Lunes 6 de Enero de 2020

Improvisando

Me acosté a las 11:30 y me levanté alas 7:30. Hoy hubiera dormido al menos 2~3 horas más, pero aun no está claro que hacemos y el desayuno nos lo sirven poco después. Repetimos desayuno estilo local, cafés yo, Sai te. Richard entra en escena, que ha hablado con el de la barca y que mejor hoy, que mañana. Rumiamos el tema, son 700.000 + 200.000 IDR de fee para entrar. Es casi el sueldo de una maestra en Indonesia… Lo propio es compartir con otros el barco y ya sería algo razonable, pero no hay nadie más.

Le preguntamos si el tour es solo eso o incluye alguna parada de snorkel, nos dice que no. Y cuanto dura? Pues hora y media… va a ser que no… se trata de una playa de estas que emerge con marea baja, super fotogénica y tal y cual, pero siendo 2 son 35 €/persona… Sorry, va a ser que not.

Vale, cambio de planes. El día está bueno, puede ser un buen día para dar la vuelta a la isla en moto. Preparamos las cosas y vamos al toko de Ola, a por la moto. Sorry, no moto today, nos dicen… oooohh… Volvemos al hogar… hace buen día, llevamos casi una semana y aun no hemos parado un día. Vemos a Richard y le preguntamos. Playa buena, poco snorkel, aún así nadando unos 600 metros, hasta el arrecife nos dice que puede no estar mal. Pues ya tenemos plan.

Toca estrenar aletas, mascaras y la GoPro en el mar. Hacerlo en la playa que empieza donde termina tu terraza es un plus. Los primeros 100 metros son pura arena, le siguen otros 100 de algas, luego empezaron a aparecer corales aislados, todos muertos, pero dando refugio suficiente como para que hubiesen pecesitos. Poco a poco el coral se vuelve más denso hasta cubrir todo el fondo, pero aun es coral muy dañado si no muerto. La playa es tan baja que el agua además es bastante turbia. Seguimos. Poco a poco empezamos a ver peces mas grande, y partes con coral vivo, colorfull. Por fin llegamos al final de la base de la isla, el final de atolón. Se nota en varias cosas: las olas rompen, el fondo empieza a coger profundidad y lo mejor, el agua está clara, limpia, pristina…

Llevabamos 1 hora y 3 cuartos nadando con tranquilidad, alejandonos de la costa, seguro que más de 600 metros, aunque no creo que llegase a 1000. Aún así, seguiamos clavados frente a nuestro hogar, no hay nada de corriente y eso da seguridad. La GoPro me ha dado problemas al controlarlar, sospecho que el proyector de pantalla está no solo reduciendo la sensibilidad háptica, sino provocando falsas pulsaciones, le quitaré el protector. En cualquier caso la batería había muerto y era hora de desnadar lo nadao!

Volver, pillar cerves y en nuestra terraza descargar las fotos y cribar… al final hay algunas chulas, para las espectativas iniciales, hemos salido satisfechos, sobre todo con la parte del final del atolón. Nos ha servido para probar equipos y tonificar nuestros cuerpos de sílfides… ; )

Después de eso el plan a estado claro, no plan! Sai se ha tumbado en la playa en actitud de insolado suicida y yo sentado a la fresca bajo la vegetación, cara al mar, donde aprovecho para redactar lo escrito hasta aquí. Aprovecho este ratito para empezar a hilvanar pensamientos….

En unas horas haremos una semana de viaje, y aunque sobre el terreno podemos hablar de 4 días, ya empiezo a tomar nota. Este es mi segundo viaje a Indonesia y desde el principio, la experiencia está siendo muy diferente la del viaje a Bali – Flores – Lombok – Gilis. En aquel viaje, no esperaba nada de Bali. Siendo nativo de islas turísticas, los destinos muy turísticos, los asocio con atrapa-turistas, falta de autenticidad y clavadera. Sin embargo, la riqueza del entorno y cultural, me dejó totalmente sorprendido. Flores era mi apuesta y me defraudó. Me recuerda a aquél, que celoso de las riquezas de su hermano, lo remeda sin gracia ni alma, esperando lo mismo. En Flores nos pedían a Jose y a mi, precios similares a Bali, por cuchitriles, que no iban parejo a la experiencia como viajero, y la gente era tirando a hostil. El motivo de visitar esta zona se apoya en tres cuestiones: por un lado el saber que es una zona sin apenas presencia occidental, por otra, las ganas de repetirlo una experiencia cernana al mar y sus tesoros como en Filipinas y finalmente, el haber leido que la gente es especialmente acogedora. Es esto lo que por el momento nos está haciendo disfrutar más. Aquí un turista no se percibe como en otros lugares, es algo exotico y todos quieren compartir algo contigo. Nos queda mucho aun, a ver que tal sigue todo….

Después de pasar la tarde en la playita, ratito terraza y llamadas a la family, que en las casas españolas, millones de niños se levantaban en ese momento para abrir sus regalos de reyes… mis sobris y mis padres también. Luego la cena, que aunque variada fue tirando a mala, dos tipos de carnes muy secas ambas, la yuca más aun y sin nada con que alegrarla… Nos salvo el alijo de mangas y la manilla de platanos con los que alegramos la cosa.

Richard se acercó a decirnos que tenían no se qué problema, que si podíamos no poner el aire esta noche. Sin problema. Luego nos dimos cuenta que hoy nos ha calzado tanto el sol haciendo snorkel, que el cuerpo despide calor y el aire no hubiese estado mal… sudaremos pues… También nos dijo que habia fiesta por lo de la iglesia nueva, nos enseñó la señal en directo, concierto y mucha gente.

Decidimos ir a la fiesta a ver el ambiente, pero antes hablar con Ola para alquilarle la moto mañana. No estaba, así que tiramos para la iglesia sobre las 20:30. Para llegar teníamos que hacer un par de kilómetros por una carretera totalmente a oscuras entre la exuberante vegetación. Cada poco pasaba una moto o un coche y nos decían el habitual —jelouuu misteeeeeer —. Terminamos alcanzando otro grupo de jóvenes que iban para allá. La verdad es que no me imagino en latinoamérica haciendo algo parecido… que penita.

Llegamos al pueblo, muy engalanado para la ocasión. Las casas grandes, con cierta clase, terreras, con las puertas abiertas e iluminadas. Todo el mundo con sus mejores prendas. Fuimos hacia la iglesia que se veía sobre las casas, también iluminada. La verdad es que nos gustó, muy colonial, muy colorida, muy amplia, muy casa del pueblo, sin esas tenebras y magna soberbia de las viejas iglesias europeas. Diafana, colorida y luminosa. Llena de flores y adornos. Nos sorprendió que todo el espacio en torno a la iglesia estaba sembrado de miles de sillas… debió de haber una multitud impresionante… varios miles, calculamos.

Salimos y guiados por la música llegamos al «concierto». En una explanada muy amplia comoletamente llena de sillas bajo carpas en un extremo un escenario y en el otro una hilera de mesas con comida, en la que nadie parece estar ya interesado… nos preguntamos cuanto habran comido hoy para que nadie coma ya.

Nos movemos entre la multitud y buscamos unas sillas vacías para sentarnos a empaparnos del ambiente. La gente nos mira, pero hoy parece que tienen algo más interesante que seguir que nuestro discurrir. La mujer canta muy bien, lo que bien canta: musica religiosa. Todos se saben las canciones y cantan con ella. Suena a música romántica. Antes de morir de sueño, nos levantamos y volvemospor donde hemos venido. Muy curioso todo.

Sobre las 22:00 ya hemos llegado al hogar, después de ver un par de murciélagos tamaño Drácula. Yo he sudado tanto que me bebo 4 tes en lo que termino esto. A ver si no tardo en elegir las fotos y meterme en la cama, voy sin pilas.

Señores y señoras,
buenas noches!

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