Martes 22 de Julio de 2025

Epicentro

Suena el reloj a las 5:45… Poco tenemos que hacer, pues las mochilas están listas, pero nos levantamos con la prudente calma de darle un buen trago a la botella de agua, a ver si se mueven las cosas por ahí dentro antes de dejar la habitación… hacemos lo que podemos y bajamos a las 6:10.

Hacemos checkout. Ayer nos pusieron reticencias cuando les pedimos que nos pusieran el desayuno. Nos alegra ver que finalmente nos han preparado una bolsita con los 2 desayunos. Mientras hacen el cierre, Sai sale corriendo al baño… esto es siempre un equilibrio en la cuerda floja…

Llamamos a un Grab y en 4 minutos estamos montados rumbo al aeropuerto. Ayer Simón tardó una hora, a nosotros nos marca 45 minutos, ya que a estas horas hay «menos» tráfico. Yo me recuesto un poco en Sai a ver si duermo algo, pero me incorporo en cuanto la oigo reírse poco después. Estamos absolutamente rodeados por un enjambre de motos, creo que no exagero si digo que en un radio de 10 metros puede haber unas 150 motos. Observo que una gran mayoría de sus conductores lleva vestimenta… supongo, por sus edades, que son estudiantes que van a la universidad o al instituto, e incluso al cole, ya que los hay muy jóvenes.

Me quedo ya despierto, contemplando el despertar de Medan. Así como la última parte que vimos anoche cuando fuimos a por unas cervezas nos gustó, hoy nos gusta mucho el camino al aeropuerto. Debemos estar ya algo alejados del centro y las casas no están pegadas unas a otras, tienen su jardín y, aunque humildes, no parecen estar con el sello «rusak» tan presente durante los primeros días. Los espacios se abren entre casas y van apareciendo arrozales y otras plantaciones. El sol del amanecer aún no pega con fuerza, pero ya calienta, y de los campos se eleva una bruma matutina, evocadora y cargada de magia.

Llegamos a la hora planeada y con tiempo al aeropuerto. Tardo unos 2 minutos en reconocer aquel lejano aeropuerto al que llegamos hace casi 2 semanas. Casi otra vida… ¿cómo explicar lo que siento, al pensar en aquella reencarnación, en la que vivía y trabajaba en Madrid…?

Dudamos si hacer checking. Buscamos mostradores y vemos una cola que no queremos y no necesitamos hacer… no facturamos y hemos hecho el checking online, así que nos dirigimos hacia el control… saco mi rosario y empiezo a cantar avemarías mientras paso cuentas… que no nos den la brasa… que no nos den la brasa… Como no podía ser de otro modo, nos paran… por sus indicaciones entiendo que han visto los cubiertos que Sai va choriceando de los aviones… mira que se lo digo, pero no hay manera. Una cosa es cogerlos, otra cosa es tratar de pasar nuevamente un control con un cuchillo de aerolínea, por romo que sea. La cuestión es que poco puedo decir yo, que en ese momento me acuerdo que no he sacado el cutter del bolso!!! Hay mi cabecita!!! Por lo que sea, como Sai llevaba dos juegos de cubiertos, la guarda de seguridad da instrucciones de buscarlos, pero en cuanto dan con ellos y unas tijeritas que compramos en Berastagi, se quedan satisfechos… y me dejan pasar sin más. Ya que me han dejado pasar el cutter, me pregunto si no debería aprovechar la oportunidad para degollar al piloto… tal vez… mejor no…

¿Y ya está!? Vaya, pues ni tan mal… me hace pensar si tal vez, a partir de ahora, debería meter un cuchillo de mantequilla en la mochila cada vez que vuele… ellos encuentran un hueso que roer, se quedan contentos y yo también… juro darle una vuelta al asunto… Llegamos a la puerta de embarque 1 hora antes… relax total.

Al contrario que en España, el resto del mundo aún siente piedad por nosotros, los apestados fumadores. En Madrid solo la T4 tiene un espacio habilitado… pero a nivel internacional es bastante habitual tener salas de fumadores… mientras haya ricos que fumen… fumemos!

Cafecitos y cigarritos hasta casi la hora de embarcar. Visita al baño y… cuando estoy llegando a la puerta de embarque, Sai está en una tienda cercana, me hace señas para elegir unos imanes para su madre… en eso que veo un bolsito como el que suelo llevar, y me enamoro… no tengo apenas tiempo, precio aeropuerto, pero aeropuerto de Sumatra… compro, y volamos a la puerta de embarque. En nada empieza, todo fluido, llegar al avión, sentarme, Sai me da una de sus almohadas mágicas y una vez más, ya duermo cuando el avión despega.

Sai y yo tenemos una coña… desde hace unos años a mí me toca siempre en ventanilla. Ella cree que hago trampas, pero no es así porque no pagamos por asiento… Ella ayer ha hecho trampas y se ha elegido ventanilla… Cuando estamos llegando a Banda Aceh, Sai va flipando con las vistas desde el aire y sacando fotos… se ve bonito la verdad…

Al ser vuelo nacional, salimos del tirón, aunque paramos un poco pues Sai tiene que sacar pasta. Seguidamente nos abordan los taxistas, pero no son muy pesados, nos los sacudimos. Sai prueba a ver si Grab funciona en Banda Aceh, ¡sí! Justo a la par, un taxista se me ha pegado, me muestra la lista de precios según destino. El precio hasta el embarcadero donde tenemos que coger el ferry son 150 mil… justo en ese momento Sai obtiene el resultado que le sale en Grab… 98 mil… nos sonreímos y se lo mostramos al taxista, nos dice 100 mil, le he cogido cariño y le digo que ok. Por Grab sería más seguro y encima no gastamos plata (tira de tarjeta), pero bueno… vahhh…

Banda Aceh, en el extremo norte de Sumatra, guarda aún la huella profunda del tsunami de 2004, una tragedia que arrasó gran parte de la ciudad y dejó más de 160.000 muertos solo en esta región. Hoy, entre calles reconstruidas y monumentos que recuerdan lo ocurrido, la ciudad respira una mezcla de dolor, resiliencia y aprendizaje. El Museo del Tsunami y los barcos arrastrados tierra adentro siguen ahí, como testigos inmóviles de aquel día en que el mar se alzó con furia y cambió para siempre la historia de Aceh.

El trayecto hasta el ferry es bastante más largo de lo que pensaba, unos 40 minutos. El dueño del alojamiento en Pulau Weh nos ha estado escribiendo. Nos mandó los horarios del ferry y el catamarán. Si tenemos suerte llegamos al ferry de las 12, tarda 2 horas, pero el express, aunque tarde 45 minutos, sale 4 horas y media más tarde. Mil veces prefiero 2 horas en el mar que en un embarcadero e incluso más si llego antes. Llegamos justo a tiempo para el de las 12. Respondemos al del alojamiento, para que si es posible nos recoja alguien en el muelle… coche o tuk tuk, pregunta… tuk tuk!!!

El viaje en ferry es un puntazo. Disfrutamos del trayecto entre locales y algunos guiris en la cubierta… el sol pega pero el aire está rico. Nos encremamos de los pies a la cabeza. Hablo un rato con un local, ingeniero mecánico que en su día hizo el trayecto desde Aceh a Bali en coche… 2 meses!!! Luego vemos delfines, fotos por aquí y por allí. Sobre las 14:00 llegamos a Sabang. La salida es un tanto tumultuosa y divertida.

El driver que nos recoge nos había pedido fotos para reconocernos al llegar. Nos saluda y nos muestra la foto. Ok, le digo, te sabes la contraseña… reímos. Antes dije tuk tuk, porque así nos lo escribió, pero se trata de un becak. Como describí días atrás, es tipo tuk tuk, pero en lugar de ir la moto delante, va en el costado derecho (al centro de la carretera ya que conducen como los anglosajones).

Nuevamente nos sorprende el trayecto… una hora en becak desde el puerto a Iboih, hasta donde nos quedaremos. Nos resulta superdivertido. Disfrutamos de las vistas de forma directa, como ir en moto, pero más cómodo. Vamos con la boca abierta… la isla es muy bonita. Venimos aquí básicamente porque es uno de los mejores puntos de interés mundial para hacer buceo/snorkel… pero la isla mooooooola mucho mucho! Está cuidada, limpia, super verde… Así como en Lago Toba nos han dicho que llueve menos de lo normal, aquí nos han dicho lo contrario, y se nota… todo super verdito.

Llegamos, nos deja y luego un chico nos acompaña por un sendero hasta nuestro alojamiento. Estamos directamente sobre el mar. Se supone que esta zona es otra de las mejores del mundo para hacer buceo/snorkel. Aterrizamos en la habitación que va a ser nuestro hogar durante una semana. Soltar trastos, desmontar y hacer nuestro el espacio. Me paso un rato barriendo hormigas… está claro que no es buena idea dejar comida en el cuarto.

Por las horas que son, hoy no vamos a alquilar moto, pero justamente por eso, nos quedamos sin una visión de la zona. Estamos en un sitio algo apartado… con alojamientos dispersos, cabañitas bajo la vegetación, pero no hay núcleo, ni tiendas ni nada próximo. Por otra parte, la provincia de Banda Aceh tiene una cierta independencia legislativa, y aquí impera la ley sharia, que aun siendo de aplicación menos estricta que en otras zonas del mundo árabe, obliga a las mujeres a llevar el jihab, prohíbe la venta de alcohol, etc. Sabemos que vender, se vende cerveza a turistas, pero no en cualquier sitio, y si encima estás un tanto apartado, menos. Por suerte, junto a nuestro alojamiento, unos chicos nos la traen, pero tengo la sensación de estar comprando cocaína en lugar de zumo fermentado de cebada y malta.

Nos damos un bañito en el pantalán… increíble el sitio y el agua, pero hemos bajado con las gafas de snorkel y es decepcionante. Sabemos que el sitio bueno está justo a 100 metros delante nuestro, pero me sorprende… esperaba tener una experiencia al menos decente sin andar contratando tours. Me viene a la cabeza Raja Ampat y las Islas Banda… ainsss…

Nos tomamos un té con limón y damos alguna vuelta por la zona, pero corta, ya que empieza a anochecer. Volvemos y vamos en busca de nuestro camello a por esa droga dura, llamada cerveza. No es barata, pero la traen bien fresquita y nos sabe a gloria. Las chicas del alojamiento no ponen reparo en guardarla en la nevera para que no se caliente… ok… tal vez empezamos a dar con la manera de hacer las cosas por aquí.

Se pide algo de comer, cervezas beber y diario redactar. Una vez filtradas las fotos, Sai se retira al cuarto. Yo voy poco después y me siento en nuestra terraza sobre el mar a escribir estas letritas. Poco más le queda al día que cerrar esto e irme a la cama. Son las 23:30 exactamente. Lo dejo aquí.

Mañana tocará pillar moto y hacernos a la zona… que promete.

… Selamat malam!!!

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