Domingo 28 de Agosto de 2022

Volando vuelvo

Mira que suelo ir durmiendo en el avión, pero es que esta vez según me siento estoy durmiendo sin ni haber despegado. Me despiertan para comer y más tarde la sacudida del avión al aterrizar en Doha. Sai otro tanto… mas de 7 horas del tirón.

En Doha nos hacen pasar por mostradores porque el vuelo hasta Doha, en lugar de operarlo Qatar lo ha hecho Malaysia Airlines, y los billetes que tenemos a Madrid son por tanto de Malaysia, pero a Madrid si que vamos con Qatar… vamos un rollo tonto, que nos hace hacer una cola muy larga para simplemente confirmar los datos. Resuelto esto, nos dirigimos a la puerta de embarque, pasamos por los baños y el fumadero infumable. Llegamos casi para empezar el embarque, aunque nos hacen retroceder al mostrador de nuevo para que nos cambien las tarjetas de embarque por otras nuevas de Qatar en lugar de Malaysia… ya lo podían haber hecho antes, no?

No es por este incidente, ya lo hablamos en la ida… nos da la sensación que Qatar no está en su mejor momento. Antes estaban continuamente pasando con zumos, snacks, comida y bebida. Ahora todo parece más ajustado. El cambiar un vuelo contratado a Qatar, y dárselo a otra compañía, suena a que no les cuadran los números y reducen costes.

Después del embarque, el vuelo tarda en salir un poco, parece que esperan por otros viajeros cuya conexión se ha retrasado. No tengo mucho sueño así que me pongo una peli de superhéroes tan buena, que trato de recordar cual y no lo consigo. Segun se apaga otra del mundo Harry Potter y caigo fulminado al poco de empezar y hasta que llega la comida. Me duermo de nuevo y despierto a una hora de llegar a Barajas. Me entretengo con otra peli.

Llegamos por la T4s. No soy yo de viajar en verano, aunque como Sai tiene el verano escolar supongo que cada vez será más habitual, aunque lo evitaré a ser posible. Me sorprende la riada de turistas que vomitan los aviones. Creo que nunca había visto tanta gente llegando a la vez… último domingo de agosto, claro. Sorteamos la gente, luego el control automático de pasaporte y por último el del Covid. Nos ha venido a buscar la madre de Sai. No tardamos en dar con el coche. Besos y abrazos.

Vamos hasta mi casa y comemos algo en Olavide. Hace calor pero no tanto como cuando nos fuimos. En comparación la temperatura puede ser similar a allá, pero aquí estamos al 25% y alli casi al 100% de humedad. Después de un ratito Sai y Kini se van y yo me quedo por el barrio. Toca tarde de terracitas e ir aterrizando mentalmente.

El viaje nos ha encantado. Ha sido un viaje fácil pero muy rico en experiencias. Nada que ver con Kenia, que me hizo sentir muy turista y no pude tener apenas contacto con los locales, del miedo que te mete todo el mundo en cuanto a moverte a tu aire. Aquí nos hemos mezclado muy mucho y la gente local es deliciosa, sin hablar de la riqueza natural que si la buscas tienes toda la aventura que quieras tener. Es muy buen país para aquellos que quieran empezar en Asía.

Bueno, dándole gracias al Universo por la suerte de haber vivido tanto y sin apenas tropiezos, volvemos a occidente y sus rutinas, pero con las pilas a tope. Han sido asi 3 semanas, aunque efectivas en Borneo poco más de 2, pero la cierto es que me siento como si hubiese pasado un mes.

No quiero ahondar en reflexiones, pues me gustaría añadir alguna otra entrada con ellas…

Un beso muy grande a tod@s!!!

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