Viernes 27 de Diciembre de 2024
Sin luces y a lo loco
Nos levantamos poco antes de las 9, hora a la que le habíamos dicho de desayunar. Desayuno sin florituras. A la hora de pago veo que una botella de agua que pedí anoche, me la ha cobrado, lógico por otra parte, la cuestión es que el agua no sabía a manantial y se lo dije. Ohhh… me dice con cara de niño bueno… va hacia la nevera y vuelve con 2 botellas de litro y medio… a modo de disculpa… gracias y adiós, adios.







































Son las 10 y poco cuando montamos en el tuktuk y ponemos ruta en el Maps. En nada estamos. Vamos a visitar el Templo de Oro con sus cuevas. Aparcamos y cerramos el tuktuk con unas telas, que cubren totalmente las puertas, impidiendo el acceso simple (llevamos las mochilas) ya sea de humanos o monos (los hay por todos lados y son unos truanes).
Empezamos a subir escaleras y cuando vamos a la mitad vemos un cartel que pone que los guiris tiene que entrar co,n tiquet y una flecha indicando un camino que nos hace bajar todo lo subido pero por otro lado y andar un buen rato. Esta gente la verdad es que lo de la señalética se lo tienen que hacer mirar.
Ya con las entradas en la mano volvenos a subir. Que manía de hacer templos en lo alto, y encima son ascensos empina,dos por escaleras… cuando llegas arriba tienes la lengua fuera… pero hay que reconocer que las vistas son increíbles.
Este templo lo hicieron aprovechando un enorme (+20 metros) voladizo de piedra, de modo que solo hacía falta poner un muro y ya tenían templo. A lo largo del templo, se abren varias puertas que dan paso a cámaras de grandes dimensiones, generalmente con un buda en medio y un paseo al rededor del mismo, con mas budas a lo largo de las paredes. Los techos, que en este caso es la propia piedra, se encuentran finamente adornados. Sinceramente, me gusta mucho este templo… y es que su diseño se sale bastante de la forma habitual, lo cual le confiere un encanto singular.
En torno a las 13:00 ya estamos sentados en nuestro tuktuk cogiendo rumbo a Sigiriya. La distancia es pequeña, unos 15 km, así que no sé explicar porque vinimos llegando al Homestay de Sigiriya sibre las 14:00 y pico. He visto a Google Maps haciendo rutas muy raras, así que lo mismo nos coló un rodeo sin darnos cuenta. Ya hemos quedado en revisar las rutas antes de arrancar, por si las moscas.
El homestay en el que nos vamos a quedar es muy sencillito pero esta muy bien. Tenemos una cabaña para nosotros, con su porche, habitación decente y baño limpio y amplio. El dueño empieza la ronda de preguntas tratando de colarnos sus visitas y rutas… parece buen tipo y majete, pero no, no nos interesa. Eso sí, le damos un bolson de ropa, ya que al ritmo que vamos bien hemos podido lavar nada. Justo cuando vamos a llevar las cosas a la habitación empieza a llover con ganas … vaya… teniamos pensado subir al Pidurangala, una colina/montañita, que está frente al Lion Rock, atracción principal en la zona, pero pateo más suave y mucho menos transitado… pero si llueve así…
Nos centramos en aterrizar, organizar mochilas y demás. Luego vemos alternativas, sitio para comer, masaje ayurvédico, etc… Poco antes de las 16:00 nos ponemos en marcha a ver que hacemos, de momento acercarnos un poco al centro (si es que esto tiene un centro) y ya vamos viendo.
Lo cierto es que a poco que nos movemos, ha dejado de llover y no pinta que vaya a hacerlo, de manera que nos decidimos a intentar ascender al Pidurangala. Después de que Google Maps nos ofreciese unas vueltas sin sentido por la zona terminamos llegando? … parece que estamos, pero por donde arranca el camino… después de revisar la zona, pensamos que será por una pista… al rato ya dudamos… empieza a llover y la pista es un poco barrizal. Después de unos minutos llegamos a una señal que nos hace ver que vamos mal, volvemos. Al llegar al tuktuk, como si no hubiera estado nunca y esta vez no tiene culpa el Maps, vemos cual es la entrada.
En este país hay 2 precios, uno es para locales y otro para los turistas… pues bien que me parece… tal vez no tanto los precios, que son saladitos. Pero vamos, este es un país en el que no he visto aun extrema pobreza, todo es muy digno y el turismo le tiene que estar dando una buena entrada de capital.
La subida no dura más de 30 minutos, pero es otra pechada de escaleras. Todo el trayecto va bajo árboles, y por suerte no hace un día azul radiante, aun asi yo llego con la lengua fuera y sudando a mares. En la parte superior, primero hay un buda acostado hecho en ladrillos (habrá perdido su recubrimiento y pinturas), después de lo cual, hay un tramo entre piedra enormea, que hay que andar un poco con tiento, incluso en algun paso hay una cuerda para ayudar a hacer el ascenso, en cualquier no es escalada, se hace sin problema andando con cuidado.
Pasada esa parte llegas ya a un pequeño rellano, que está justo antes de hacer cumbre… pero ya ahí tienes una hermosísima vista del Lion Rock, levantandose recto sobre el valle, que desde ahi es un manto verde de vegetacion… Por suerte se abre un poco la tarde y el valle, aunque sigue inmerso en brumas, no son tan espesas como para impedir la visión… eso sí, un día completamente despejado, esta vista es de quitar el hipo.
Subimos un poco más, y culminamos. Sorprende la extensión de superficie de la parte superior. La recorremos toda para ver los valles circundantes en todas la direcciones. Como ya he comentado, zonas abiertas, lago, jungla, colinas y diques y palmerales dispersos… me encanta!
Está a punto de hacerse de noche (~18:00) y no sabemos que tal sera la bajada, así que vamos pensando en bajar cuando además empieza a llover algo. Nos ponemos chubasqueros y vamos hacia la salida, pero al llegar nos encontramos que un tren de turistas está haciendo el ultimo tramos (el lio de las piedras, cuerda, etc).. y por esa zona, es difícil que un grupo suba y otro baje… bfff… va a ver que esperar a que todos estos suban… Por suerte al menos deja de llover, y en una de esas, los que suben paran y dejan bajar, de modo que nos colamos en el grupo aprovechando el momento. Tenemos suerte y conseguimos salir de esa parte rápidamente… Nos sorprende ver lo bien iluminado que esta la bajada, no habiamos sido consientes… así que bajamos ligeritos hasta abajo en poco tiempo.
Al llegar al tuktuk, Sai trata de ponerlo en marcha pero se le cala continuamente, una y otra vez. Veo una piedra junto a la rueda, y la quito, pero nada. Finalmente lo consigue después a base de insistir… es en ese momento cuando le pregunto: quitaste el freno de mano? Uhmmm… no! Jajajajaja… la verdad es que por la posición en la que se encuentra, ya nos ha ocurrido alguna otra vez. En esta ocasion todos los tuktuk’s drivers estaban observando la faena, así que tal vez no se nos olvide otra vez
Una vez en el tuktuk, retomamos los planes alternativos. Pero según avanzamos vemos que no vemos. Que pasa? Sai comprueba que en efecto vamos casi a oscuras. mientras vamos junto a otro vehículo bien, pero en cuanto nos quedamos solos vamos a oscuras!!! Yo saco el móvil y pongo la linterna, para que al menos el resto de vehículos nos vean venir. No tardamos en llegar al centro, paramos y le preguntamos a un conductor de tuktuk. El le pregunta a otro, que dice que en 5 minutos nos ayuda. Mientras tanto al otro le da por probar, y a poco que toca los controles enciende los faros!!! Que tocaste, dice Sai… el buen hombre le explica y tan aliviados como azorados nos despedimos dandole mil gracias.
Proseguimos con nuestros planes. Sai ha encontrado un sitio altamente recomendado de masaje ayurvédico, y yo he encontrado la venta/bar local, donde venden cerveza. Sai me deja en el bar y se va al masaje. La venta/bar es de lo mas peculiar. Para empezar fuera pone Sigiri Restaurant (cero restaurante)… al entrar puedes ver una serie de mesas dispuestas delante de una pantalla grande en la que están poniendo vídeos musicales con música del país? Pinta como un karaoke. Al lado derecha, donde debería haber una barra al uso, hay una verja de abajo a arriba, y dentro neveras con latas, botellas y tiradores de cerveza. Me pido una jarra y busco un sitio un poco discreto. Estoy rodeado de personajes locales, todo es fase de moco, moco y medio… son los genuinos y exóticos borrachines locales… en su mayoria adultos casi viejos. Por suerte el estado de ebriedad no parece inducirles a un estado de manifiesta violencia, alguno me saluda o sonrie.
Aprovecho la hora y pico que paso allí esperando a que salga Sai del masaje para adelantar el diario que lleva mucho retraso. En algún momento saco mis gafas Ray-Ban / Meta de espia de la CIA y hago al descuidero unas cuantas fotos del personal.
Antes de darme cuenta llega Sai, supercontenta con su masaje. Para empezar ha sido una clavada a precio europeo, pero esto no es un masaje normal, es todo un sistema de medicina tradicional de la India, donde una gran parte de la población acude a ella regularmente. Resumiendo mucho, tuvo que entrar como en una especie de sarcófago lleno de hierbas, este se llena de vapor caliente, mientras dejas la cabeza al exterior. Luego te cubren la cabeza con un paño y realizan un masaje… para mas detalles preguntar a Sai…
Poco antes de las 22:00 ya estamos de vuelta al hostal y nos ponemos con las fotos y el diario. Yo quiero subir sí o sí al menos un día y a parte del cansancio tengo muchos problemas con la subida de fotos… cuando me doy cuenta son las 1 larga de la mañana… noooo… Consigo hacer lo que quería pero llego a la cama totalmente moribundo…
Dormir… dormir… yo quiero dormir…
Buenas noches ; )