Miércoles 31 de Julio de 2024

Pugao Hekou Lao_Cai Sapa

A las 7:30 nos levantamos, me duché anoche así que simplemente cerrar mochila, pasar por el baño y bajamos. Hemos quedado a las 8 con el dueño, que nos va a llevar hasta el sitio donde nos recoge la van que nos va a llevar directamente hasta Yuanyang – Nansha. Nos viene genial ya que por el mismo precio que cuentan los 2 trayectos, nos llevan hasta allí del tirón, y nos asegurarmos de estar a tiempo para coger el último bus del día que sale para Hekou.

Al llegar al parking donde llegamos el primer día, ya está allí el hombre de la furgoneta. Tiramos. Vamos solos, pero al poco nos cruzamos con occidentales, el chofer para les pregunta y también van para Hekou y se suben. Ay va! Son la familia que vimos el día que llegamos a Yuanyang, una pareja con dos niños fe unos 5 años… y un bebe! El otro día no reparamos en él porque lo lleva colgado al pecho. De inmediato empezamos a hablar, son franceses, y estan haciendo nuestra ruta pero al revés. Siempre siento un profundo respeto por las parejas que se mueven con niños tan pequeños, me parecen heroes, sus hijos les deben el cielo.

Llegamos a Yuanyang – Nansha, nos despedimos. Bajar de la furgo y sobre la marcha nos preguntan: Hekou Hekou Hekou… yes! Literalmente, sacar las mochilas de la van y meterlas en el minibus. Nos sentamos por fuera a esperar a que se llene. Sai va a comprar algo para comer que no hemos desayunado. Yo voy al baño de la estación a echar un pis. Sai trae unos bollitos de airna de arroz rellenos de verduna o carne o pasta dulce de judias. Simple, popular y rico. Nos damos por saciados.

A las 10:30 sale en bus ya completo. Son 3 horas hasta Hekou. Sai saca la almohada, que trae del vuelo desde Madrid. Damos alguna cabezada y a ratos flipamos con el paisaje. La vegetación es rabiosamente frondosa, se ven casacadas por doquier, y nos acompañas desde Yuanyang el río Rojo. En bus hace una parada rápida, bajamos al baño y seguimos. A menos de 30 minutos de llegar a Hekou nos topamos con un control de policía, algo casi rutinario, pero al vernos nos piden pasaporte y luego bajar hasta el puesto. Nos preguntan de donde, a donde, porque, en que trabajamos y si somos amigos o pareja. Lo hacen con amabilidad, lo cual no le resta inconodidad, pero nos dejan seguir sin más.

Al llegar a Hekou salimos andando y luego miramos mapa, son 3 km y pico, paramos taxi y vamos hasta el puesto fronterizo, que estaba más lejos de lo que creíamos. El puesto es un pedazo de edificio que clama a los cielos el poder y la grandiosidad del régimen chino, grandioso e impoluto. Antes de entrar brujuleamos por si cambiamos dinero, pero no lo vemos claro… nos vamos pa’ Vietnam.

Primer control sólo foto. Segundo control equipaje. Tercer control pasaporte… sabemos que todo va a ir bien… pero si por un casual nos echaran atrás, al no tener visado solo podemos estar en China 15 días y yo ya llevo 9… necesitamos un sello de salida, para que al volver, antes de volar a Madrid no tengamos problemas… todo va bien… respiramos… Salimos fuera, un puente sobre el río Rojo separa ambos países. Sacamos fotos como locos… no solo por la ilusión de entrar en Vietnam, sino por lo bonito que son las vistas sobre el río. Al llegar al otro lado un simple control de pasaportes y listo… good morning Vietnaaaaaaaaam!!!

Salimos cautos. Nos hemos hecho a oa seguridad y tranquilidad de China y esperamos algo un tanto más caótico al otro lado, pero naaaahh… Algún taxista nos requiere y luego cambiadoras… pero nadie insiste ni atosiga… bien!

Nos paramos al pasar frente a un puesto de cambio de divisas… recapitulamos, las dos cosas fundamentales son: hacernos con pasta vietnamita y comprar una tarjeta de teléfono local, y la primera ha de ser la primera. Debido a que los últimos días hizo tan malo en Yuanyang, hemos gastado bastante menos de lo esperado y llegamos con muchos Yuanes. Por ese motivo nos decidimos a cambiar una buena parte de los Yuanes en Dongs vietnamitas, dejando algo, ya que al final del viaje volveremos a entrar en china 2 días. Consultamos el cambio oficial, preguntamos a las mujeres. La primera nos confunde pues nos muestra una cifra ridículamente pequeña. Con la segunda somos conscientes de que ha eliminado todos lo ceros… y es que 1 millón de Dongs son 37 €. El cambio es significativamente mejor que el oficial. Cambiamos cada uno 1000 Yuanes a Dongs (unos 128 €). Miramos los billetes con lupa, pero todo es transparente y diafano… perfecto!

Con la sensación de poder que proprciona Don Dinero, frente a lo desvalido que se siente uno sin un duro, avanzamos saltarines cual alegres cabritillas. 100 metros y la tienda de telefonía que buscabamos. Nos sentamos y tenemos nuestra primera «charla» en vietnamita. Las chicas que nos atienden me resultan tan serias que me intimidan. Pedimos dos tarjetas, nos ofrecen unas con 5Gb diarios, aceptamos, pasaportes, sacar y poner SIMs… Nos preguntan si somos de Indonesia, nos reímos, les decimos que somos de España, ahhhh sonrien, les pedimos disculpas porque no nos aclaramos mucho todavía, que es nuestro primer día en Vietnam, sonríen, y ya la magia hace efecto, y el resto del trámite es más ligero y divertido. Nos fan a elegir número, jeje que diver, ponemos tarjetas, configuramos las SIMs y listo, a la primera estamos volando por la red de redes. Nos despedimos entre sonrisas… todo va sobre ruedas.

Busco en Google Maps cajeros automáticos (ATM). Veo que al otro lado del río hay una zona con varios bancos. Al llegar allí optamos por sentarnos en una suerte de Starbucks en el que pedimos nuestro primer café Vvetnamita (es conocida su cultura del café y su calidad), lo pedimos con leche condensada y helado… Madre del amor hermoso!!! Pero que rico está!!! El cafe es intenso y sabroso pero nada amargo… uhmmmm!!! Al poco nos sentimos eufóricos… menuo pepinazo… cualquiera diría que lleva drogaína!!!

Durante ese rato, yo indago en internet cuales son los bancos con tarifas más amigables para los viajeros y Sai busca desde donde salen los buses para Sapa y horarios. Descubro que unos de los mejores bancos es el MB Bank, lo busco en el Maps, tenemos uno cerca, Sai da con la estación y horarios. Son las 15:00 y al menos hasta las 17:30 hay transporte regular.

Con los deberes hechos vamos a por el ATM. Hemos decidido sacar unos 500 €, prácticamente dinero para 12 días, ya que la zona norte es un poco aislada y nos puede costar hacerlo luego. Usamos nuestras tarjetas de viaje Revolut, N26 y las de ING a las que hemos activado el modo viaje para no pagar comisión por cambio de divisa. Sacamos de las 3, en parte porque luego queremos hacer cálculos, y ver cual nos va mejor. Nos lleva un rato, pero todo sin problemas, todas funcionan bien y conseguimos sacar lo planeado. A parte de ese dinero, hemos traído euros en billetes de 50… por si fuera necesario tirar de cambio…

A por el bus… vamos en camino cuando un hombre nos dice que si vamos a Sapa, las furgos pasan por ahí… uhmmm pos fale! En menos de 15 minutos pasa una… Sapa, Sapa, Sapa… Yes! Cuanto? 50.000 Dongs (ni 2 €)… dale!

La furgo da unas vueltas, ya sea para buscar a alguien más, o realizar algún servicio de transporte y coge camino. El trayecto dura casi una hora, volviendo a ascender montañas arriba, más verde, más cascadas, más lluvia. Durante el trayecto aprovechamos y buscamos alojamiento en Sapa con Booking y Agoda, no tardanos ni 10 minutos en elegir y reservar uno, económico (12 € la noche) y con buena pinta.

Nos sorprende la llegada a Sapa… o Andorra… o un Benidorm de montaña? Luminosos, hotelazos, pubs, restaurantes de todas las categorías… Desde luego es diferente a lo que hemos dejado atrás. Nos dejan muy cerca, pero la lluvia nos retiene en el porche de una iglesia, que aprovechamos para orientarnos. Al poco estamos en el hostal. Hacemos checking y pa’ la habitación.

Pasamos un rato repasando cuentas y reorganizando los dineros entre bolsos y mochilass. Sai aprovecha para reservar con los del hostal la visita de mañana en teleferico al pico Fansipan (3149 m).

Son las 20:30 cuando salimos a cenar. Nos da buen rollo los del hostal y vamos a cenar a uno que nos recomiendan, con la ventaja de un descuento sobre el precio… vamos a ver si nos convence… Empezamos con unas cerves, y luego pedimos unos rollitos vietnamitas vegetales, unas berenjenas al estilo chimpún y un bun cha, unas especie de bistec rusos con sus fideos y una salsita suuuper rica. Nos encanta todo. El sitio es agradable, y si te imaginas que es cualquier lugar de España, pensarias que ambiente mas relajado… no hay mucha gente (no lo entiendo bien), estamos en una terracita cubierta frente a la calle, viendo llover plácidamente…

Sobre las 22:30 volvemos al hostal. Yo remato el relato y Sai le da un repaso a la ropa de hoy y prepara lo de mañana. Ya es pasada media noche… toca dormir que mañana volvemos a madrugar…

Buenas noches!!!
Chúc ngủ ngon!!!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *