Sábado 19 de Julio de 2025

Easy day

Sai se apiada de mí, le escribe a Simón al despertar y le propone tomarnos el día de relax. Me dejan dormir hasta las 10. Hubiera seguido durmiendo, pero aunque nos tomemos el día libre, tampoco quiero perderlo sin más. Me levanto y voy hasta el borde del lago, donde me espera un café, Simón y Sai.

Nos pasamos toda la mañana charlando, disfrutando de las vistas, bañitos, y en mi caso remato el relato de ayer, que no lo habia terminado. Me sienta de lujo disfrutar de un día ocioso. Ya lo he comentado alguna vez, durante los viajes me gusta tener al menos un día libre cada 7~10 días. Por muy bien que me lo esté pasando y muy bonito que sea todo, termina siendo un poco agotador, y eso va calando, cada vez te importa menos todo y las cosas dejan de llegarte con la misma intensidad.

El día está perfecto. Estamos a 905 meteos de altitud, no hace el frio de Berastagi, pero el aire esta fresco, a la par que el sol pega con fuerza. Así, a la sombra se esta agusto, y hace calorcito suficiente como para que apeteca un chapuzón de vez cuando. Saltamos al lago y subimos por un murete. No entendemos porqué no han habilitado una escalerita en condiciones. Luego da gusto secarse al sol y de vuelta a la sombrita.

Sobre las 13:30 nos vamos a comer. Evitamos a conciencia el restaurante donde hemos comido/cenado/desayunado estos días, por aquello de variar y repartir nuestra plata entre los locales. Vamos, a uno que está casi al lado, y que otras noches nos ha tentado, pero estaba a tope. Hemos visto bastante sitios que anuncian seafood… langostas entre otras cosas. Yo voy con hambre que solo llevo un café en el cuerpo y anoche apenas cené. Pedimos langostas en salsa, cerdo a la brasa, ternera rendang, pollo sate y papas fritas… está todo escandalosamente bueno, hasta las papas fritas y nos ponemos como el kiko! Unos cafecitos y un rato de sobremesa relajada. La factura refleja tanta felicidad… nos sale a unos 12 euros por persona, lo cual aquí es una pasta gansa por una comida. No nos quejamos, salimos muy satisfechos.

Rodando bajamos hasta nuestro alojamiento. No queríamos… pero terminamos echándonos una siestita. Por suerte no caigo en una siesta infinita, y al poco salgo a disfrutar del atardecer junto al lago… no voy a alargar más este relato, porque simplemente pasamos la tarde y la noche relajadamente charlando, poniéndolos al día en nuestras vidas y contando mil batallitas pasadas… un día fantástico!!! Son ahora mismo las 22:22…

Desde las orilllas del Lago Toba, buenas noches! Selamat malam!!!

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