Sábado 19 de Septiembre – 0 km
Cerrado por descanso del personal

Hoy he aprovechado mi día de descanso pa’ poder poner por escrito las aventuras y desventuras de ayer… que no fueron pocas.

Por primera vez en la semana que llevo de Camino, estoy durmiendo cuando suena el despertador de las 7:30… lo apago… y el de las 8:00… lo apago… y el de las 8:30…

Despierto cual bendito a las 11:00. El descanso, el ibuprofeno y la crema que me di anoche parecen haber hecho efecto, así que he pasado de la categoría de inválido permanente a tullido funcional. Ducha y sesión exhaustiva de estiramientos. Antes de salir, le mando un mensaje a Dominic, mi ángel salvador, y quedo con él en uno de los bares junto al puente de piedra que da entrada al pueblo. Son las 12:30.

Según recorro el pueblo me vuelvo loco sacando fotos… pero qué pueblo más bonito!

Cuando nos encontramos, Dominic está con Diego, su perro, un hermoso y cariñoso labrador color chocolate.

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Ayer Dominic, que lleva 3 semanas en el Camino, llegó en perfecto estado a Molinaseca, pero no su perro, que empezaba a cojear. Preocupado por él, se fue a pata hasta Ponferrada (+8 km) en busca de un veterinario. Según le entendí, volvió a por el perro y se lo llevó en taxi. El veterinario le dijo que Diego tiene las almohadillas de las patitas cascadas de tanto andar: una crema y un día de descanso fue lo prescrito al perro. A todas esas, Dominic no había encontrado dónde alojarse con Diego, así que…

Y por ese motivo y en ese momento, Dominic está en Molinaseca cuando llego yo al pueblo arrastrándome, y la habitación que su amiga le había buscado termina siendo la mía. Me encanta cómo se tejen los anónimos destinos entre desconocidos :)))

Bueno, sigo. Me encuentro con Dominic sobre las 13:00. Él se ha sentado en el restaurante junto al puente, porque por allí pasan todos los peregrinos y tiene la esperanza de encontrarse con amigos que ha hecho en el Camino. Al rato aparece una amiga suya, una mujer mayor estadounidense, Carol. Se acopla con nosotros y hablamos de historias del Camino. En torno a las 14:00 me vuelvo al hostal porque quería dejar la ropa lavada y tendida.

A las 3 y pico de la tarde, salgo a comer y encuentro un restaurante interesante con menú de peregrino a 13,50 €. No es barato, pero está bien rico. Me como unas verduritas bien aliñadas, un estofado de ternera espectacular y una tarta de queso de quitar el hipo. Empiezo a escribir el relato de ayer, que por extenso me lleva hasta las 20:00.

Entre tanto, he cambiado a una terraza junto al río. La tarde está deliciosa… cualquiera diría que estamos en verano. Por allí pasa Dominic, hablamos un rato y sigue. Yo vuelvo al hostal porque me quedo sin batería, subo el relato de ayer y me bajo al restaurante del hostal a picar algo y redactar esta entrada.

Son las 23:20, así que en breve me subo a la cama, pero quiero subir esto ya porque me está yendo internet de pena.

Buenas noches :)))

4 comentarios en “Día 8: Molinaseca

  1. Me ha encantado conocerte y me ha encantado todo lo que has escrito sobre mi local, espero que que lo pases muy bien en tu camino y yo te seguiré a través de tu blog.
    Un fuerte saludo desde Molinadeca
    Ojalá el camino haga que nos volvamos a ver!!!!!

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