Jueves 28 de Septiembre – 17,5 km
Menudo menú para el rey del castillo.
Dormimos como angelotes en nuestra habitación doble, más aún, dada la tranquilidad que supone saber que nadie te va a dar meneitos en el pie durante la noche.
Mi padre, antaño celebre leviatán roncador, hace años que se hizo las pruebas de apnea, y ahora duerme con un aparatito que le suministra aire por una mascarilla con algo de presión, lo cual no solo le ayuda a dormir mejor, si no que además hace que apenas ronque. Así que anoche le toca aguantarme a mi, aunque él parece llevarlo bien.