Domingo 12 de Agosto de 2018
Paseando ropa sucia
Anoche nos dieron las 2:00, disfrutando del distendido y buen ambiente, de la noche en Kunming. Terracitas, música, gente divirtiéndose plácidamente… Kunming nos empieza a gustar… Volvemos en taxi.
Como viene siendo costumbre, es domingo y dormimos hasta media mañana. Levantar lento, cafecito y nos ponemos a organizarnos, que mañana nos vamos de china y hay cosas que hacer.






















Por un lado recontamos la pasta y hacemos cuentas. Llevamos 24 días completos en China, nos hemos gastado poco mas de 45 €/día/person. La desviación respecto al gasto presupuestado ha sido de solo 1€ diario (menos), lo cual nos sorprende en su precisión. Por supuesto, eso incluye todo, alojamiento, comidas, compras, entradas, desplazamientos… ya haré un cálculo comparativo al terminar.
Resolvimos el tema del check-in del vuelo de mañana a Hong Kong, decidimos sacar toda la ropa sucia, pues llevamos puesto lo último limpio. Solo tenemos 4 mudas diarias, con objeto de llevar las mochilas lo mas ligeras posibles, yo llevo 7,9 kg y Sai 5,8. Es por ello que a poco que te descuides y no laves, te quedas sin ropa.
Miramos las cosas que ver, que no son muchas, buscamos lavanderías, trazamos una ruta y saltamos a la calle. La primera lavandería, nos sale en medio de una manzana, nos metemos dentro de una casa de una bajo, nos dicen que nones. La segunda sí, pero nos dice 3 días? No indican otra dirección, y lo mismo. Parece que aquí no se estila el típico autolavado?
Desistimos del tema y seguimos con el turismo. Después de las lluvias de ayer, el día se ha ido abriendo y se pone bonito. Recorremos las zona central donde hay una suerte de casco antiguo, con dos grandes pagodas y un templo que nos gusta mucho, porque es el primero que vemos fortificado sobre una muralla.
Por la zona encontramos un local de antigüedades y terminamos comprando bagatelas… moneditas y figuritas «antiguas».
De ahí el paseo lo hacemos por el río retomando hacia el norte, hacia nuestro hostal, para ir a otro templo y los jardines del lago y terminar comiendo y tomando unas zerbs por donde ayer.
Nos gusta el espíritu de esta ciudad. Es modernita, pero bastante tranquila, sin multitudes. Está bastante arbolada. La temperatura es absolutamente canaria, 22° gradetes… y es que todavía estamos a casi 2000 metros de altitud, lo cual la salva de los rigores de la canícula china. Sin embargo, aunque el centro muestra el típico despliegue de la nueva china imponente, al contrario que Chengdu, aquí sí se pueden ver cerca del centro los vestigios de la china gris… esos terribles bloques de vivienda grises, llenos de rejas, que más que casas parecen prisiones mugrientas. Tiempos en los que la calidad de vida debía reducirse a no dormir en la calle.
Pasamos por el hostal de casualidad, parada técnica, dejamos la ropa que hemos paseado por toda la ciudad y seguimos. Pasamos del templo, revisamos otra tienda de antigüedades, y seguimos al parque. Nos deleitamos con el ambiente y sus miles de flores de loto flotando sobre el lago. Nos sorprenden los grupos de gente tocando y bailando juntos… de todos los que hemos visto en china, los más auténticos.
Empieza a llover, corremos, nos mojamos, nos refugiamos y corremos hasta dar con una terracita cubierta donde tomar unas birras. Charlamos divertidos un rato… como si no hubiera un mañana, como si China siempre fuera a estar con nosotros, y no tuviésemos un avión que nos lleve mañana a otro lado, de sabores y sonidos similares… pero ya no será China. Sentimos nostalgia de todo la vivido, como si ya lo hubiesemos perdido y por ello lo disfrutamos redobladamente.
Nos despistanos un poco con la hora y empezamos a buscar donde cenar sobre las 21:00. Después de varios intentos fallidos damos con uno interesante… y con carta con fotos, que eso aquí vale un kilate, en su sentido pragmático. Comemos una vez al día… pero dios mío, de que manera… Caen otros dumplings, setas con verdura braseado en hojas de palmera, una fuente de cerdo con la mitad de los diablos del infierno convertidos en guindillas y el indispensable arroz. Es nuestra última noche en China… Bfff… ; )))
Al terminar otra birra para reposar un poco, antes de tirar al hostal. Yo no he podido escribir hasta ahora, así que se me hace un poco tarde, es hora de dormir.
Mañana volamos a Hong Kong a las 13:10, así que tenemos una mañana tranquila. En cuanto salgamos de China, nuestras tarjetas de datos, dejaran de servirnos, así que tiraremos de Wi-Fi. Nos quedan mas de 4 días… a disfrutar!!!
Bueno amiguit@s, un beso enorme!!!