Martes 27 de Diciembre de 2022
Goodbye Chiapas
Anoche me tome un Paracetamol y me metí en la cama antes de las 21:00. Me paso la noche sudando, y a ratos con frío. Sai se ocupa de darme calor y lo cierto es que quitando un par de veces que voy al baño, me levanto a las 9:00 descansado y mejor. El moquillo se me ha quitado y me ha bajado al pecho, pero lo que importa es que me siento bien.


































Según nos levantamos, nos vamos al hostal Lizbeth, que ha encontrado Jose y donde desayunamos estupendamente unos huevos con salchichas y frijoles. Hoy el día ha amanecido mejor, hay nubes, pero se ve el cielo azul atrás y el sol pugna por hacerse presente. El sitio donde desayunamos está cubierto, pero abierto en sus laterales, de modo que disfrutamos de transcurrir tranquilo de sus gentes. Un cerdito tumbado al sol, calienta su cuerpo después de los últimos días, niños y mujeres pasean, e incluso un colibrí revolotea en un árbol próximo. Cuando nos damos cuenta son casi las 11. Jose tira a la posada pues quiere recoger y ducharse. Sai y yo alargamos un poco más.
Al llegar a la posada vemos en frente un combi como el que nos trajo a Frontera. Me ducho y recojo todo. Cuando ya hemos salido de la habitación, sale un hombre y una mujer de la habitación de al lado. Le pregunto hasta que hora se puede volver a Palenque. Nos dice que hasta las 14:00. Le pregunto donde se cogen y no es donde nos dejaron sino en otra parte del pueblo. Me da la impresión que él mismo vuelve a Palenque y se lo pregunto, me dice que sí, a las 13:00. Nos miramos y le decimos que tal vez iríamos con él y se ofrece a recogernos antes de las 13:00. Fantástico.
Nos relajamos un rato en el porche de la pensión y algo antes de lo esperado nos recoge el chofer y nos lleva a la parada. Menos mal, porque a pie era un paseito bueno. Compramos boletos y esperamos hasta que llega la hora y los que allí estamos enfilamos al combi. Yo me dedico a escribir el relato de loa días pasados, que solo había escrito un esquema, pero termino durmiendo hasta que me despierta algo de jaleo. No entiendo porqué pero estamos parados, el chofer habla por radio pero no lo entiendo porque habla en lengua cho’ ol. Sai, que nuevamente se ha sentado al lado del chófer, le hace preguntas y de ahí pillo que ha habido un accidente y por eso hay una retención bien larga. Estamos al sol, ventanas cerradas y ando justo de espacio. Me empieza a agobiar un poco la situación, pero por suerte no se dilata mas de media hora el asunto. Me vuelvo a quedar dormido y despierto ya en Palenque.
No son las 17:00 y el bus a Campeche sale a las 22:00. Pensando en donde podemos apalancarnos unas horas con nuestras mochilas, optamos por la plaza central que tiene banquitos y hay mucha tienda y garito alrededor. Eso hacemos y hasta las 20:15 lo pasamos por allí. La verdad es que Palenque no es bonito, pero al llegar brilla el sol sobre un cielo azul y lo cierto es que parece más bonito. Que no llueva y que no sea festivo, implica que todas las tiendas estan abiertas y la gente llena las calles, sobre todo la plaza, que esta muy animada. Durante ese tiempo Sai aprovecha para comprar alguna cosa en el mercado de artesanía y nosotros terminamos sentándonos en una terraza un tanto coqueta, pero agradable, en la que caen unas cervecitas.
Sobre las 20:15 cogemos camino a la estación, con intensión de parar en Mr. Taco, donde ya comimos en Noche Buena y nos gustó. A las 21:30 seguimos a la estación que está cerca. Llegar, esperar un poco, piti y embarcar. Ahora son las 23:00 en punto, llevamos una hora de viaje que he aprovechado para ponerme al día con el relato.
Hoy llegaremos a las 4:00 a Campeche, así que no dormiremos mucho en el bus. Al llegar esperaremos un rato en la estación antes de lanzarnos a descubrir la ciudad. De momento ya tenemos una reserva… pero… esto forma parte del futuro… inmediato, pero futuro, de momento, me voy a arrecostar, y tratar de dormir unas horitas…
Buenas noches!!!!