Jueves 10 de Julio de 2025
Trik trak trek
Anoche fue la primera noche en la que empezamos con nuestra rutina diaria de selección de fotos y creación de relatos. Siempre cuesta arrancar y encima este año estrenamos novedades a las que tenemos que adaptarnos y afinar… en resumidas cuentas, me dio la 1 y pico de la matina, antes de tener la selección de fotos, relatos y el blog actualizado… Cuando suena el despertador a las 8, me cuesta arrancar, pero un plato de fruta, una tortilla de verduras y 2 cafés me dejan como nuevo. Nos preparamos y poco después de las 9 ya estamos listos para empezar nuestro trek.




























Nuestro guía se presenta, Risky. Al parecer es un nombre bastante común en Indonesia, que significa afortunado. Parece un tipo majete, y algo más parlanchín que el de ayer. Antes de salir nos revisa y nos dice que mejor empezar en flip flops (cholas/chanclas), ya que tenemos que vadear varias veces el río antes de adentrarnos en la jungla… también nos recomienda coger el bañador, ya que terminaremos dándonos unos chapuzones en el río. Así que volvemos a la cabaña a reestructurarnos antes de arrancar.
Empezamos recorriendo parte del pueblo. Se aprecia claramente algo que ya conocemos, se llama turismo, crecimiento y peligro. La zona atrae a muchos viajeros y turistas, locales e internacionales y todo el mundo quiere una tajadita del pastel. El que puede construye habitaciones, e incluso ya están empezando a construir un hotel de unas 60 habitaciones. Por lo que vamos hablando con Risky a lo largo del día, en 2001 la comunidad local decidió cambiar su modelo de vida y abrazar el ecoturismo. Aquel año se cortó el último gran árbol (nos lo enseña durante la ruta). A partir de entonces se dedicaron a proteger y cuidar todo el entorno, los elefantes, etc. y empezaron a atraer el turismo poco a poco.
Vadeamos el río y finalmente nos cambiamos de calzado antes de meternos en la espesura. A parte de las zapas, vamos con pantalones largos y bien metidos dentro del calzado y calcetines, ya que las sanguijuelas campan a sus anchas. La primera hora y media nos la pasamos subiendo y bajando por la jungla. Damos gracias de que parece que lleva días sin llover. Ese mismo sendero, tras un par de días de lluvia puede ser una experiencia totalmente diferente. Hay partes complicadas, mucha maleza, rocas escurridizas, barro en algunos sitios, pero en general bien. El guía ha llevado un ritmo suave de manera que aunque a otro ritmo podrìa haber sito más duro lo hemos hecho todo en general sin problemas.
Durante esta parte hemos visto, al menos atisbado monos punkies, ardillas, hormigas gigantes y las primeras sanguijuelas, tratando de escalar nuestras piernas, aunque no pasa mucho antes de encontrar una que quiere hacerse un hueco entre los dedos de mi mano izquierda, que Risky elimina rápidamente. En una de esas, Risky para y nos señala, tardamos un poco en ver algo, pero no se que… me dice que son cerdos salvajes… entiendo que la traducción es jabalíes, ya que eso es lo que parecen, en cuanto puedo verlos. De entrada era solo uno, pero luego vemos otros 2 uno de ellos grandote. Risky se hace con un palo grande al momento. Nos acercamos hasta que finalmente nos detectan y huyen, pero por suerte sin mayor riesgo.
Risky nos señala un nido-cama de orangutanes, pero ni rastro. Oímos gibones gritando, nos dice que los hay negros y amarillos, pero nada, quitando los jabalíes realmente no hemos tenido otros avistamientos relevantes. Es entonces cuando hacemos una paradita junto aun arrollo. Risky saca una piña que trocea con habilidad con el mismo cutter de oficina que tengo en casa. Charlamos un rato, yo aprovecho para practicar mis palabros en indonesio… me hecho unas risas con él. Al poco pasa otro guía, hablan, parece que no han conseguido ver orangutanes. Un par de pitis y continuamos.
A poco de arrancar, le llaman. Lo hacen entre ellos para avisarse. Nos dice que ahora tenemos que movernos rápido, y rápido vamos ladera arriba… tanto que en una de esas, a Sai le atraviesa una rama el pantalón a la altura de la rodilla, dejándole un 7 y la prenda para el arrastre. Aunque le sale un buen moratón, por suerte no le molesta al andar. Risky saca un pequeño bote de aceites esenciales que prepara su familia y le pone… mano de santo!!!
Por fin llegamos… y ahí están!! Bueno… entendámonos… si quieres ver una animal en libertad, asumes que vas a andar durante horas y tal vez no veas nada, o lo mismo los ves a lo lejos y durante poco tiempo. Si quieres ver bien a un animal hay otras opciones, centros de conservación y similares, llegado el caso un zoo. Cuando pasas horas caminando para ver tan poco te quedas con ganas, pero es cierto que cuando he ido a centros de conservación, siento que lo que veo no es auténtico, así que como siempre nada es perfecto… pero hoy nos hemos quedado satisfechos ya que esta vez los hemos visto en completa libertad.
Primero hemos visto a uno, al poco ha aparecido una madre con una cría y luego otro. Risky nos explica la diferencia entre los orangutanes de Sumatra y los que hemos visto en Borneo. Al parecer los de aquí son de pelaje más claro que los de allí, que son de un naranja más oscuro… mientras nos dice eso, me he palpado la barrigota y he sentido algo extraño… está blandito como una gominola, pero de menor tamaño … que caraj*!… me levanto la camisa y me encuentro una sanguijuela de las grandes, dándose al buffet libre… Miro a Risky: sálvame!!!. Rápidamente la agarra y la arranca… Me deja un rastro de sangre en el cual creo intuir unas 3 marcas. Nos explica lo que ya nos han dicho otras veces, la sanguijuela inyecta un anticoagulante y luego se limita a beber… No está asociada a transmisión de enfermedades, de hecho casi lo contrario… Pese a ello, ver ese bicho bombeando sangre, como poco es inquietante.
Estamos por continuar, cuando pasa uno de los elefantes guiado por el guarda. Ya nos habíamos preguntado como podrían andar estos bichos tan enormes por senderos como los que hemos hecho, pero está claro que el problema es nuestro, no de ellos… ellos van como por casa, con sus pies almohadillados, cuasi babuchas. Seguimos caminando hasta llegar a un punto en el cual Risky nos pregunta si tenemos hambre y queremos volver ya, o nos apetece un chapuzón en el río… pues si me lo preguntas así, lo tengo claro… chapuzón!!!
En cuanto cogemos camino al río nos arrepentimos un poco, el río está allá abajo y el descenso transcurre por una suerte de barranquera. Piedras y ramas conspiran con hacer que salgamos volando… finalmente y con mucho tiento llegamos al río. Al llegar al lecho fluvial vemos a un pequeño grupo que acaba de terminar de comer. Tienen templetes de palmas y flores como el nuestro de ayer. Yo llego tan absolutamente sudado. Mi camisa esta empapada de arriba a abajo, y al pantalón largo poco le falta. Lo tengo claro, me voy a meter con toda la ropa al agua, meterle una refriega y dejarla al sol, mientras trato de bajar mi temperatura sumergiéndome en el río. Según me quito las zapas, aparecen unas chorreras de sangre del pie izquierdo… madre mía… aunque no la veo, las marcas son evidentes. Se debió. eter una por debajo del calcetín. Me lanzo al agua y a poco que me palpo el culo, percibo otra… madre mía… menuda fiesta! Y no pasa ni un minuto y Sai me encuentra otra entre los dedos del pie! Les vuelvo locas!
Tras pasar un buen rato en el río, hasta empezar a sentir algo de frío, salimos y nos empezamos a preparar para continuar. En ese momento, Sai revisa a ver si me queda alguna bajo el bañador y encuentra una. Los guías se descojonan y le dicen que en lugar del culo, que mire delante que piensan que puede haber otra más grande… momento de risas global!!!
Nos hemos preparado como para volver a subir por el infierno del que bajamos, pero para nuestra grata sorpresa, Risky nos dice que no necesitamos ni botas ni nahh, que vamos a volver por el río. Al parecer tenemos que vadear el río 3 veces hasta enganchar con el sendero hasta nuestro hogar. Fantástico, salimos de allí ligeritos y sin meternos la pechada cuesta arriba que anticipaba. No lo he comentado, pero el paraje que dejamos atrás es super bonito, un río manso, con una corriente suave, con zonas que cubre como mucho hasta el pecho. Todo encajado entre laderas de un frondoso verde que parece acosar al río con invadirlo y ocultarlo. Estamos (casi) solos. En el trayecto encontramos tan solo a unas 5 personas, antes de salir del cauce. El resto ya es un camino, que me resulta casi una autopista después de lo anterior, y que nos lleva a nuestro nuevo hogar en apenas 15 minutos. Cuando llegamos son casi las 15:00 … en total han sido casi 6 horas.
En este último tramo, Risky nos ha enseñado las vainas de un árbol, del que extraen una especie de algodón, tremendamente mullido y suave que se utiliza para rellenar almohadas y similares! Esto me hace acordarme que ayer durante el paseo nos enseñaron el arbol del cacao, que no veía desde el viaje a Flores, y la palmera de la nuez de betel… tan consumida en Asia por ser estimulante, que la gente mastica hasta perder los dientes. Ya casi al final nos muestra la palmera de azucar, la cual tampoco conocía, a la cual le cortan la rama de la que penden las semillas y luego le empatan un tronco del bambú en el que se va depositando. Si la recogen y la hierven hasta desecar, al parecer sacan una especie de azucaar moreno. Otra opción es dejarla dentro hasta que se fermente, con lo cual obtienen tuak… y entonces me he acordado del arak!!! Le pregunto, me dice que sí que es lo mismo, que en Flores, Lombok o Bali, le dicen arak, pero que allí lo llaman tuak. Le digo que me gustaría comprar una botella si sabe de donde y me dice que lo pregunta luego.
Finalmente llegamos de vuelta al alojamiento. Le damos a Risky su merecida propina… se supone que iban a ser 3 horas pero han sido casi 6. Nos despedimos, queremos lavar la ropa, ducharnos y dedicar la tarde a organizar el día de mañana y zanjar el relato lo antes posible.
En lo que lavamos y tendemos empieza a llover. Es la primera lluvia desde que llegamos y por suerte nos pilla aquí porque cae con ganas. Pasamos el resto de la tarde en la terraza del comedor, junto al río, planificando, escribiendo y dándole forma al relato. De vez en cuando vuelve a llover con fuerza, es un gusto ver llover, junto al río, bien garecidos.
Sobre las 19:00 aparece Risky y me entrega una botellas de agua de litro y medio, rellena hasta los 2/3. Rápidamente caigo en la cuenta, es tuak!!! Buah!!! Detallazo!!! Nos quieren invitar, pero les pagamos religiosamente. A las 20:00 llega la cena que habíamos encargado, 2 curries distintos y el plato de berenjenas con tomate de ayer… está todo de muerte!!!
Sai se va a la cama poco despues y yo la sigo al rato, pero me quedo en el pórtico de la cabaña acabando mi eterno relato… Son las 22:40, creo que lo voy a dejar aquí, que me caigo de sueño y ya toca reponer…
Un abrote grande a todos…
Selamat malam!!!