Lunes 19 de Diciembre de 2016
Kelimutu
A las 3 y media de la matina, suena el despertador. No hay muchas ganas de salir de la cama, pero hemos dormido unas 5 horas, así que tampoco es un gran sufrimiento. Una de las dudas era que ropa llevar, en Moni hace fresquito casi frío, pero además, para subir hasta el volcán tenemos que subir unos 500 metros, así que arriba puede que haga rasca, y si llueve, no te digo… pero decido subir de corto. La bajada la vamos a hacer a pata y seguro que terminará haciendo calor.





















Nos vamos hasta el hotel de los holandeses con los que vamos a subir en coche. Sobre las 4 estamos en marcha. La subida son unos 15 km así que a las 5 menos veinte estamos arriba. Aprovechamos que hay un pequeño puesto para tomarnos un café. Hace frío pero para mi es llevadero. El paseo hasta las vistas sobre los cráteres del Kelimutu no es muy largo, en menos de 15 min ya estamos allí.
El Kelimutu tiene tres cráteres cuya principal característica es que tienen lagos en su interior, y el color de los mismos va cambiando con el tiempo. Hay dos casi pegados que son más dinámicos y otro un poquito más separado que simplemente parece un lago. Los colores de los dos primeros oscila entre los tonos verde esmeralda y el rojo. El primero que vemos tiene un verde esmeralda oscuro, casi botella. Se accede por una escalerita hasta casi el mismo borde, hasta una zona vallada. Está bonito, pensamos. Luego sigue el camino hasta un alto donde hay un mirador desde el que se pueden ver los tres lagos. El segundo ya nos deja con la boca abierta. Al contrario que el anterior, que mostraba un color uniforme, éste va cambiando a ojos vista. Desde el centro va surgiendo un area de un verde muy clarito que va creciendo hacia los borde del crater. Poco a poco pierde fuerza y desde los laterales empieza a crecer la zona de verde mas vivo. Todo en apenas 15 min. No llega a ver borboteo, pero poc le falta. Menua sopa!!!
Aunque el cielo esta mayormente cubierto, son nubes finas a gran altura. No permiten ver el sol, pero la visibilidad sobre la isla es bastante buena. Vemos posiblemente hasta la costa de Maumerre, que está a mas de 100km. Los valles por debajo nuestro recuerdan un poco a zonas como Anaga en Tenerife o las cumbres de La Gomera… pero a lo bestia en vegetación.
Pasamos allí casi dos horas, dejamos que se vayan el resto de guiris (unos 15-20) y nos quedamos casi a solas con los locales que han montado sus puestitos con café y otras viandas. Es el momento de conseguir otro café a un precio razonable. Cuando el influjo del volcán cede en su hechizo sobre nosotros, decidimos comenzar el camino de vuelta.
La vuelta es por la carretera, aunque en la parte baja se pueden visitar unas aguas termales, algún pueblo y cascadas. El paseo empieza bien. Me llama la atención el pinar. Tiene sentido a esa altura, pero choca ver pinos, acostumbrados como estamos a la vegetación selvática. Poco más abajo nos vemos una señal: Arboletum. Justo pasa alguien, le preguntamos y nos dice que sí, que podemos ir por ahí, que engancha de nuevo con la carretera. Es un paseo por las selva, con cartelitos a modo de botánico. Pero está descuidado y terminamos caminando casi bosque a través. Cuando llevas un rato caminado por la selva empiezas a tener ganas de salir de allí. Al poco llegamos a la carretera y me inspecciono un poco los píes buscandola… ahí está! Lo sabía! Solo tengo una sanguijuela y tampoco estaba muy enganchada, así que consigo quitarmela con el cigarrillo con facilidad.
Lo que empieza bien termina mal. Bueno, no es pa tanto, pero el paseo por asfalto se va haciendo pesado, son unas horas y las vistas son bonitas pero un poco más de lo mismo. Al llegar a la parte baja del valle ya estamos reventados de tanto piche. No nos apetece ir a ninguna waterfall, pa qué? si los rios no llevan a penas lluvia. Pero si nos acercamos a las hotspring. Apenas forma un poza y a mí ni me apetece mojarme los pantalones que uso como también como bañador. Jose si se anima y se mete allí. En la poza se juntan dos corrientes una caliente de la que sale algo de vapor y otra fría. Continuamos el camino que aunque ya es breve se nos hace pesado.
Al entrar al pueblo yo me quedo en el bar donde nos dejaron al llegar al pueblo y Jose se da una vuelta a ver si todavía pilla el mercado abierto. Yo disfruto de un par de birras bien frías a la par que aprovecho para avanzar el blog. Al rato aparece Jose. El mercado ya empezaba a cerrar aunque aun quedaba algún puesto abierto. Otra cerve y nos vamos a comer. Volvemos a repetir donde cenamos anoche. Explorando en detalle la la carta nos partimos el culo con la carta y su traducción al inglés. De casi 40 platos sólo contamos 9 bien escritos.
Volvemos al hogar, duchita y parlotear un rato hasta que anochece y volvemos al mismo sitio a cenar. Nos encontramos al holandés con el que subimos al volcán y nos dice que están pensando ir en coche hasta Bajawa. Es una jornada larga, son unas 2 horas hasta Ende y unas 5 hasta Bajawa, pero les piden 800.000 y nos parece mucho. Hablamos con el chófer pero no quiere bajar el precio. Nosotros decidimos hacerlo en bus y los holandeses se animan a venir con nosotros. Quedamos para mañana a las 8:30. Al parecer entre las 9 y las 10 debería pasar una.
Se nos antojan unas papas con güevos fritos, pero cometemos el error de tratar de pedir que los huevos no esten muy hechos, que es como los suelen servir aquí. Una de las cosas de Flores que nos ha sorprendido es el bajo nivel de inglés, prácticamente nadie va mas allá de los números y poco más, incluso en aquellos negocios que están de cara al turismo. Así que después de liarnos a tratar de esplicar que queríamos un huevo poco hecho para mojar nuestras papas fritas, nos rendimos y esperamos a ver el resultado. And the winner is… una tortilla!!! Jajajjajaja. En fins… en cualquier caso, las papitas fritas nos saben a gloria.
Nos volvemos al hogar y nos pasamos un rato de charleta, patrocinado por el arrac local. Como se diría comúnmente, una agradable velada salpicada de buenas anécdotas, risas y fiestas… ; )))
Ala! Hasta mañana!