:30, y hasta allí pueden ser más de 2 horas. Nos lo confirma y nos explica como hacerlo, a la par que nos anota los nombres… estupendo! eso sí a las 7 de la matina, tenemos que estar saliendo.

El dueño nos dice que están a punto de comer, que si queremos apuntarnos, Sai no tiene mucha hambre, pero yo apenas cene, así que nos apuntamos, y ya dejamos el almuerzo listo. Nos sentamos en la terraza con los chicos y chicas… se ríen… sin universitarios, pero tienen un punto de dulzura que los hace parecer aún más jovenes. Nos traen unos boles pequeños, en los que servimos un poco de arroz y luego añadimos comida de varias fuentes, algo de pollo, algo con huevos y unas papas cocidas en tiras con algo. Todo pinta ser comida suave y así es, mu rico too. Un hombre que come a la mesa, me reprende por haberme puesto un poco de cada cosa. Aquí lo correcto es ponerte el arroz y muy poquito de algo, y repetir las ceces necesarias… me disculpo, le prometo que he aprendido la lección. Al poco nos traen unos fideos de arroz frito para nosotros, damos buena cuenta.

Al terminar seguimos de palique con los chicos, finalmente bos queda claro en que consiste el tema. Tal y como suponía era una especie de campo de trabajo. La mayoría son de Yunnan, pero no todos. Han pagado el transporte y la comida, pero el alojamiento les sale gratis, colaborando y realizando algunas tareas. Ninguno se conocía, pero parecen formar un bue grupo.

Subimos a la habitación, lavamos la ropa y la tendemos. Subimos a la azotea y flipamos con las vistas, estamos en un lugar privilegiado. Arrancamos a caminar por los arrozales justo cuando empiezan a caer unas gotas. Salimos con nuestros chubasqueros y ponchos listos para sacer en cualquier momento.

Me ahorro la descripción de la belleza (ver fotos) de este paraje, patrimonio de la humanidad, porque resultaría uncluso empalagoso, de lo bonito y de la paz que se siente en un lugar así. El dueño nos había marcado un par de puntos de interés en el maps me para visitar, y alguno más si ibamos con fuerza… Salimos cuesta abajo siguiendo el arroyuelo según la ruta de maps.me. Paramos muchísimas veces porque es todo tan fotogénico que no podemos para de hacer fotos. También vamos lento porque está todo mojado y las malditas Salomon, no veas como resbalan… Sai lleva otras y le ocurre lo mismo, y yo me las compre hace poco, pero he tenido varias y siempre igual… juro y prometo, que no me compraré otras nunca más. Los amagos de resbalón son múltiples y… no es un buen sitio para meterse un hostia… Extremamos al máximo el cuidado al pisar, incluso en suelo llano…

Llevamos un rato bajando cuando miro el maps.me y parece que nos hemos salido de ruta pero… es que no hay otra, salvo tirarse a los arrozales y nadar por ellos… avanzamos un poco por si es el GPS, que no es raro que de saltos, pero naaahh… sigue divergiendo. Decidimos asegurarnos que no hemos dejado ninguna desviación y cuesta arriba retrocedemos… naaahhh no hay ninguna otra vereda, volvemos a avanzar, pero finalmente llegamos a un punto donde nuestro camino tampoco parece que vaya a ningún lugar… joeeee… lueve desde hace un rato, así que ya vamos con los ponchos enfundados… ainsss… da rabia, pero no nos queda otra que desandarlo todo hasta el principio o si acaso hasta alguna bifurcación…

Llegamos hasta arriba y nada, decidimos optar por plan B, tirar por otro de los caminos en dirección a otro de los puntos de interés, con la idea de poder disfrutar de otras vistas del valle. El camino es bonito y aunque no volvemos a tener vistas de interes, hay muchas casitas distribuidas a lo largo del mismo, lo cual nos permite verlos en su día a día, sus costumbres, el diseño de casas, etc. Las mujeres mayores suelen ir con los trajes tradicionales. Aquí van coronadas por una especie de gorro de un lila oscuro. La mayoría son Hani o Yi, aunque los Hani sonlos que llevan emplazados aquí más tiempo, según dicen, llevan al menos 1700 años en la zona cultivando arroz y construyendo sus magnificas terrazas.

Llegados a un punto abandonamos el camino y subimos hasta la carretera por unas escaleras dignas de Led Zeppelin… Avanzamos un rato, pero ya son las 18:00 y no debemos alejarnos mucho más, ya que aunque volvamos por la carretera nos queda un tramo, de modo que volvemos. Cuando llegamos justo a la entrada para bajar hasta el hostal desde la carretera, vemos un restaurante con buena pinta, y una terracita cubierta… uhmm este puede ser el colofón del día. La cocina parece interesante, tienen cerves y mesitas… ala, aquí acampamos. Justo hemos pedido, cuando Sai se da cuenta de que no tiene las gafas… joe… decide retroceder un poco a ver si las encuentra. Al rato me llama por WhatsApp, ha retrocedido hasta las escaleras y no las ha visto… esta por bajarlas, y llegar hasta el último punto en el que recuerda tenerlas … bfff… eso ya son palabras mayores… pasa un rato y la llamo, no contesta… espero y llamo y no contesta… me preocupo… se me pasan cosas por la cabeza que destierro de inmediato… al poco aparece… naahhh… no hubo suerte… lo encaja bien… de hecho parece un ritual, en cada viaje pierde algo, cual tributo a un ignoto Dios del Viaje… por suerte yo he traido unas pequeñas de esas de farmacia, que ella ya ha usado, no es su graduación, pero no ve mal y le queda simpáticas… así que ya tiene gafas nuevas.

Sai se ha metido una paliza extra, ya que casi se metió 1 hora más de pateo, ahora tiene calor, pero estamos empapados y la temperatura es tirando a fresca Decidimos entrar dentro a comer. De la misma vitrina seleccionamos ternera, setas, ajetes, calabacín y berenjena, para que nos preparen 2 platitos que biene con arroz… que bien nos sientan… delicious!!!

Al terminar cojemos camino al hostal, rumbo abajo, noche cerrada y lloviendo. Nos cuesta un rato dar con el camino entre casa y vereditas. Llegamos mas empapados si cabe. Lavamos la ropa, una ducha y a escribir. Mientras tanto Sai ha echo también la criba de fotos. Pese a todo es medianoche pasada. Dejo esto aquí y vuelo a la camita …

Buenas noches desde Yunnan : )

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