Miércoles 28 de Diciembre de 2016

Día tonto

Hoy hemos quedado a las 11 con Richard para salir con las motos a dar una vuelta por los alrededores. Despierto sobre las 9:30. A Jose ya le ha dado tiempo de ir al mercado a comprar tabaco de liar. No está mal de sabor pero es un poco fuerte. Ducha y desayuno. Nos comunicamos por WhatsApp, ya viene hacia el hotel.

En lo que llega comienza a llover… ooooooohhh. Esperamos un rato a que amaine, pero no parece que vaya a cambiar, así que devolvemos la moto y nos quedamos en el porche palicando. Yo aprovecho y voy avanzando un poco el blog, que llevo unos 5 días de retraso. Sobre la una y pico nos vamos a comer. Cambiamos de sitio y acertamos. Buena comida a precio razonable. Prolongamos la sobremesa un buen rato hasta que Richard decide irse al hotel a descansar un rato.

Nosotros pasamos la tarde en el porche de la habitación. Yo avanzo bastante el blog, pero me ha dado un poco de rabia no hacer nada más, al final no llovió más que a media mañana, así que perfectamente podríamos haber salido en moto a dar una vuelta. Por otra parte, tampoco he perdido el tiempo, al haber avanzado bastante el blog, y sin embargo no me termino de sentir agusto en Kuta, me apetecen un par de días tirado en un sitio tranquilo sin tanto surfer ni caza turistas, con la playita cerca y disfrutar del mar a tope!.

Al caer la tarde nos acercamos hasta la playa para ver el atardecer. No estamos mucho rato, pero disfruto de ese momento de paz, perturbada a cada poco por los niños que venden pulseras y las mujeres con sarong. Volvemos y nos reencontramos con Richard en el mismo restaurante donde habíamos almorzado. Las hamburguesas tienen buena pinta, y Jose se quedó con ganas de pedirse una de tempé. A medio día no les quedaba tempé, pero le prometieron que tendrían para la cena. Pero allí estábamos y de tempé nasti de plasti. Richard y yo nos pedimos una normal y al final Jose se pidió una de huevo. Nuevamente quedamos muy satisfechos. Vamos a tomarnos unas cervezas pero nos pasa lo de siempre, todo es un muermo y donde hay vida, el ambiente es de australianos surferos. Acabamos en cualquier sitio y por segunda vez en el viaje me siento profundamente enojado e insatisfecho con el entorno. Me quiero ir de aquí ya. Esos pensamientos me estropean la velada. Me quiero ir a la cama, dormir y levantarme temprano para salir de allí cuanto antes.

No tardamos mucho en irnos. Nos despedimos de Richard. Ha sido de lo poco interesante que hemos topado entre viajeros. Abrazos, buenos deseos e intenciones de volver a vernos. En nuestro hogar, cigarrito en el porche, otro capítulo de Black List y a dormir.

Un día tonto tonto, de los que por suerte no ha habido otro y espero no haya más. Soñaré con paraísos amables y alejados del turismo. Dulces sueños amiguitos ; )))

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *