Domingo 20 de Septiembre – 23,2 km
De menos a más
Anoche me quedé en el «restrobar» del albergue, hasta que cerraron (00:30), de palique con la dueña y el empleado. Se morían de la risa con mi historia de la silla mecánica…
Me olvidé comentarlo ayer, pero desde que entré en el Bierzo (todavía en la provincia de León), el acento de los lugareños me suena como el galego, dulce y cantarín. Otra cosa que me había olvidado de comentar es que el viento ha desaparecido. No sé si es porque el tiempo está mejor, o por la arboleda o porque hemos entrado en el valle del Bierzo, que con sus 500 metros queda resguardado por las montañas que lo rodean.
Me duermo sobre la una… nadie me zarandea durante la noche…
A las 9 en planta, aseo, recoger, desayuno y a las 10:20 estoy andando. Empiezo tarde, pero ayer estuve en modo reposo y dormí 11 horas. Mido mis fuerzas, no estoy bien. Por suerte el camino de hoy no es exigente. Camino despacio, intento caminar normal y no cojear para no cargar otra parte al proteger lo dañado.
Subo un poco y ya veo Ponferrada, y aunque no es bonita desde fuera, me gusta mucho su casco antiguo. El camino hasta allí es bello porque se llega por una zona rural.
Atravieso Ponferrada, pero debo hacer un alto para sacar pasta. Me empiezo a sentir castigado según voy saliendo de la ciudad. Demasiado tarde pienso en parar a tomar algo, ya he salido de la ciudad y continúo.
Sobre las 13:00 llego a Compostilla y encuentro un sitio agradable donde comer algo. Menú de 12,50€, paella y churrasco de ternera. Aunque paro una hora, me cuesta arrancar. Sobre las 14:00 me siento muy lento.
Al poco me cruzo con una chiquita italiana que va sacando fotos sin parar. Nos alcanzamos y rebasamos varias veces, hasta que llegamos casi a la vez junto a un huerto de calabazas gigantes. El dueño está en su faena, así que le digo: ¡Vaya calabazas!. La chica no da crédito con las calabazas. Para mi sorpresa, el agricultor se pone a hablar con ella en italiano. El agricultor, en verdad, lo es desde que se jubiló y se entretiene cultivando su huertita. Es un hombre muy agradable. Después de un rato de charla, continuamos la chica y yo.
Por lo que entiendo, la italiana es de Roma y ha empezado hoy el camino en Ponferrada. Dice que encuentra fácil el camino, lleva 10 kg de mochila porque no sabe si va a encontrar secador de pelo en los albergues y lleva un par de libros… también dice que no le gustan las subidas… Le sugiero que tal vez va muy pesada, que cuando empecemos a subir, y le señalo las montañas del fondo… Creo que no le ha hecho mucha gracia saber que tiene que rebasar aquellos montes… sospecho que está un poco despistada… ; )))
Según se pone a sacar fotos, la dejo atrás y sigo disfrutando del maravilloso día y del paisaje. Sobre las 16:30 llego a Camponaraya, donde se supone que están de fiestas pero no se nota. Descanso media horita, una caña y a caminar.
Los 6 km que me quedan hasta Cacabelos son de suave subida, y aunque algo cansado, me voy encontrando cada vez mejor. Están en plena vendimia. Extensiones de parras, agricultores y mucho inmigrante recolectando. Baldes llenos de uvas, camiones rebosantes, uva blanca, uva negra.
A las 7 menos veinte, ya he llegado al albergue de Cacabelos. Por 25€ opto por la habitación individual, pero me quedo en el bar a ver la final del Europeo de básquet… ¡campeones!!! ; )))
Entre tanto, se ha sentado un madrileño a mi lado y empezamos a alegar. Se llama Rafael y viene en bici desde Madrid, de unos 50 y con familia. Paradójicamente, aquí hace un tiempazo y a los suyos, que se han ido buscando el sol del Mediterráneo, les está cayendo un diluvio. Hablamos de la final de básquet, para luego hablar del camino y terminar con la política. Desde Madrid, el camino es duro, aunque en bici algo menos que caminando, me cuenta.
Salimos a fumar a la calle y se nos une un personaje que me hizo reír a lo grande: Nicolai. Nicolai es rumano, pero parece sacado de la Guerra de las Galaxias… ¡es Jar Jar Binks!!! Nos cuenta su vida en un tris, cómo vino, cómo se busca la vida, que le gusta España pero no las españolas porque beben y fuman… Es un auténtico muñeco de goma, risueño picarín, y habla y gesticula como Jar Jar… me despatarro… Se lo comento a Rafael y se muere de la risa. Caen un par de orujos, lo pasamos bien.
Cuando nos damos cuenta son las 23:30, nos despedimos y volamos a nuestros cuartos. Yo ni me he duchado, así que cuando me meto en la cama son las tantas, empiezo a escribir esto pero caigo redondo sin darme cuenta…
… Zzzz …