Día 22: El Cuyo – Valladolid

Cuando me despierto son las 9. Según me dice Sai, que ha estado hablando con Jose, han pensando que el sitio tampoco merece otra noche, y que podríamos ir a ver Las Coloradas y terminar durmiendo en Valladolid. Algo tienen mirado de alojamiento en Valladolid. Queremos dejarlo atado, pero da la sensación de que está todo el mundo haciendo lo mismo. Nos los quitan de las manos… Finalmente Jose coge cama en un dormitorio, y nosotros tratamos de pillar una habitación, pero la perdemos y terminamos pillando también camas en dormitorio… luego me pregunta Jose porqué no hemos pillado en su hostal y no se ni que decirle… tontunas del estrés de no vernos luego buscando alojamiento.

Naaaaa… está claro que aunque el viaje está molando mucho, por primera vez siento que nos hemos equivocado en los tiempos. Cada cual que viaje como quiera, pero a mi me gusta darle al menos 2 ~ 3 noches a cada sitio. Por malo que parezca, todo sitio merece una oportunidad, y si le das un tiempo, te sorprende… A veces el sitio no es gran cosa, pero el contacto con la gente te deja grandes recuerdos. A veces parece que no hay nada, pero los locales te descubren sus secretos… otras, en verdad no hay nada…

Nos damos un baño en la playa. Son las 10:00, el día es bonito, la playa larga y blanca como las que hemos visto. El olor nos hace pensar que tal vez tienen problemas con las aguas negras… La entrada al mar es cansina de largo que se hace que cubra… Nos deleitamos con el vuelo de los grupos de pelícanos y sobretodo con las gaviotas, que aquí tienen una tecnica de caza que no había visto nunca. Tipo martín pescador se clavan en el airey luego se lanzan cual arpón. En nada salen volando con un pez, que en el aire voltean para tragarlo en un solo movimiento.

A la vuelta, tratamos de cancelar nuestra reserva para ir a donde Jose, pero justo aparece un hostel que no aparecía antes, buen precio y buena pinta, y reservamos ahí.

Cogemos camino a Las Coloradas, está a menos de 2 horas, y en esa zona hay unas salinas rosas que parecen bastante fotogénicas, así como una reserva natural con más cocodrilos y flamencos. El camino es en parte el que hicimos ayer pero a la luz de la mañana. Al llegar a Las Coloradas, nos encontramos, con que la explotación es totalmente privada, y bueno, lo que vemos pinta bien, pero nada que nos invite a pagar la entrada que piden… México no es caro ni barato, y sobre todo lo que no es, es intermedio. Comer de popular es barato, si quieres algo mejor, no es algo más caro, son directamente nuestros precios y más. El alojamiento igual: o modesto, o precio España.

Nos hacemos unas fotitos por allí… hasta el límite, ya que tienen seguridad, no vaya a ser que les robes un fotón!. Seguimos la carretera que va por esa franja de arena, en dirección al la reserva natural. Menos mal que tenemos coche. Llegar allí de otro modo te obligaría a contratar un tour, y no se en otras épocas del año pero ahora no lo vale… hay flamencos dispersos y… ya. Llegamos casi al final y desistimos, no hay nada relevante. Dejamos el coche y cruzamos los escasos metros hasta el otro lado… infinita arena blanca sin nadie en kilómetros… es bonito de ver… recogemos conchas, que por primera vez vemos en cierta cantidad, formando una franja junto a la línea de costa. Nos entretenemos un rato, cada cual elige sus conchitas de recuerdo.

Son en torno a las 14:00. Sai hace rato que el cuerpo le pide comer… pero la pobre no tiene otra que tirar de picoteo. Cogemos rumbo a Valladolid. Llegamos atardeciendo pero al menos tenemos donde dormir. Dejamos a Jose en su hostal y nos vamos al nuestro que no está lejos. Al llegar nos sorprende, está super bien montado. La habitación es muy simple, pero los espacios comunes estan muy bienm Ducha, lavar ropa y tender. Justo tendiendo empiezo a hablar con Nora. Ella es de Catalunya, enfermera y embarcada en un viaje de 4 meses, de los cuales ya ha disfrutado de la mitad, parte aquí y parte en México. Es agradable e interesante y hablamos un poco con ella antes de salir. Se mueve ahora mismo con alguna gente que ha conocido, uno de ellos va en moto y viene desde Canadá…

Vamos hacia el centro, aviso a Jose. El se suele despertar muy temprano, pero es que esta mañana se despertó a las 5 y esta medio muerto. Sai se merece una cena en condiciones. Buscamos por plataformas, Google y blogs, hasta situarnos. Optamos por una de comida yucateca. Vamos y cerrado. Probamos con la siguiente, no está cerca y oportunamente llamamos. Si está abierto pero lo tienen todo completo. Me da cosita por Sai… Le digo de ir a uno de los señalados, pero que por estar en el mismo centro ya es más salado y vamos… pero justo al llegar a la plaza hay un corredor todo lleno de puestitos, y se deja llevar. Insisto en que vayamos al caro y nos demos el homenaje, pero me convence para que lo dejemos para mañana. El plato que pedimos es muy variadito, esta rico… y sin embargo más de lo mismo.

De allí nos vamos a un local de botanas, que es como se llama en estos lares a los sitios donde te ponen tapas cuando pides cerveza. La pena es que me entero luego que este tipo de locales funciona hasta mediodía. Aun así nos tomamos unas cervezas. Sai curiosidad la carta que tiene muy buena pinta. Tal ve vengamos mañana a cenar aqui.

Son en torno a las 20:30 cuando tiramos al hostal. Compramos unas cerves para tomar allí mientras seleccionamos fotos y escribimos el relato. Al llegar nos subimos a la terraza de arriba, en la que se puede fumar y casi ocupa un grupo de franceses. Avanzamos bastante con la selectividad de fotos, y las subimos a los relatos de días anteriores. En eso sube Nora y nos ponemos a charlar. Hay bien feeling. Yo quería escribir pero es una suerte conocer a otros viajeros, sus viajes, pasiones ye historias.

A poco que me vuelve a contar, tengo un presentimiento… el chico con el que anda, que va en moto, estoy seguro que es el Arturo del que me ha estado hablando Jose. Se lo digo. Recuerdo que Jose me dijo que se había jodido una costilla y un dedo del pie… todo cuadra! Jajajaja… va a ser que sí!!!???

Le doy a Nora mi móvil con una foto nuestra y se baja a abaja a enseñársela. Bingo!!! Al poco sube y nos presentamos… es una puta coña … yo se de él, y el de mí sabía que venía de España un amigo de Jose justo para su cumple. Nos partimos la caja de las casualidades… Le mando a Jose un selfie mío com Arturo. No tarda en responder totalmente sorprendido. En este momento es la 1:30. Esta gente no parece que se vaya a acostar ya, Jose duda en acercarse, pero tendría que despertar luego al del hostal para entrar y dejan el encuentro para mañana. Sai y yo seguimos de palique con ellos, nos dan las tantas. Sai se retira antes y en torno a las 2 los abandono que mañana puede ser un día duro. Queremos ver algunos cenotes y luego tirar al sur hasta Bacalar. Seguramente se una a nosotros una chica que está con el grupo de Arturo, y así repartimos la gasolina entre más.

Estoy muerto de sueño, caigo fulminado.