Jueves 22 de Diciembre de 2016

Llueve

Ayer hablando con el de la oficina de turismo, nos dijo que hasta Riung podríamos ir los cuatro en una van pagando 100.000 cada uno y desde allí hasta Labuan Bajo otros tantos. El precio es bastante razonable para lo que nos estado pidiendo hasta ahora. Así que duchita, desayuno y varias visitas al baño, que antes de un día de transito hay que vaciarlo todo, que luego las cosas son mas complicadas… ; )

Los holandeses parecen un poco nerviosos por salir. Sacamos algo de pasta y nos acercamos a la zona de la oficina de turismo. En seguida damos con quien nos lleve, ni siquiera a hay que regatear mucho. En marcha. Pero a poco salimos de Bajawa, se detiene en un cruce que parece una suerte de parada de “taxis”. Al parecer hay dos pasajeros más, pero como no cabemos todos nos van a cambiar a otra van. La espera, a los holandeses desespera. Nosotros preguntamos por un café y los lo tomamos easy.

A los veinte minutos aparece la pareja que ya habíamos visto en Moni, la Kalessi con el español. Pasamos nuestras cosas a su furgoneta y sobre la marcha salimos. El viaje hasta Ruteng duró cuatro horas largas pero sin mayores incidentes. En una de las paradas a pie de carretera hablamos un poco con el español, que vivía al norte de Malasia. Al parecer él y la chica ya no son pareja, y ella vive en Singapur.

Al llegar a Ruteng nos despedimos de esta pareja porque se quedan allí, ella se marea y el tiene claustrofobia, así que suficiente por un día. En chófer nos deja justo al lado de otra van que nos lleva Labuan Bajo. Pasamos las mochilas y nos acerca a un warung para almorzar ya que son las 14:30. El warung es muy amplio y lleno de locales comiendo. Como era de esperar, la comida es buena y a buen precio. Ruteng parece otro tipo de ciudad. En Bajawa ya se veían otro negocios al margen del turismo, pero eso en Ruteng es mucho más patente. Se nota que es un centro con actividad económica.Aun así no deja de ser una ciudad pequeña.

Cuando cogemos camino arranca a llover… y con ganas. Flores es muy montañoso y las rutas van continuamente del interior a la costa y vuelta al interior. Todo valles selváticos que recuerdan a los barrancos en zonas como Anaga o Masca en Tenerife. Así que las carreteras con un continuo curverío sin fin. De repente nos encontramos los coches parados. Se ha caido parte del tendido eléctrico y los cables cruzan la carretera. Vemos como el camión que está justo delante nuestro les da un billete a un grupo de locales que están por allí e inmediatamente toman unos palos y levantan el tendido, permitiendo que pase el camión. Nuestro chofee se apura en pasar rápidamente, antes de que lo bajen y le pidan dinero… ; ). A lo largo de esa escarpada zona nos encontramos numerosos desprendimientos que ocupan hasta media calzada. Algunas rocas son como medio coche, se nos ponen por corbata… confiamos en salir de esa zona lo antes posible. Lo cierto es que aunque no hemos visto mucho viento, se puede apreciar en la vegetación que ha soplado con fuerza. Las plataneras con las hojas rotas y todo tipo de plantas torcidas por el viento.

Llegamos a un amplísimo valle lleno de campos de arroz, que por contraste con el paisaje anterior agradecemos y disfrutamos. Empieza a atardecer. Volvemos a adentrarnos en las montañas pero ya falta poco. Después de 4 horas y pico llegamos a Labuan Bajo. Nos quedamos por el centro y los holandeses siguen en el taxi hasta su hotel. Nos despedimos por cortesía.

Son las 19:30. Preguntamos en un par de sitios, pero damos pronto con un sitio modesto, pero correcto y económico: 100.000. Dejamos las cosas y corremos a por unas birras, que compramos más baratas que nunca 28.000. Buahhh… nos saben a gloria. El super tiene unas mesas por fuera, así que allí mismo nos sentamos, resguardados de la lluvia. En la mesa de al lado hay una chica con la que hablamos un rato. Está con su guía/motero. Es inglesa y ha venido para un par de semanas. Sin gran complicación, hacer submarinismo, pasear por la zona y descansar. Easy plan, pero no parece una turista, se nota que tiene viajes a la espalda.

Después de eso nos vamos a comer a un vegetariano que hemos visto junto al hostal. No es barato, pero está todo mu rico: 35.000. Tratamos de encontrar un sitio con ambiente, a ser posible con wifi, donde mezclarnos con gente, relajarnos y tomar algo, pero la oferta se reduce a unos pocos, y casi todos demasiado turisticos. Terminamos en uno cualquiera, donde el wifi no funciona (que raro ; ). Tiene varias plantas y cuando voy a subir a la última, las chicas me dicen algo, que ignoro. Cuando llego arriba me encuentro con una timba de locales jugando a las cartas y todo lleno de humo. Me doy la vuelta y salgo por donde vine. Las chicas del bar me miran con una mezcla de vergüenza/timidez se ríen de forma queda entre ellas. Nos tomamos algo y al rato nos vamos al hotel. Son casi las 00:00 y todo esta chapando.

En las mesas del hotel charlamos un rato y nos vamos pa la cama.

Nada más por hoy, goodnight!! ; ))

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