Miércoles 25 de Julio de 2018
Trekking

Hoy nos levantamos tempranito, a las 7:30, con un día espectacular. Recogimos la ropa de ayer, lavamos algunas cosas más y la tendimos. Desayunamos en la zotea, disfrutando de las vistas de todos los montes de al rededor. Preparamos las mochilitas de ataque, con mucha agua y algo de comer, y después de consultar en recepción sobre el camino, nos echamos a andar, sobre las 9:40.

 Las laderas que cierran el valle son muy verticales, así que nos espera caña. Nos han dicho que 2 horas para subir y una para bajar. Nosotros pensamos hacerlo con calma, que aun estamos pillando tono, asi que si son seis pues igual da. La subida es absolutamente rompepiernas. No hay tregua en ningún momento. Salimos de una altitud de 2500 y llegamos a 3200 en 2 horas y pico. En la parte final tenía que hacer microparadas, para adaptarme a la disminución de oxígeno, pero llegamos sorprendente bien. Las vistas desde arriba son brutales, y la pradera que hay en lo alto también. Picos más altos nos rodean a cierta distancia.

En la parte alta «charlamos» con un abuelo que llevaba un cesto con setas, y nos indicó el camino de vuelta, o vete tu a saber que, porque nos costó encontrarlo y luego fue desapareciendo hasta dejarnos andando monte a través. Terminamos bajado por el lecho de un arrollo, que pese al agua y fango en los laterales nos permitía descender mas cómodamente que campo a través entre arbutos y matojos. La cosa llego a pintar chunga y nos planteamos volver a subir y bajar por otro lado, pero en eso atisbamos una pista a la que teníamos que llegar y no nos quedaba lejos.

Al llegar allí unos obreros, nos pidieron que nos acercáramos, nos invitaron a comer algo con ellos, pero queriamos seguir, así que unas fotitas y andando. El resto ya iba por pista de tierra, y aunque faltaba bastante era más llevadero.

Sobre las 14:20 llegamos al hostal. Aprovechando el sol, lavamos de nuevo todo lo que llevabamos, una ducha, unas cervecitas y nos preparamos unos noodles. Pasamos la tarde descansando y escribiendo el blog.

Sobre las 21:00 bajamos a dar una vuelta y cenar rico, pero al final, los sitios que teniamos pensados estaban cerrados y terminamos comiendonos unos pinchos de carne y verdura muy ricos, en un puesto, y volviendo para el hogar. Toca descansar, que falta hace.

Besos a tod@s

 

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