Domingo 25 de Diciembre de 2016

Adiós Flores, hola Lombok

Ayer a lo bobo se nos fuimos a la cama sobre las 2 así que levantarnos a las 6 y media nos da una pereza bien grande. Preparar mochilas, desayunar y pa’la calle. El aeropuerto esta a unos 2 km, así que simplemente paramos a unas motos que por 10.000 cada uno, nos llevan hasta el aeropuerto.

Es Navidad y nos vamos de Flores… y la verdad es que lo hemos pasado bien, pero tampoco nos vamos con pena, más bien diría que estamos animados con la idea de cambiar de aires. Ningún sitio nos ha cautivado salvo Koka Beach, y ninguno merecía más días de los que le dedicamos. De haber tenido más días se podrían haber hecho más paradas intermedias, para hacer los días de tránsito más llevaderos, pero Ende o Riung son ciudades sin gran interés. Evidentemente, con más días habríamos visitado otras zonas fuera de la main-road que cruza la isla.

En general todo lo que son treks requiere de guía, los precios se cuentan en dólares y el presupuesto se dispara. Por otra parte ya he comentado que la relación calidad/precio del alojamiento es bastante baja y que la gente no es precisamente la más acogedora del Sudeste Asiático. La comida está bien, pero es simple y con muy pocas variaciones, así que ha empezado a aburrirnos. Por último, no hay una clara ruta mochilera, con lo cual el contacto con otros viajeros ha sido bastante reducido. Quiere decir esto que no recomiendo Flores? Por supuesto que no, pero si no has viajado mucho, hay países como Myanmar, Laos o Filipinas, que son preciosos, hay mucho que ver, la gente te enamorará y la comida es mucho más interesante… bueno, en Myanmar es un poco pobre y la de Filipinas es la peor de todas, y aun así estos 3 países son para mi, y la mayor parte de viajeros con los que he hablado, lo mejor de la zona.

El aeropuerto de Lombok es pequeñito, pero más moderno que el de Maumerre, en donde sólo estaba nuestro avión y un jet privado. Resolvemos el cheking y los controles rápidamente, pero como no hay smoking area inside, nos vamos pa’fuera again. Estamos ilusionados con el cambio de aires, así que estamos de buen humor, diciendo tonterías y muertos de risa, cuando de repente, Richard!!! El holandés que conocimos en LenA House nada más llegar a Flores. También va a Lombok, a Kuta. Perfecto, nosotros aún dudábamos si ir a las Islas Gili o a Kuka Lombok, así que nos apuntamos con él y compartiremos taxi hasta Kuta.

La espera se nos hace corta. Comienza el embarque. En estos aeropuertos se baja a la pista y se camina hasta el avión. Nos echamos un último piti a pie de pista y subimos al avión. Después de días de mucha lluvio, hoy a amanecido bonito y el buen tiempo nos acompaña todo el trayecto hasta Bali. No hay vuelos directos en Bali, así que tenemos que hacer una escala de varias en Dempasar, Bali. Paseamos por el aeropuerto, comemos algo, cigarritos, mas paseos, mas cigarritos y a la hora prevista embarcamos. Son las 15:00.

En aeropuerto de Lombok también es pequeño. Hay dos cintas de equipaje, pero sólo funciona una. Esperamos por los equipajes de Jose y Richard. Al salir vemos que el precio fijo del taxi a Kuta es 90.000, que entre 3 es razonable. Las primeras impresiones son buenas. Se percibe otro nivel de vida con respecto a Flores. La carretera, las casas, todo parece estar acorde a un nivel de vida un tanto más alto. Incluso diría que se aprecia cierta influencia de estilo de Bali en la construcción, desde luego algo más trabajada que Flores. Por el camino nos encontramos con una procesión. Van vestidos con trajes tradicionales, seguidos por una banda de música…

Al llegar a Kuta dejamos a Richard en el hotel que había reservado. La noche le cuesta 400.000 pero dice que tenía ganas de pasar unos días en un alojamiento mejor. Nos bajamos en la calle que va paralela a la playa. Que buena pinta! Empezamos a buscar alojamiento. El primero es muy básico y piden 150.000. El siguiente tiene la habitación un poco mejor, pero el exterior es muy agradable, incluso tiene una agradable piscina. Conseguimos que baje el precio a 175.000 pero dudamos y preguntamos en otro, cuya habitación está mucho mejor, pero sin piscinita y por 200.000. Decidimos ir al de la piscina, pero cuando vamos a entrar la mujer nos dice que no, que ya está lleno. Por la manera de decirlo, nos hace pensar que se le cruzó el cable y al haber ido a ver otros, ya no nos quiere allí… Nos vamos un poco molestos.

Al final conseguimos uno correcto por 100.000 tan sólo un poco más allá. Dejamos las cosas y nos vamos sobre la marcha a la playa a darnos un chapuzón y ver el atardecer. Jose se sorprende de la cantidad de histales y restaurantes que se han construido, desde que estuvo por aquí hace 4 años. Al igual que Bali, esta zona es muy popular entre los australianos, sobre todo entre surferos. La playa está bien guapa. Bañitos. Jose me dice que hay una sucesión de playas guapas. A las primeras se puede ir a pata, para las siguientes habrá que alquilar una moto, cosa que pensamos hacer mañana. Cuanto más lejos mas tranquilas, ya que la principal está llena de niños vendiendo pulseras y mujeres vendiendo sarongs. Son un poco pesados, sobre todo los niños, que parecen haber aprendido las mismas técnicas de venta ambulante en la escuela: Sir, pregúntame capitales de países y si adivino 3 me compra una pulsera. Después de decirles que no varias veces, se montan la película del gimoteo y luego se piran.

Volvemos por la calle principal que es un continuo de restaurantes, pero en su mayoría vacíos o casi. Algunos muestran pescado fresco para hacer a la brasa, pero los precios son muy altos: 150.000 por un pescado entero de palmo y medio. Caminamos un rato y todo es igual. Terminamos comiendo en un warung con buena pinta, de los que son tipo buffet, variado y precios razonables: 25.000~ 35.000. Volvemos. Cerca de nuestro hostal, hay un local con música en directo, y bastante ambiente, pero el ambiente es un rollito surfero australiano que Jose no soporta y a mi sinceramente tampoco me agrada mucho, y como estamos cansados decidimos comprar un par de birras y tomarlas tranquilamente en el porche de nuestro hogar.

Yo escribo un poco, Jose se pone con sus pulseras y luego a ver una serie de las que trae en su tablet. Rollo tranquilo, cada uno a su bola, hasta que la cama termina por llamarnos.

Así que pa’la camita… hasta mañanaaa ; )

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