Martes 20 de Diciembre de 2022
La Laguna?
El bus llegó casi en hora. Nos acomodamos y en marcha. El asiento es espacioso y reclinable, lo cual no quiere decir que vaya a ser una buena noche. Nos ponen el final de una peli, un capítulo de Bones y los Minions… que solo vemos empezar, pues a las 22:30 apagan todo… ala! a dormir todo el mundo! Lo cierto es que no tardo mucho en dormirme, pero al poco llegamos a una estación, encender luces, gente sube y otra baja. Seguimos. Por suerte en todo el trayecto son solo unas 5 paradas, y en alguna de las cuales salimos a fumar. De resto casi dormimos del tirón.
A las 8:30 estamos en San Cristóbal de las Casas. Tenemos una reserva y allá vamos. El paseo por el casco antiguo es delicioso. La sensación de estar caminando por La Laguna, pero aquí los locales son mexicanos y yo el extranjero. Hace una rasca fina, por suerte el día está totalmente despejado y el sol ya calienta. Una de las primeras cosas que me llama la atención es que toda la edificación es de una planta, lo cual le da un encanto especial. Es una especie de casco viejo lagunero pero muchísimo más extenso. Nuestro hostal está muy cerca del centro, pero en un barrio ligeramente más elevado que el resto. Al llegar no vemos a nadie, está cerrado. Terminamos llamando por teléfono al dueño. Nos indica amablemente como coger la llave de un cajetín con cierre de seguridad. Entramos, nos preparamos un café y buscamos la terraza, que esta en lo alto y oh! Que vistas más lindas de la ciudad!
Seguimos en la terraza, calentándonos al sol hasta que llegan dos chicas y un chico que allí trabajan. Sobre las 12 estará lista nuestra habitación, de momento podemos dejar allí las mochilas, aunque nos liamos un rato con planificar la reserva de Palenque, donde nos encontraremos con Sai el Sábado. Luego decidimos seguir en este hostal hasta el viernes, pero en Booking aparece como lleno. Lo hablamos con los chicos, que hablan con la dueña, que lo comprueba… Al final se nos hacen las 11 y pico de la mañana antes de tener todo arreglado y las cosas ya en la habitación.
Salimos a apatrullar sin mucho orden ni concierto, pero sobre la marcha topamos con el Mercado Viejo que lo tenemos al lado. Deambulamos un buen rato entre todo tipo de género. Me encanta. Entramos y salimos por diversos pasillos, hasta que damos con un puesto de quesadillas y nos sentamos a comernos un par de ellas. Sencillas, no muy grandes pero sabrosas, las mías de alambre y al pastor.
Salimos del mercado, seguimos callejeando y damos con el mercadillo de artesanía, muy extenso y atractivo… hasta a mi me dan ganas de comprar. La calle peatonal tiene mucha vida y está llena de tiendas y restaurantes… muy en la línea de La Laguna. Después de muchas vueltas nos sentamos en una terracita y tomamos una cerveza. Dando un largo paseo de vuelta volvemos al hostal. Ducha, lavar ropa y sentarnos en la terraza a ver la puesta de sol.
Según cae el sol, la temperatura baja en picado y no tardamos en ir a abrigarnos bien. Volvemos a salir pero es un poco desastre todo. Me separo de Jose para devolver unos cascos de cerveza en la tienda y pierdo a Jose que no tiene tarjeta sim, así que hasta que no pille wifi no podremos ponernos en contacto. Yo me siento en una terraza y me pongo a escribir. Le mando un WhatsApp con mi ubicación. Al rato me escribe que ha terminado por volver al hostal, pero sale de nuevo. Luego damos vueltas y vueltas como tontos. No hay nada que nos motive para cenar, ni para tomar algo. Todo es un poco pijin y no vemos nada popular. Casi a punto de volvernos al hostal pillamos unos tamales en un sitio escondido que vemos de casualidad. Me gustan mucho, sencillos pero sabrosos.
Después de eso nos vamos. Me siento un poco contrariado de dar tanta vuelta sin sentido y realmente aunque bonito no hemos podido disfrutar de un rato relajado y agradable. Sospecho que en parte estoy cansado después del tute de anoche, así que casi que mejor acostarse, que mañana será otro día.
Nos echamos el último piti a la fresca en la terraza y termino el relato. A dormir!
Buenas noches!