Martes 26 de Septiembre – 20,2 km
Vadeando barro…
Primera noche que duermo como un tronco hasta las 7 y cuarto… al menos yo. Me despierto, miro al rededor y todo el mundo parece dormir. Perfecto! Otra vueltita en la cama! Pero al poco me siento suficientemente descansado y comienzo la rutina matutina.
El albergue es sencillito, pero esta todo muy bien, muy nuevo y limpito. La ducha de anoche me sentó tan bien que me encamino a darme una ducha matutina. Soltar mi neceser en el lavabo y antes de poner un pie en la ducha, un peregrino se acerca y me dice: ¡no hay agua! – ¿Cómo? – Sí, no sabemos porqué, la habrán cortado.
Por un momento me quedo dando vueltas sobre mi mismo. ¿Se arreglará pronto? ¿Espero? ¿Desayuno? ¿Habrá café? Finalmente asumo la situación, vuelvo a dejar las cosas en mi cama, y me voy a desayunar, aprovechando que este albergue (Valle del Nonaya) incluye el desayuno.
La cocina está provista de cafe! leche, galletas, margarina y mermelada en la nevera, y mas cosas que si quieres puedes coger y dejar el dinero indicado en un bote. Caen un par de cafés con leche y unas tostadas.
Durante el desayuno mi padre me comenta que no he roncado… ¿No? Pues mira que he dormido profundamente! Pero terminando el desayuno nos pregunta otra peregrina ¿Quién es el que ronca como un camión?. Tímidamente levanto el dedo y digo – Yooo… -. Está claro que mi padre también durmió bien ; )
Gianni se queda un poco mas en el albergue y nosotros salimos en torno a las 9:30. La mañana esta radiante a la par que fresca. En nada salimos del pueblo. El perfil de hoy es, simplificado, una suave rampa de 400 m de ascenso en 5 km, y luego un leve llaneo de 15 km.
La suave rampa nos lleva por las laderas del estrecho cauce del río de tupida vegetación. Poco a poco remontamos hasta llegar a a la cumbre, dejando todo el valle abajo. Pero más que cumbre, se trata de otro valle-llanura a mas alto nivel.
Mi padre y yo pasamos prácticamente todo el día hablando de lo que vamos viendo, lo que nos sugiere, cosas que nos llaman la atención. El tiempo pasa muy rápido cuando caminas así, y no tardamos mucho en llegar al único pueblo donde podremos comer algo, La Espina, a casi 9 km.
Son las 12, así que paramos en un bar, y nos comemos unos bocatas, y nos rehidratamos profusamente, a la par que descansamos un poco antes de partir. Antes de hacerlo, llega Gianni, hablamos un poco y allí lo dejamos.
El suave llaneo, es un «suave llaneo». Cuando Dios inventó los llanos, ya había terminado Asturias. Así que subimos y bajamos, poco pero sin pausa. Realmente vamos a unos 50 metros sobre el valle, lo cual nos regala unas vistas espectaculares. Esto es un jardín.
Es un jardín… lleno de barro. La senda por la que vamos, es también de uso agrícola, según reflejan las huellas dejadas por algún tipo de maquinaria. Por desgracia, las recientes lluvias y el paso de estos vehículos, dejan largos tramos prácticamente impracticables, por el escarbado que provocan sus ruedas.
El camino va encajado entre lindes, de forma que no hay escapatoria. Todo el rato tenemos que ir con cuatro ojos, pies y bastones, tratando de encontrar el mejor siguiente paso. No llegamos a embarrarnos a penas, pero ralentiza muchísimo la marcha.
Cuando dan las 16:00 hemos hecho otros 8 km, ya queda menos de una hora, pero queremos llegar pronto ya que hoy hemos reservado en un hotel (en zona peregrino son 12€ noche) y de 17:00~19:00 el acceso a la sauna, baño turco y ducha de contraste es gratuita.
Pero en ese momento nos encontramos con unas mesitas y bancos, colocados por Zeus en medio del Eden, para aquellos días que no quiere ver el telediario y sus infaustas noticias. No podemos evitarlos, y tomamos sitio en tan sacro lugar.
Apenas pasan 20 min, pero yo estiro, me tumbo y sueño…
La amenaza de castigo divino en forma de sueño eterno, nos hace salir del letargo y huir en pro de placeres más mundanos, que Tineo promete.
Andamos más rápido que en todo el día, y antes de las 17:30, hemos llegado al hotel, desenbarcado, y puesto nuestros molidos cuerpos a sudar en el baño turco. Otros dos peregrinos entran y compartimos las peregrinas tontunas que suelen compartir los peregrinos en una sauna. Risas. La ducha de contrastes, frío~calor, arranca gritos propios de tortura inquisidora, y risas cómplices entre los que aguardan por fuera.
Ropita limpia, limpiar las zapas de barro y pa la calle. Yo busco un bar donde sentarme a escribir, mi padre pasea por un lado y Gianni por otro. Reservo albergue de mañana, concreto con Tino el de las mochilas y empiezo a escribir esto.Pero al poco aparece mi padre y seguido Gianni. Hemos reservado en el hotel para cenar a las 21:00 (10€) así que al poco vamos hacia allá.
La cena no es mala, pero tirando a decepcionante. Por suerte la compañía es deliciosa, y lo pasamos genial. Un día de estos le pido la lista de todas las cosas que le vamos explicando a Gianni, y hago un capítulo especial ; )))
Y bueno, ellos pa la cama, y yo me he sentado en la terracita del hotel a terminar esto. Así que buenas noches, que me voy pa’ la piltra!!!
Besiños!!! ; )))
… is not your fault Levi… don’t worry about that… just rest… but rest in silence…