Día 18: Mirissa

Easy day

Anoche nos fuimos a la cama temprano, pero la mosquitera era una jaula de mosquitos… Estuvimos como 30 minutos en nuestro particular coto de caza, persiguiendo mosquitos… maldita manía de dejar la mosquitera con sus lazos, bellamente abierta…

Casi pude oir las risitas de estos malditos dípteros, por la emboscada que nos tenían preparada. Al apagar la luz habíamos cometido una auténtica escabechina, y aun así teníamos la impresión de que se nos había quedado uno agazapado en algún lugar…

… ciertamente así fue, algún picotazo cayó, pero nos libramos de levantarnos ojerosos y anémicos perdidos.  Aun asi no serian ni las 23:00 al apagar la luz.
Oí a Sai levantarse con las primeras luces. Me dice que va hasta Coconut Tree Hill a ver el amanecer… oiga! pues me parece bien, yo me voy a dar la vuelta a la almohada, que me estaba explicando algo sobre… brfzzz… zz…

A las 8:00 me despierta nuevamente. Sin prisa alguna me despierto y salgo a desayunar. El desayuno es correcto, ni el mejor, ni el peor. Seguimos en la mesa un rato repasando todo lo que tenemos que hacer en los próximos días. Tenemos que ajustar las perras para los días que quedan… mas vale que sosobren… que que sofalten…. También tenemos día y medio en Jordania sin planificar, y le dedicamos un tiempo.

Con las cosas claras, el alojamiento de mañana y las noches en Jordania reservadas, nos vamos a nuestras tumbonas cubiertas con un tejadito rústico, hecho con capas sucesivas de hojas entrelazadas de palmera… justo a pie de mar… no son ni las 10:00…

Al rato salimos a hacer snorkel, y nos pasamos hora y pico metidos en el agua. Hoy nos ha sorprendido encontrar en la misma playa, un par de zonas de coral bastante decentes. Ayer me lo había dicho el del hostel, pero no dimos con él. Vamos, no es motivo para venir aquí, pero si que es un plus cuando no esperas más que playa. De hecho, al igual que ayer, vimos mucha vida y peces de dimensiones… interesantes.

Para rematar me paso casi 20 minutos metido en el banco de sardinas… digo sardinas porque ellos dicen sardinas, porque al menos debajo del agua no se parecen a nuestras sardinas (piel mas clara). Adoro los bancos de sardinas… son miles y miles y miles… consigo quedarme dentro del banco, de modo que a mi alrededor es como si estuviese dentro de cilindro de seres que se mueven y reaccionan casi a la vez. Cuando fijo la vista en un punto, pasan y pasan, creando un efecto muy psicodélico, parece que miro a un solo pez a través de un caleidoscopio. Lo mas fuerte son los cambios de ritmo, giros o cuando de repente salen en estampida… se comportan casi como un unico animal e impone.

Salir, tumbarnos y disfrutar. Me ahorro las horas hasta las 16:00 de la tarde porque fueron deliciosamente contemplativas… Sai, yo, y el mar… poros abiertos, tratando de no perder la perspectiva del momento vivido y del lujo de estar aquí y ahora…

Pasadas las 16:00 nos duchamos, vestimos y salimos en nuestro tuktuk… te puedes creer que echaba de menos estar en camino? En el hostal nos han dicho que hay que pagar con cash, y no tenemos plata a tanto. La idea es ir hasta nuestro cajero favorito, BOC, sacar pasta, recalar en la playa de Mirissa hasta el atardecer y luego ir a cenar… y así hacemos.

No he contado que para mañana hemos contratado el tour para ir a ver ballenas azules, es justo la epoca en la que recalan por esta zona y… ver al mayor animal de este planeta, me hace mucha ilusión, ya sabemos que luego todo es azar, pero confiamos en ello. Nos recogen mañana a las 5:45, de modo que esta noche tenemos que dejar nuestras mochilas preparadas. Las dejaremos en el hostel y a la vuelta a medio día, las recogemos y tiraremos millas.

Sacamos dinero, y en la playa de Mirissa nos sentamos en uno de los múltiples chiringuitos a tomar un par de birras en lo que vemos anochecer. Nos sorprende la enorme cantidad de murciélagos enormes que nos sobrevuelan segun cae el sol… que bonito… la playa es suuuuper amplia, con algunos islotes en medio, todo muy fotogénica, sobre todo al anochecer.

Anochece y nosotros frente al mar… El escenario es muy fotogénico. Cuando llegamos faltaba poco para la puesta de sol y la mayoría de las mesas estaban vacías… al irnos, ya una buena parte de ellas estaba ocupadas. Vamos directos a donde anoche cenamos, que ayer salimos de aquí entre nubes. Sai vuelve a repetir el buffet, y yo dudo lo mío, porque esta brutal, pero finalmente opto por un biryani.

Sai se sirve sobre la marcha y disfruta cadi tanto como ayer. Yo espero y espero… no desespero porque voy adelantando el relato de hoy. Cuando llega lo flipo… cuna especie de cazuela con el arroz y el pollo y una tabla von al menos 6 de los curries… el mango chtney tengo que probar a hacerlo… a alguno se le ha ocurrido meter un mango a la brasa, o en el horno? Pues eso…

De allí nos venimos al hostal, pagamos todo y acordamos dejar las cosas aquí, puesto que mañanana nos recogen sobre las 5:45 para ir a ver las ballenas (habrá ballenas?) y ya a la vuelta recogemos todo y tiramos.

Son las 22:22, me voy a montar oa mochila y pa la cama, que mañana madrugamos.

Un beso enorme y buenas  noches!!!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *