Martes 7 de Agosto de 2018
Paseos

Nos sacó de la cama el hambre. La intensidad de la noche anterior, nos había dejado exhaustos. Probamos donde habíamos cenado ayer con nuestros amigos, pero estaba a tope y nos dijeron que una hora. Así que nos dimos una vuelta para hacer tiempo.

 Mientras tomamos unas cervecitas, aprovecho para escribir la aventura de ayer, que con el jaleo no hubo tiempo para ello. No he hablado de ese agua con gas, que aquí llaman cerveza. Salvo algunas marcas, la mayor parte de la.cerveza china no llega ni a 3 grados, muchas tienen 2,5°, lo que directamente es la mitad de muchas de nuestras cervezas. Apenas tiene sabor, así que es una bebida muy refrecante, e inocua.

A la hora convenida vamos al resturante, donde comemos un pollo picanton con papas, unas berenjenas rebozadas y un arroz frito. La.comida está tan rica como ayer. Yunnan tiene fama de tener una de las mejores cocinas de China. Posiblemente por la influencia del sudeste asiático, y la cantidad de etnias que tiene. Se come mucha verdura, que en muchas casos está expuesta en viteinas para que decidas el genero a consumir.

Durante la comida, conocemos a los segundos españoles de este viaje. Realmente son dos grupos distintos, una parejita de Mallorca, y una familia, 9 miembros en total, menuo plan. Lo cierto es que en este viaje no hemos trabado con otros mochileros. Hemos visto occidentales, aunque pocos y españoles menos.

Después de comer, nos damos un largo paseo por las afueras, entre arrozales, pasando entre casas rurales, en dirección al río. Ainssss… que parajes… Lentamente retornamos por otro lado, y el cuerpo de siesta nos lleva de cabeza a la cama.

Nuevamente, nos levanta el hambre. Arreglamos las cosas en hostal, y preguntamos para ir mañana a Dali en bus. La chica del hostal no nos aclara mucho, pero unas chiquitas rusas nos dicen que vayamos a un hotel que desde allí sale un bus directo a Dali, y así nos ahorramos el transbordo en Jianchuan. Tardamos un poco en dar con el hotel, vagando entre las ancestrales calles, por las que en su tiempo transitaba la ruta del te y los caballos. Una vez resuelto, nos seguimos paseando en busca de donde cenar.

Nos hemos sentado un rato a tomar algo, momento en el que escribo esto, y aquí dejo por hoy.

Muchos besos a tod@s!!! 

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