Martes 10 de Enero de 2023
Llegada y reflexiones
Prácticamente dormimos durante todo el vuelo. Disponer de espacio a mi derecha nos permite ir más cómodos y eso ayuda. Yo voy tan dormido, que me duermo varias veces mientras como, y al pasar las azafatas con el desayuno ni nos enteramos y tenemos que pedirlo luego. Cuando nos damos cuenta estamos aterrizando.



















































El control de acceso es un poco más lento de lo habitual, y no tardamos mucho en llegar a la calle… ya hay ganas de echarse un piti. La madre de Sai nos ha ido a buscar, y nos lleva a casa de Sai en Fuenlabrada, pues las próximas semanas estoy de turno y tengo que subir a la estación. Poner lavadoras, una ducha infinita y a la cama a descansar y calentarnos que la casa está helada…
Hemos llegado, sanos y salvos, que es casi lo que más me importa en estos viajes… son muchas las circunstancias que pueden provocar problemas, mientras no los hay todo bien, pero el más leve tropiezo, puede tener consecuencias desastrosas, así que contentos, muy contentos…
¿Que tal el viaje? Muy bien, sin duda.
¿Qué tal México? Respuesta corta, muy bien también, vale mucho la pena.
Respuesta larga…
México me ha encantado. Sin lugar a duda tiene una riqueza cultural tremenda, variedad de paisajes, buena gastronomía y sin lugar a duda, lo mejor, su gente. Los mexicanos son destacadamente extrovertidos, es muy fácil trabar una conversación con ellos. Están siempre dispuestos a echar una mano, son respetuosos y amables. En Asía hemos estado en países con una calidad humana también muy muy grande, pero en la dimensión humana la comunicación es muy importante y eso es algo que sólo se puede explotar con mediante el dominio del lenguaje local. En eso América Latina siempre estará por encima.
En cuanto al viaje en sí, hay muchas cosas donde se puede sacar punta. Por un lado México es muy muy grande. Yo solo he cubierto una parte y en algunos momentos he tenido la sensación de necesitar mas tiempo, mucho más tiempo. Mexico bien merece muchos viajes, con recorridos más cortos para sacarle la esencia. Para el mismo recorrido que he hecho, hubiese necesitado entre 2 semanas o un mes más, para sentir que le dada a cada sitio el tiempo merecido. Por supuesto hablo de viajar, penetrar en la cultura e integrarte con la gente. Si hablamos de hacer turismo y marcar con checks lo más conocido, se puede hacer el mismo recorrido en una semana menos. Muchos sitios merecen una oportunidad, y darle unos días te permite conocer a gente que va a enriquecer el viaje con experiencias e conocimiento. En un país donde la comunicación sea difícil esta no se va a lograr y tal vez se pueda ir más ligero, pero aquí vale la pena pausar el ritmo.
Otro aspecto del viaje que ha complicado la gestión diaria ha sido el grupo. Jose viaja por 3 meses, yo 4 semanas y Sai 18 días. Lógicamente las prioridades no son las mismas, ni las urgencias y ni tan siquiera el presupuesto. Cuando viajas mucho tiempo se gasta mucho menos, cualquier tropiezo lo gestionas con tiempo sin apuro por verlo escurrirse entre los dedos. Se puede improvisar más, estar más atento a la información que vas recibiendo del entorno, y aprovechar oportunidades no planteadas a priori. Ir lento te permite conocer a mucha más gente, que al final suele ser lo más importante. Cuanto más rápido viajas, tienes que prepararlo todo mucho más, encajar bien las piezas, ya que perder un simple bus, puede implicar una cadena de cancelaciones, perdida de pasta y sobre todo dejar de ver y hacer cosas que querías.
A lo anterior se suma que a priori habíamos quedado en juntarnos con Óscar y Kenia en torno a finales de año, y alquilar el coche juntos Establecer un punto de encuentro con Jose, otro con Sai y otro con Óscar y Kenia, implicaba forzar la ruta para poder estar en cada sitio el día convenido. Al final ellos no se animaron, pero la estructura ya había quedado más o menos establecida.
Estas cuestiones han complicado hacer la cuadratura, y por supuesto han implicado en momentos dados algunas tensiones entre nosotros… para unos ibamos muy rápido y para otros ibamos muy lentos. En cualquier caso, teníamos claro desde el principio que mientras nos motivase nos moveríamos juntos, pero en caso de venirnos mejor otras opciones, cada seguiríamos distinto ritmo/camino… y sin embargo no lo hicimos, de modo que todos perdíamos algo, pero hemos ganado más viajando juntos.
Por último, en parte por las dudas sobre donde/cuando nos ibamos a ir encontrando, no fue posible precisar la ruta, y ni Sai ni yo habíamos nos la habíamos preparado mucho.
De todo anterior, me quedo con el mantra de viajar siempre lo más lento que pueda. Si hay poco tiempo, ajustar la ruta al tiempo y asumir que todo será más caro. La gente en los viajes, llega y se va, y el tiempo compartido será tanto como como les cuadre a todos.
Otra cuestión interesante de este viaje ha sido que por primera vez alquilamos un coche. Ahora mismo pienso que hay que pensárselo mucho. Por un lado hay que valorar la seguridad vial del país y el coste que va a suponer. Si estás dos son correctas, valoraría el valor añadido que puede suponer llegar a sitios poco accesibles de otro modo y por último la calidad de los paisajes en los trayectos. Justo esto último nos falló en México. Nos pasábamos horas viajando entre 2 muros de vegetación uniforme y continua, sin ver nada más… para eso mejor volar o coger un bus nocturno. Tampoco cogería un coche por ir rápido, justamente por lo dicho anteriormente. Por triste que parezca, la vegetación espesa tipo jungla es aburrida… el relieve y un poco de deforestación hacen el paisaje más variado y entretenido. Por algún motivo, históricamente somos mas de sábana que de jungla, y lo primero que hemos hecho es desbrozar y crear espacios abiertos, libres de maleza y bichos. Esto que digo suena controvertido, pero supongo que se me entiende… no estoy defendiendo la tala masiva del Amazonas ; ).
Este viaje también era un ensayo de viaje en Las Américas. Aunque había estado en República Dominicana y Haití con Óscar y Kenia, fue una de mis primeras escapadas y corta. Principalmente el tema de la seguridad, es el que me ha inclinado a viajar a Asía, sobre todo cuando lo he hecho solo. La experiencia en ese sentido ha sido muy buena. Nos hemos movido de noche por calles a oscuras, sin preocupación ninguna… pero porque podíamos. México es un país enorme y tendemos a uniformizarlo. Es cierto que tiene zonas/estados complicados que mejor no visitar, o hacerlo de manera muy controlada/guiada. Pero hay zonas que son muy muy tranquilas. La republica mexicana está formada por estados con cierto nivel de independencia. No tengo un conocimiento preciso del grado de independencia, pero la percepción y la información que nos daba la gente, nos hacía entender que en cada cual se siente con claridad el estilo de sus gobernantes. En el estado de Quintana Roo, donde está Cancún, la gente nos decía que la cosa está peludilla. Las mafias campan a sus anchas y hay grupos armados y violentos. La seguridad en Cancún no es la mejor del país, aunque no hay un peligro palpable y se puede visitar sin grandes riesgos. Sin embargo en el estado vecino de Yucatán, el gobierno trata con mano muy dura (seguramente violando los causes democráticos) y en cuanto detectan un grupo mandan al ejército y los pasan por la piedra. Mucho yucatecos se expresaban con orgullo respecto a la seguridad en la zona. Hay otras zonas como Oaxaca o Chiapas, donde los conflictos son conflictos sociales o entre las comunidades indígenas y el gobierno. La cosa no va contigo, y basta con no estar en el lugar inadecuado en el momento inapropiado. Hacia el norte y según te aproximas a la frontera con EEUU, la cosa se complica. Aun así conocimos gente como Rulo, que cruzo desde EEUU la frontera por Tijuana y a pie.
En resumen, sobre este aspecto, el viaje me anima a seguir visitando este gran país e ir recorriendo poco a poco América Latina.
Este año hemos viajado a 3 continentes. Kenia en enero, Borneo en agosto y México en diciembre… y la pregunta siempre se repite… ¿Con cual te quedas? Pues… yo me reitero. Para mi uno de los disfrutes más grandes de viajar es que me cruja la cabeza. Abrir la boca de asombro y no poder cerrarla en un rato de lo flipado que te sientes ante algo que no podría haber esperado… y esto solo me lo producen 2 cosas, los espectáculos de la naturaleza, que los hay en todos los continentes y el choque cultural… y en ese sentido Asia me produce siempre un impacto mayor y mucho más profundo. Tener un continente maravilloso en el que encima puedes hablar tu propia lengua es un gran valor, pero no fue solo la lengua, también dejamos un gran pozo de cultura y no la occidental, sino la española… En muchas partes de México las diferencias son interesantes, pero también lo son entre Navarra y Cádiz.
Si tengo la suerte de poder seguir viajando no creo que me centre en América. Seguiré viajando por Asia e intercalaré viajes a América… a ver cuanto me dura, porque poco a poco se hace uno viejo, y la vitalidad para hacer viajes, a veces duros, irá menguando… al final siempre nos quedará París…
De repetir, a Yucatán le quitaba días, iría a alguno de los sitios remotos, como Calakmul, y no pisaba guirufilandia. Me ha dado pena no dedicarle mucho más tiempo a Chiapas. Creo que es de lo mejor. Es el tipo de zonas que quisiera conocer en más profundidad de Amarica Latina. Fueron muchas las veces en las que a mi alrededor nadie hablaba en español, ya fuese en cho’ol o cualquier otra lengua prehispánica. Es lo mas parecido a Asia, porque en el fondo no son mas que descendientes asiaticos. Molaría adentrarse más en comunidades e intentar pasar un tiempo con ellos. La parte de Oaxaca y la costa del Pacífico también valen mucho la pena, y tengo entendido que la costa pacífica de Chiapas es muy poco conocida y también esta estupenda. Y ya está, poco más puedo decir, pues en 4 semanas apenas he visto nada, y tan sólo puedo decir que me ha servido para llevarme una impresión general, de tan solo una pequeña parte. Ya me dice un compi del curro, cuya mujer es mexicana y ha estado muchas veces allá, que encima la parte que he visto Poc tiene que ver con la cultura del centro y norte, así que queda México pa’ rato.
En lo económico hay que decir que México no es barato. Es cierto que se puede viajar económico en muchas partes, pero siento que en la oferta faltan opciones de gama media. Tienes opciones de gama baja, que fueron las comunes en la primera mitad del viaje. Durmiendo en dormitorios compartidos, en hamacas e incluso a veces en habitación, el gasto por dormir osciló entre los 5 y los 10 euros. Pero incluso ahí, por ejemplo mi primera noche que quería descansar, pagué 35€. Asía es muuuuuucho mas barato, y dormir solo no es un lujo, y yo con el tema de los ronquidos procuro no dormir en dormitorios. En México dormir sólo, por modesto que sea el sitio es una pasta. Los precios subieron en Yucatán y explotaron en Quintana Roo, donde Sai y yo lo menos que pagamos fueron 30€. Con la comida pasa otro tanto. Comer económico es posible y realmente estas comiendo su comida más popular, frijoles, burritos, fajitas, quesadillas, tlayudas, sopes, tortas, etc… mil nombre para lo que en el fondo son variaciones sobre todo en tamaño y tipo de carne. Está rico y a veces bien servido, con algo de vegetales, aguacates… todo bien regado en salsas picantes, generalmente sabrosas y no tan picantes como esperaba… pero eso no es comida pa una persona pasiva, o terminas como una bola. Evidentemente México tiene una riquísima cultura gastronómica, pero entonces te pones en precios de aquí y salir a comer te puede salir lo mismo o más que en cualquier sitio español. Para un presupuesto mochilero mi experiencia ha sido más bien tirando a pobre. Si quieres comer variado, ruco y saludable, es mejor que vayas con un presupuesto más solvente.
El transporte en medios locales es económico, pero en larga distancia, donde reina la empresa ADO, no lo es. El alquiler de automóviles nos decían que está en sus albores. Se suelen quedar sin coches disponibles como nos pasó, así que lleva este tema bien atado… y tampoco es barato. Tirando de la gama más baja y el peor seguro, nosotros ibamos a pagar unos 50€ diarios.
La música me encanta… aunque tal vez me hubiese gustado oirla por todos lados, como se que ocurre en otros países de América Latina. Lo mejor es que en las zonas que visité, la contaminación de reguetón fue mínima y tuve la suerte de oir mucha ranchera. Tampoco fue raro ver, en zonas no turísticas, grupos de mariachis tocando sus rancheras a los comensales del restaurante local.
Me gusto del viaje pasar por partes con naturaleza y paisajes bien diversos, quitando la monotona jungla del Yucatán. Estar unos días en la playa antes de pasar mucho frio en San José o San Cristóbal, le aportó variedad al asunto. A nivel fauna, no ha sido una gran experiencia. Me gusto mucho ver las ballenas a jorobadas a apenas 3 metros en Mazunte, los cocodrilos en el Cañón del Sumidero, la tortuga y los mapaches pigmeos de Cozumel… pero poco más… hubiese molado ver un tucán y desde luego haber tenido una mejor y mas variada experiencia bajo el agua… a golpe de billetes estoy seguro que la puedes tener, pero con mi presupuesto o por tu cuenta no es nada del otro mundo. Las playas no es que me decepcionaran pero llevo en la retina mil sitios más bellos. Una cosa que me di cuenta que las palmeras las plantan, no es como en Filipinas o Indonesia, donde enormes palmeras llegan hasta casi el borde del agua. Aquí la vegetación llega hasta la playa, pero es más bien baja y cuando ves la típica postal de playa y palmera, generalmente es ficticia.
Cualquiera que llegue hasta aquí leyendo lo mismo piensa que no me ha gustado… pero si me suele leer sabe que no quiero vender un viaje perfecto, me gusta ser franco, pintar las luces con sus sombras, para que nadie se lleve a equivocos. En general ha sido un gran viaje y yo lo recomiendo. No tengan miedo en viajar por su cuenta, porque México es muy amable y se mueve uno con mucha facilidad.
Cierro esto aquí, porque si me pongo a pensar saldrían mil temas más y ya está bien de tanto escribir. En los próximos dias haremos la selección de fotos, así que espero que no tardemos mucho en ponerle a cada día sus fotitas. Espero no haber aburrido mucho este viaje, ya que no he tenido tiempo para escribir tranquilamente, y hacer un análisis diario más allá de describir simplemente los hechos…
Este ha sido nuestro viaje… y así lo hemos contado!
… y ahora? a dónde? …