Miércoles 1 de Agosto de 2018
Cena de reyes
Anoche estuvimos de cervecitas hasta las 00:00, de modo que hoy nos levantamos a las 10 y pico como señores. Nos preparamos el desayuno en la habitación, (venditas teteras!) ducha y pa’ la calle.
Ayer simplemente hicimos un paseo de reconocimiento por las calles del casco antiguo, de modo que hoy nos tocaba hacer las visitas de templos. Antes que nada nos hechamos unos pinchitos en la plaza principal, pa’ tirar todo el día hasta nuestra cena temprana.

























El centro mismo de Shagrila tiene una colina donde están el templo Da Gui Shang y la rueda de oración mas grande del mundo, 24 metros de altura. Estas ruedas son cilindros metálicos de cualquier tamaño, ornamentados con bajo relieves. Generalmente se colocan muchos formando una U que se recorre en el sentido de las agujas del reloj. Las personas van pasando de una a otra haciéndolas girar. Supuestamente, el efecto es equivalente a recitar un mantra. En este caso es tan grande que hacen falta muchas personas para hacer que empiece a girar. El templo también está bien, aunque empiezan a ser todos similares. Las vistas desde arriba si que valían la pena.
Bajamos, y en la misma plaza vimos otro templo y el museo del movimiento comunista. Luego nos fuimos un poco a las afueras y subimos hasta otra colina a ver el templo de los 100 Pollos, que a parte de buenas vistas tiene la singularidad de tener muchas gallinas pululando. Nos empezó a llover, pero pudimos refugiarnos un rato, antes de continuar. El templo estaba en reformas, así que poco vimos y poco pollos. Un hombre nos invitó a pasar a sus aposentos y allí nos fuimos un ratito, a calentarnos junto a la lumbre.
El resto de la tarde la pasamos paseando por la parte nueva, donde dimos con un sitio para alquilar una moto para mañana, con el cajero para sacar pasta y paseando llegamos de nuevo al centro. Una cervecita en una terraza y a cenar.
El sitio lo teniamos ya elegido desde ayer, muu buenas recomendaciones, sobre todo la fondue de carne de yak. El sitio estaba a tope, las dos plantas, y tuvimos que esperar un poco. Nos pedimos la fondue, unos momos que son la versión tibetana de los dumplings, una sopa y setas… que rico tooooooodooo… buass… como nos pusimos!
Cuando terminamos eran las 22:30 y nos volvimos al hostal a descansar. El paseo de vuelta me hizo revalorar Shangri La, y es que la ciudad vieja es especialmente bonita de noche…
Y bueno, a dormir, que toca… besos!!! ; )))