Día 2: Kunming

Anoche me acosté muy temprano, a hora española serían las 23 y pico… pero aquí eran más de las 5… tengo que cambiar el horario como sea…

Y eso hice, a las 8:30 estaba en planta, en la planta 23 del hotel, una suerte de mirador cilindrico y acristalado, con vistas a toda la ciudad donde el hotel monta el buffet de desayuno, incluido con la habitación. El hotel no es nada barato, lujos iniciales, para coger la arrancadilla.

Me pongo como el kiko. Combino muchas cosas que ni se que son, saladas, picantes, fermentadas, con un desayuno tradicional, 3 cafes y un poco de fruta… digo yo que con esto aguanto hasta la noche.

Al volver a la habitación continúo con la reorganización que empecé anoche, termino de lavar y tender la ropa con la que llegué… viendo lo mojada que está de doy una pasada de secador… me organizo para ver cuanto dinero saco y estudio la ruta a la que dedicar el día…

Cuando salgo pago sin problemas la habitación y me devuelven la fianza. Me dicen donde hay un ATM, y donde está la estación del tren que habré de coger mañana rumbo Jianshui. Me echo a la calle…

Son las 12 aprox cuando salgo y me meto 5 horas caminando sin parar hasta que vuelvo al hotel. Entre lo poco que he dormido, el calor (que ni tanto) y el pateazo, llego medio muerto. Realmente podría haberlo hecho a golpe de taxi, pero siendo el primer día me apetecía caminar y cogerle el pulso al lugar.

Me dirijo al norte a un parque lleno de estanques y lagunas llenas de nenúfares, cruzadas por pasarelas y gente paseando. Antes de llegar allí visito el templo Yuantong, templo budista mayor de la provincia y famoso por acoger los dientes de Buda? El templo es muy bonito, fotogénico, apacible y lleno de gente que se arrodilla ante los numerosos altares a rezar sus oraciones. Luego recorro el parque entero, que por estar en periodo vacacional está lleno de paseantes, todos haciendo fotos como yo. Aunque me gusta mucho, ya lo había visitado hace 6 años, cuando en nuestro anterior viaje a China, fuimos desde Chengdu a Kunming, atravezando parte del antiguo Gran Tibet. Si en aquella ocasión, Kunming fue el punto final, esta vez ha sido el punto de partida.

Durante el camino de vuelta consigo sacar dinero suficiente para el tiempo que estaremos en China antes de cruzar a Vietnam. Al llegar al hotel, me doy una ducha y me tumbo en la cama un rato. Pongo despertador porque corro riesgo de dormir hasta mañana. Sobre las 19:30, cuando estoy apunto de salir, el cielo se parte en dos y cae lo más grande… Paso un rato revisando cosas, hasta que casualmente encuentro un paraguas en la habitación, y decido salir pese a la lluvia.

La calle donde anoche me tome la cerveza al llegar de madrugada, está llena de puestos de comida, y después de recorrerla en un sentido y otro, me deciso por uno que tiene unas mesitas fuera, pero a cubierto. El lugar es agradable, me las apaño, entre fotos y un menu en ingles en pedir una ternera con guindillas, unas berenjenas asadas y un arrocito blanco… sencillo pero delicioso todo…

Al poco de terminar, me pongo a escribir el relato diario, y el cocinero, que ha pasado por la mesa un par de veces, se sienta en mi mesa con una cerveza y ganas de trabar conversación, pero sin idioma común. Tirando de traductor, tenemos una medio conversación… es risueño y simpático. Me gustaría darle más cova, pero ya son más de las 22, quiero acabar el relato y meterme en la cama, que necesito descansar bien esta noche.

Lo dejo aquí por hoy, me voy al hotel y de cabeza a la cama.

Buenas noches… sean buenos y felices: )