Domingo 5 de Enero de 2025

Leopardo

Tutururú tutú!!! Suena la corneta a las 4 de la matina… cuelos!!! Menos mal que me metí anoche en la cama a las 21:00 y poco. Con todo listo, vestirnos, pasar por el baño y pa’ fuera. La dueña nos ha servido un té, que nos da el tiempo justo de tomar, pues a las 4:30 pasan a recogernos.

Somo los primeros en un 4×4 de 6 plazas. En las siguientes 2 paradas recogemos a una joven pareja de Alemania y a otra pareja de britanicos, algo mayores que nosotros. Después de eso Damith, nuestro conductor, se dirige a la entrada de la reserva. Son las 4:45.

El recorrido dura mas de media hora, y poco a poco van viéndose más y más 4×4. Llegamos a la entrada en torno a las 5:30, seremos los 10mos, en una cola de más de 20. En lo que esperamos a que abran el parque, el día empieza a despuntar. A las 6:00 abren y salimos todos como energúmenos… me recuerda a aquellos dibujos de los Autos Locos.

Se empieza q ver el paisaje… es un tipo de paisaje, que si el clima cambiara y se fuera secando todo, sería justamente una sabana. O dicho de otra forma, es una sabana muy verde, mucha vegetación y lagos dispersos. No termino de hacer esta reflexión y nos da la impresión de que al conductor le han dado alguna información porque se mueve con premura. Al poco… leopardo!!! Ala!!! No tenía muchas esperanzas yo, y menos así de sopetón, casi que para empezar!!!

El leopardo está a unos 50 metros y rodeando una charca se aleja y oculta tras un tramo de vegetación espesa. Wow!!! Que bonito!!! Emociona verlo, el diseño de manchas es especialmente hermoso. A poco lo vemos salir por el otro lado y a paso lento se acerca algo hacia nosotros, no está ni a 20 metros!!! Foto foto foto foto… y sigue acercandose! Viene directos hacia nosotros… por un momento me da a hasta un escalofrío… estamos seguros aquí, no?… el bicho continúa hasta pasar entre nuestro 4×4 y el anterior! Lo hemos tenido a un par de metros! Wow!!! Después se interna en la espesura que tenemos a nuestra izquierda.

Lo que sigue es abrumador, por no decir bochornoso… no tantos los 4×4 que avisados acuden a la cita, que se monta un pifostio de aupa. La pista que es de tierra, en gran parte empapada por el agua forma barrizales, que los 4×4 amasan y amplían.Se acumulan vehículos, en algunos casos hasta formando filas de a 3 y de 4. El caos llega a tal punto que un guarda del parque, se cambia la gorra por la guardia de tráfico y empieza a gestionar aquello. Para más inri uno de los coches se estropea, allí junto al leopardo, el guarda y los conductores dando vueltas a pié pa’ resolver el problema… podría ser el inicio de una tragedia… Finalmente, el conductor sale de allí campo a través por un lodazal… Después de la intensa experiencia, vemos diversos tipos de pajaros, chacales, búfalos, un elefantito pequeño, y algún bicho más… pero lo cierto es que nada relevante. 

A las 9:30 nos llevan hasta una especie de centro de visitantes, con aseos y alguna tienda y cafetería. Nosotros tenemos el desayuno incluido, que nos sirve Damith en una de las múltiples mesitas que hay por allí. Piña y platanos, huevos al estilo local, que ya expliqué un día, sambol de cebolla y de coco. Le echamos al huevo los samboles, lo enrollamos y uhmmm… que bueno!!! Super simple pero esos dos sambol están increibles.

El centro está junto a la playa, me acerco a verla. Está preciosa, arena dorada, tirando a gruesa, playa larga y diafana, muy limpia, se nota que está dentro de la reserva.

A esto sigue otra hora y pico de ruta por el parque, pero me parece más de lo mismo, no vemos apenas bichos y… me duermo… el madrugón y el arrullo cuneño del jeep me sumergen en un sopor que me hace ir dando cabezadas… cuando avistan algo me depierto y saco un par de fotos y según arrancamos me vuelvo a quedar frito. Finalmente sobre las 11:00 tomamos el camino de vuelta, ya duermo sin complejos, pero durante un buen rato vamos dando tumbos hasta por fin llegar al asfalto. Dejanos a las otras parejas en sus hoteles y finalmente nosotros. Son las 12:15 cuando llegamos.

Si no has estado en un safari en África, o si te flipan los leopardos, o si vienes a Sri Lanka en temporada baja, entonces te recomiendo hacer el safari, en caso contrario ,es probable que no te arrepientas de no hacerlo. Una vez hecho y puesto que hemos visto al leopardo, me alegro de haberlo hecho, pero de no haberlo visto hubiese sido un fiasco total.

Nuestro plan es dirigirnos a Tangalle y tocar mar por fin. Como no tenemos nada mirado nos quedamos en el hostal tomando algo en lo que buscamos alojamiento  y pasar por el baño antes de salir. Una vez todo claro, pagamos el alojamiento y nos despedimos con muy buen rollo de este sitio, fantástico alojamiento y trato exquisito.

La ruta son 70 km, últimamente estabamos tardando más, pero el trayecto es muy llano, muchas rectas y una buena parte es una especie de autovía, de modo que salimos poco antes de las 13:00 y llegamos poco después de las 15:00. El hostel está frente a la playa, con una carretera en medio, tiene vistas al mar, pero nuestra habitación da al lado opuesto, tienen nevera pero no permiten traer cerveza de fuera… en resumen, no está mal, pero no nos cautiva. Nos ponen un coco con pajita, en lo que hacemos checking, se agradece.

Soltamos las cosas en la habitación, nos ponemos lo bañadores y probamos con la olaya de en frente. Es bonita pero mucha roca. Optamos por coger el tuktuk e ir hasta la siguiente que está a 150 metros, no por gandules, sino por seguir explorando la costa. La playa está linda, hay alguna parte con roca pero mayormente es todo arena. En uno de los extremos la arena se prolonga formando un istmo que se une a un pequeño islote. Nos damos un baño largo… Océano Índico!!! El agua está genial, porque no es el típico caldo, llega a refrecar algo al entrar, pero puedes seguir dentro sin límite, que no da frío.

Al rato recogemos y nos vamos con el tuktuk hasta otra. No vemos el acceso, pero no lo intentamos, es una playa de surferos, que  gustan mucho de esta costa. Seguimos por la pista por la que hemos avandonado la carretera porque tengo la sensación de que lleva hasta Silent Beach, de la cual he leido muchas buenas referencias por bella y tranquila… y así es, nos cautiva. Decidimos sentarnos en un restaurante sobre la misma playa, no es barato, pero dudamos si darnos un homenaje y pedirnos un pescado a la brasa. Tomamos unas birras en lo que le damos una vuelta, pero finalmente optamos por no cenar allí. En cualquier caso pasamos allí un rato, con las olas rompiendo a nuestros pies, sintiendo como la paz y la calma se adueñan de nosotros.

Salimos de allí pensando en comer pero no hemos fijado nada, así que vamos dando tumbos hasta que Sai se decide por uno. Nos cuesta lo suyo llegar gracias al Maps , a que se ha hecho de noche y a que nos movemos por callejones… pero lo conseguimos… y nos gusta lo que vemos. Sai se pide unos calamares rebozados y yo un pescado completo en salsa de jengibre, cebollitas, tomates, etc… delicious! Culminamos con unos platanos asados con helado, que nos quitan el punto goloso.

Acabamos de terminar de comer y de aquí a la cama. Son las 21:00, buena hora para dejar aquí el relato por hoy…

Mañana más… sol y playa!!!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *