Jueves 16 de Enero de 2020

Explorando el territorio

Anoche cayó la del pulpo. Rayos y truenos, lluvia a saco. Sai me dijo por la mañana —Cabrón como duermes!!! —. Lo cierto es que me enteré, abrí un ojo, constate la situación, todo correcto, y a seguir durmiendo.

Antes de las 8 nos trajeron el desayuno, pero sl menos yo me levanté a las 9. El día amanece bonito, no es un azul a rabiar, hay nubes, pero mucho cielo y luz. El desayuno fue generoso, piña y platanitos chicos, con sus boyitos de trocholate + cafes + tes. Desayunamos mirando al mar tranquilamente. Luego Sai se va a la cama a leer, que el día anterior tuvo un propezón y tiene el pie izquierdo un poco hinchado. Yo me quedo en la terraza, terminando de gestionar la montaña de fotos y luego leyendo un blog de snorkel en Hatta, que guardé antes de venir. Está toda la isla dividida por zonas, y descripción del snorkel en cada.

Sai se ha quedado frita y yo me pongo un poco nervioso con aprovechar el día, pero la marea está terminando de bajar y así casi no puedo salir con todo el coral aflorando incluso por la superficie del mar, y tampoco me voy a ir de pateo hasta el pueblo que son las 11 y poco y sospecho que la comida se sirve a las 12. En lo que ando rumiando eso se levanta Sai, y antes de decidir nada nos sirven la comida. Pescado tipo caballa pero mayor, con sabor casi mas a atún, en una salsa tipo escabeche con su toque dulce y mucho clavo… me encanta! Otro plato de verduras rehogadas bien ricas, un par de huevos fritos y arroz… La verdad es que las raciones son super generosas. Estabamos acostumbrados a hacer solo desayuno + 1 comida y esto ahora nos parece muchísimo.

La marea baja era a las 12 (todo controlado con la app de turno ; ), así que sobre las 14:00 ha subido lo suficiente como para poder entrar sin dañar el coral. De la página web que estuve leyendo por la mañana, he visto que las mejores zonas de snokel en toda la isla son, justo en frente de nuestra cabaña, y unos 100 metros a la izquierda. Poco antes de salir vemos que una barca llega a esa zona con pinta de llevar buceadores, así que decidimos arrancar por ahí. Saliendo nosotros y una pareja mayor de occidentales que se quedan aquí cerca, pasan para allá también, pertrechos con aletas y tubos, así que para allá vamos todos.

Según entramos en el agua flipamos con la corriente. Ayer había cero, pero justo pasada la esquina noroeste, tira hacia el sur con fuerza. Vamos hasta donde damos pie, y medio nadando medio caminando avanzamos hasta la esquina, donde la corriente se invierte y tira hacia el este. A partir de ahí nos dejamos llevar… flotamos sobre el jardín de las delicias, corales cual flores de otro mundo, que sobrevolamos con asombro. Este lado está aun mejor que el nuestro, al menos respecto al coral, pero los bichos también. Vemos miles. Vemos dos tortugas. Vemos a nuestro amigo, el que nos asustó ayer y guardamos distancia. Al estar tan baja la marea vamos a apenas medio metro del coral y los peces se arremolinan en un palmo de agua… maravilloso… Y como nos gusta tanto un parque temático, cuando la corriente nos ha llevado más allá de nuestra cabaña, nos salimos y a pie volvemos a montarnos en este tobogán de colores!

Sobre las 15:00 salimos y ahora soy yo el que me quedo medio frito. Tonteamos hasta las 16:00 que nos ponemos en marcha, la idea es llegar hasta la principal población, que resulta ser un paseo delicioso de apenas 2 horas ida y vuelta. En Google Maps aparece marcado cual carretera, pero es menos ancho que una acera ancha de Madrid. Para el caso, esta isla si tuviese un paseo marítimo, posiblemente se pudiese recorrer en unas 5 horas. Según pasamos la zona norte, el mar deja de estar movido y nos encontramos con una playa de verde esmeralda como un plato. El camino se mete luego un poco adentro y bajo enormes árboles de nuez moscada. No habíamos visto aun tantos juntos. Estan a tope de frutos, que parece como una pequeña perita. La sonbra es tan tupida que el bochorno se torna frescor. Nos llama la atención también, que como ocurre con coniferas, eucaliptos y otros árboles, del suelo cubierto de hojas no brotan apenas hierbas, lo cual es mucho decir en un clima como este, y genera una estampa que en mi vida hubiera podido adivinar que se tratase de un lugar en estas latitudes.

Seguimos la senda de baldosas doradas hasta la ciudad esmeralda… Se trata de una poblacion de unas… 50 casas? Tal vez algo más, pero super cuidaditas, niños corriendo y riendo… tengo la sensación de estar en el paraíso. Esta gente tiene una isla que genera durante la temporada alta mucho dinero, pese a estar en el culo del mundo. Por eso mismo la población se mantiene, pero se percibe que la riqueza se gestiona y se queda aquí. No vemos lujos, vemos una mini sociedad en la que nadie parece miserable, la riqueza se ha distribuido, tienen todo lo esencial en un lugar de ensueño…

Fotos fotos fotos. Volvemos. Llegando a nuestra zona nos teopezamos con un chico occidental al que encontramos cuando ibamos hacia el pueblo. Resulta ser español, se llama Carlos y esta por estos lares porque se ha pedido 3 meses y le pega al buceo. Viene de Raja Ampat, donde ha estado varias veces. Le preguntamos, queremos seguir recabando información de cara a nuestras últimas semanas. Le invitamos a venir a nuestra cabaña y seguimos de palique hasta las 19:00 sentado por fuera. Le enseñamos las huellas que dejó la tortuga una de estas noches al desovar y flipa, yo tampoco lo había visto nunca. El también va a estar hasta el domingo aquí y también va a Ambon el martes 21 en el Pelni, así que quedamos en vernos.

Se va y nos da el tiempo justo para hacer la colada antes de que llegue una cena tan copiosa como las comidas anteriores. Pescadito tipo el de a medio día, pero ahora frito, soja frita con sambal, una ensalada de pepinos, tomate y zanahoria, y arroz que apenas tocamos. Le sigue compartir fotos del día y el relato que aquí acaba. Ahora me meteré en la mosquitera a terminar la segunda de Perdidos en el Espacio, que me está gustando mucho!

Y bueno… desde el paraíso…
… selamat tidur!!!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *